País FMI advierte de menor acceso al crédito externo

La perspectiva del precio del dólar en Costa Rica es incierta

Se esperan los efectos opuestos del recorte de la OPEP, créditos del FMI, eurobonos, temporada navideña y la política que asumirá el BCCR.

Entre el 27 de setiembre y el martes 18 de octubre, comprar un dólar en Costa Rica era ₡18.05 más barato, pues su precio de venta pasó de ₡637.98 a ₡619.93, según el Banco Central de Costa Rica (BCCR).

Sin embargo, esta situación sería temporal, debido a que, en el panorama de corto plazo se presentarán factores con efectos opuestos entre sí.

Economista Ronulfo Jiménez: “Ya no hay incentivo de estarse pasando de colones a dólares. Por lo tanto, eso reduce la demanda de dólares”. (Foto: Cortesía de Ronulfo Jiménez).

Por un lado, el recorte aplicado a la oferta de hidrocarburos por la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP), el 12 de octubre, aumentará nuevamente el costo de los combustibles para los países no productores de esa materia prima, como Costa Rica, lo cual obligará al Estado a comprar más dólares para poder importarlo. Esto, a su vez, subirá el tipo de cambio.

Los integrantes de la OPEP son Argelia, Indonesia, Irán, Irak, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Venezuela, varios de los cuales apoyan a Rusia en su invasión de Ucrania.

Del lado “oscuro” también está la mayor ralentización del crecimiento económico mundial anunciada recientemente por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que está llevando a una mayor restricción en el acceso a créditos externos para las economías de América Latina y el Caribe.

Del lado “luminoso” se encuentran los US $2.500 millones que el país recibirá del Fondo cuando su directorio apruebe la tercera revisión del convenio pactado por la administración Alvarado y la solicitud para tener acceso al Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad de ese organismo.

De este mismo lado estaría la aprobación de una emisión de “eurobonos” por la Asamblea Legislativa y el mayor gasto de dólares que las empresas importadoras y otros realizan para la temporada navideña.

Además, un factor todavía inubicable es la política que seguirá el Banco Central de Costa Rica (BCCR), albur que sería descifrado a fin de mes, cuando la entidad presente un nuevo Informe de Política Monetaria. Pero veamos elemento por elemento.

Para el economista Ronulfo Jiménez, “en la baja actual del tipo de cambio hay dos razones. Una es que los precios de las materias primas importadas por Costa Rica, desde junio, han estado disminuyendo en los mercados internacionales, especialmente, el petróleo, pero también otras materias primas que importamos”.

“Eso implica una menor demanda de dólares a partir de junio y eso se nota en la factura petrolera que adquirimos y de otros productos que compramos”, dijo a UNIVERSIDAD.

“La segunda razón, pero no menos importante, es el ajuste de tasas de interés en colones. Cuando tuvimos la devaluación fuerte este año, el premio por invertir en colones era negativo, es decir, no había incentivo para ahorrar en colones si uno comparaba tasas de interés en colones y en dólares y las expectativas de devaluación”, recordó.

Sin embargo, “con la corrección que ha hecho el BCCR de las tasas de interés, ese premio ahora es positivo y ya no hay incentivo de estarse pasando de colones a dólares. Por lo tanto, eso reduce la demanda de dólares”, añadió.

De hecho, el 12 de octubre, el BCCR comunicó que la Tasa Básica Pasiva, esto es, el interés que paga por el ahorro en colones, se ubicó en 6,00% (su valor anterior era de 5,90%) y, por el contrario, la Tasa Efectiva en Dólares, bajó a 2,08%, del 2,09% anterior.

Por su parte, otro economista, Luis Mesalles, notó, en un artículo de opinión publicado el viernes en La Nación, que en cuatro meses el BCCR solo acumuló unos US $300 millones para recuperar las Reservas Internacionales Netas (RIN), que gastó en contener la pasada alza excesiva del tipo de cambio.

Según las cifras del Central, las RIN bajaron de US $4.669 millones en abril a US $4.966 millones en agosto y volvieron a bajar a US $4.797 millones en setiembre.

En todo caso, Mesalles se preguntó: “¿por qué el Banco Central no ha acumulado más reservas para no dejar caer tanto el tipo de cambio?, ¿será que está utilizando el tipo de cambio como instrumento para bajar la inflación?”.

Su propia respuesta fue que habrá que esperar el siguiente informe de la entidad, que se conocerá a fin de mes.

Por nuestra parte, buscamos una respuesta del presidente del BCCR, Roger Madrigal, pero se nos comunicó que esta no llegaría a tiempo para el cierre de edición, pues el funcionario se encontraba en la reunión anual con el FMI, en Washington.

Sin embargo, mientras se espera ese informe del BCCR y lo que sucederá en la próxima reunión de la Reserva Federal de los Estados Unidos (equivalente al BCCR), programada para noviembre, el FMI advirtió que América Latina “encara un tercer shock: el endurecimiento de las condiciones financieras globales”.

Esta mayor restricción ocurre cuando la región todavía hace malabares para encarar los dos shocks previos causados por la pandemia de Covid-19 y por los efectos inflacionarios adicionales de la guerra de Rusia contra Ucrania.

“El financiamiento se está volviendo más escaso y costoso a medida que los bancos centrales suben las tasas de interés para controlar la inflación. Los flujos de capital hacia los mercados emergentes se están desacelerando y los costos de los préstamos externos están aumentando”, dijo el Fondo el pasado jueves.

“Las tasas de interés en los mercados emergentes están subiendo a medida que los bancos centrales están elevando las tasas para luchar contra la inflación, pero también debido a la reducción del apetito de los inversores por activos más riesgosos”, continuó.

Además, el 11 de octubre el FMI modificó a la baja su estimación de crecimiento económico para América Latina y el Caribe, en el 2023, al pasarla de 2% a 1,7%, aunque la pujanza económica del 2022 alcanzará 3,5% en vez del 3% proyectado en julio.

“Las economías de América Central, Panamá y República Dominicana también ralentizarán su comercio con los Estados Unidos y las remesas provenientes de ese país se debilitarán, aunque la región sí se beneficiará de los menores precios de las materias primas”, agregó el FMI un día antes de que la OPEP recortara la producción de petróleo.

“Las economías del Caribe que dependen del turismo continuarán recuperándose, aunque más lentamente de lo anticipado en julio, ya que las perspectivas son de un debilitamiento del turismo”, agregó el mal augurio del organismo.

El mismo BCCR, en su “Comentario sobre la economía nacional” del pasado

26 de setiembre, advirtió que “los indicadores de corto plazo sugieren que continúa la desaceleración económica en el tercer trimestre del presente año”.

Así, puede que, en lo inmediato, los vientos de diciembre traigan consigo un dólar más barato, pero que este sea tan efímero como “la paz y el amor” estereotípicos de la temporada navideña.

En el otro lado, la conducta de la OPEP, el reciente pronóstico sombrío del FMI para la región y las mayores dificultades que le esperan a países como Costa Rica para obtener financiamiento externo indican que, para leer con un poco más de certeza los nublados del día, habrá que esperar el oráculo del BCCR.

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