La derecha está de vuelta, con un mismo arsenal de propuestas de reformas económicas, pero remozada con nuevas formas y con alianzas con discursos en los que aparecen elementos conservadores, religiosos y de tinte mesiánico.
Fue una reacción a las corrientes de nueva izquierda que surgieron en América Latina luego de los gobiernos de orientación de los ochentas y los noventas, que impulsaron reformas para la apertura de las economías y los programas de privatización. Nils Castro, en su artículo “¿Quién es la nueva derecha?”, planteó que, luego de las medidas de desregulación, la derecha tenía que replantear sus formas y mensajes, por los cuales se necesita de “mano dura” para resolver los nuevos problemas económicos, que no se corrigieron con la liberalización.
Esta nueva derecha tiene rasgos similares para sus manifestantes, tanto en Estados Unidos (Donald Trump) como América Latina (Bolsonaro): discursos mesiánicos, descrédito de actores y organizaciones políticas que no son aliados, retórica agresiva, afán por controlar a los otros órganos del Estado, visión de la legalidad como obstáculo que eludir o remover, entre otros.
A esto se suma la oleada neoconservadora. Juan Marco Vaggione, en su artículo “El entramado neoconservador en América Latina”, señala que surge un renovado conservadurismo religioso, que frente al avance de los derechos sexuales y reproductivos de la década de los noventa empieza a expandirse y en América Latina es una de las principales estrategias para movilizar valores morales tradicionales, con ejemplos como la campaña “Con mis hijos no te metas” (Perú, 2016), o el discurso de Bolsonaro (Brasil, 2019).
Alianza de nueva derecha permite al presidente Chaves impulsar agenda
Gobierno logra un bloque heterogéneo, que no es monolítico, pero se cohesiona a partir de elementos económicos con PUSC y Partido Liberal Progresista, y con aspectos ideológicos con Nueva República.
En el caso de Costa Rica, pueden identificarse elementos de estas dos corrientes que confluyen en la alianza de nueva derecha, heredera de los movimientos que en el país impulsaron modelos de apertura a finales del pasado siglo.
Carlos Carranza, director del programa Análisis de Coyuntura de la Universidad Nacional, advierte que en el país este modelo está logrando posibilidades de acuerdos en temas como telecomunicaciones, energía y reforma de Estado, pero podría presentar problemas en aspectos sociales. “Algunos elementos de política social podrían motivar presiones sociales, obligar a ceder. Además, hay contradicciones internas que se pueden potenciar por temas electorales, los diferentes públicos de los grupos”, manifestó.
Por su parte, Rotsay Rosales, coordinador del Observatorio de la Política Nacional (OPNA) de la Universidad de Costa Rica, comentó que la correlación de fuerzas en el Gobierno y en la Asamblea se mantendrá por, al menos, tres años, por lo que podrían presentarse situaciones como aumento en la desigualdad, dificultades para reducir la pobreza, la evasión fiscal y la vulnerabilidad social. “Y podemos esperar la detención de avances en materia de derechos humanos”, advirtió.
Coincidencias con esencia parlamentaria
Defensoría: El pulso para el nombramiento del Defensor de los Habitantes permitió identificar un bloque que se cohesionó alrededor de la figura de Erick Ulate, impulsado por el Gobierno junto con el PUSC, el PLP y NR, frente a un bloque en el que se sumaron el PLN y el FA, para impulsar primero a Laura Arguedas y luego solicitar una persona con formación en derechos humanos.
Eurobonos: El Gobierno tuvo que batallar para lograr su aprobación, pero recibió el apoyo del PLP, el PUSC y NR. El Gobierno tuvo que negociar con PLN y FA en noviembre, para lograr un aval condicionado a otras iniciativas.
Nombramientos: El Gobierno nombró a figuras que militaron con el PUSC: los exdiputados Pablo Heriberto Abarca (embajador en México), Jorge Eduardo Sánchez (representante en Banco Popular) y Erwen Masís (BCIE). Además la exvicepresidenta, Astrid Fischel (Consejo Superior de Educación), y la exdirigente Isabel Camareno (Junta Directiva de la CCSS).
Ministros interpelados: Durante la comparecencia de la entonces ministra de Salud, Joselyn Chacón, a la comisión de investigación para el financiamiento de los partidos políticos, el diputado David Segura (NR) descalificó las denuncias del troll Piero Calandretti y comentó que podrían ser una reacción por sus posturas contra el aborto. Chacón lo avaló y luego indicó que se enteró de que Calandretti no era buena persona, cuando dijo que quería destruir a Fabricio Alvarado.
También hubo un incidente con la interpelación al ministro de Hacienda Nogui Acosta. El bloque que impulsaba la elección de Ulate (Gobierno, PUSC, NR, PLP) se opuso, en principio, a un debate arreglado sobre el incidente del megacaso, alegando que la prioridad era elegir al Defensor.
Proyectos para concentrar poder: En Reforma de Estado se presentaron proyectos para recuperar competencias y jerarquías de ministerios y fortalecer las competencias de los ministros de Ambiente y MOPT, así como unificar programas y financiamiento del sector social en el Instituto de Desarrollo Humano e Inclusión Social (IDHIS).
El eje “canalla”: El presidente Rodrigo Chaves en varios debates encendidos con temática legislativa (discusiones de presupuesto, vetos, eurobonos, interpelaciones a ministros), arremetió contra lo que llamó “prensa canalla” (Nación–CRHoy–Telenoticias) y un grupo de diputados del Partido Liberación Nacional y el Frente Amplio.

