Marcel Soler tenía 25 años de edad cuando llegó al puesto de alcalde del cantón Montes de Oca, en el 2016, y el actual diputado Erwen Masís tenía 20 años cuando ocupó la silla de alcalde en el pequeño cantón alajuelense San Mateo, pero sus casos han dejado de ser rarezas.
La presión de un sector de la población por renovar la política y los espacios que, queriendo o no, han abierto los partidos a nuevas generaciones han hecho que se rejuvenezca la capa de gobernadores municipales.
Conocidos los datos preliminares de las elecciones del domingo, son 11 los alcaldes que tienen menos de 35 años de edad, el límite reconocido internacionalmente para considerar joven a una persona.
Esto ocurre por la reelección de Soler en Montes de Oca, de Roberto Zoch en Moravia y de Luis Fernando León en Turrialba, a quienes se suman los recién electos en Oreamuno, Paraíso, Coto Brus, Santa Bárbara, Sarchí, Mora, Barva y Flores.
Si el margen se amplía a 40 años de edad, la cantidad de alcaldes es de 22, quienes nacieron después de la crisis de 1980 y votaron por primera vez cuando el bipartidismo del siglo XX hacía aguas o cuando las elecciones presidenciales empezaron a dirimirse en una segunda ronda.
Las caras jóvenes no son monopolio de un partido, pues en el grupo de los menores de 35 hay representadas nueve banderas diferentes. Tampoco hay un solo rasgo geográfico, pues se localizan en cantones urbanos y de alto desarrollo humano como Montes de Oca, rurales céntricos como Sarchí y periféricos como Coto Brus.
En provincias, Guanacaste y Limón son las únicas donde no hay jóvenes a cargo de las alcaldías de sus cantones para el período 2020-2024. Proporcionalmente, Cartago es la que más dejó alcaldías a los jóvenes, en tres de los ocho cantones. Le sigue Heredia, con tres de 10.
En este grupo juvenil, sin embargo, no está ninguna de las únicas nueve mujeres electas como alcaldesas. La más joven es la liberacionista Iris Cristina Arroyo, de 36 años, en el cantón Puriscal.
Al otro lado de la escala etaria están los veteranos, un grupo de alcaldes de alcaldes que tienen 65 años o más, lo que los coloca en la población adulta mayor. Son siete y están en Guácimo (reelecto por cuarta vez), Naranjo (reelecto), Puntarenas, Matina (el exdiputado Wálter Céspedes), Aserrí (reelecto), Liberia (vuelve al cargo que ya ejerció en el pasado) y Garabito (reelecto).
Todos los alcaldes de más de 65 años ganaron las elecciones de este domingo bajo la bandera del PLN o del PUSC y el mayor es Rafael Tobías Murillo Rodríguez, garabiteño, con 76 años.
El promedio de edad de los alcaldes es de 50 años, aunque en el grupo de las nueve mujeres sube a 53. También 50 años es la edad promedio de los alcaldes del PLN, mientras en el PUSC es 54 años.
