País Reactivación favorece al turismo

La inflación y el dólar tienden a subir

El Banco Central no cree que la inflación anual sobrepase el 4% y pronostica que en el 2018 se mantendrá igual.

Al mes de abril del 2017, la inflación interanual (mayo de 2016-abril de 2017) creció en 1,63%, luego de trece meses de mantenerse en valores más próximos a cero, según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.

Sin embargo, el 80% del alza se explica por el aumento en los precios de los bienes y servicios regulados, que incluyen a los combustibles como la gasolina y el diésel (ver el gráfico: “Variación porcentual, efecto y ponderación por grupo de bienes y servicios”).

Para el economista del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas, de la UCR, Rudolf Lucke, la razón principal de lo anterior “radica en el precio que se paga en Plantel, pues se debe a incrementos en los precios internacionales del combustible y no necesariamente del petróleo. Costa Rica, al no refinar, importa combustible refinado y este (las gasolinas súper y plus) ha aumentado de precio”.

Además, explicó que el aumento en los precios de los combustibles refinados a su vez está asociado a la reactivación económica internacional, principalmente de los Estados Unidos, lo cual induce a un fortalecimiento del dólar que puede terminar beneficiando a las empresas dedicadas al turismo en nuestro país.

La aceleración de la inflación no preocupa al Banco Central de Costa Rica (BCCR), cuyo gerente, Eduardo Prado Zúñiga, dijo a UNIVERSIDAD que se mantendrá dentro del rango previsto por esta entidad.

“El compromiso del Banco Central con la estabilidad de precios se plasma en una meta de inflación de 3% ± 1 punto porcentual, la cual fue definida como un objetivo de largo plazo desde el Programa Macroeconómico 2016-2017. Bajo la condición de que es una meta de largo plazo y considerando que la economía costarricense no está exenta de choques de oferta (externos o internos) o de demanda que puedan desviar transitoriamente la inflación de su objetivo, existe una alta probabilidad de que la inflación retorne al rango meta en el segundo semestre de 2017, situación que se mantendría en el 2018”, afirmó.

 En esto coincidió Lucke, para quien “la tendencia de los precios pareciera aumentar y, por lo tanto, es de esperar que sea superior a años anteriores. No obstante, el incremento no pareciera ser suficiente para superar el 4%” (ver: “La inflación llegaría al 3% al finalizar el año”).

Sin embargo, en la medida que Costa Rica es una economía pequeña que se encuentra muy interrelacionada con el mundo, todo depende de lo que suceda en el exterior. Y allí, particularmente en relación con las políticas de la administración Trump, el panorama no se muestra claro.

“El Fondo Monetario Internacional, en su último informe de Perspectivas de la economía internacional (abril 2017), proyecta una recuperación de la actividad económica de Estados Unidos de América, de un 1,6% en 2016, a un promedio en torno a 2,4% para el bienio 2017-2018. Sin embargo, este organismo advierte que, a nivel de la economía mundial existen riesgos a la baja asociados con obstáculos estructurales (débil crecimiento de la productividad y alta desigualdad del ingreso) y presiones en favor del proteccionismo comercial, elementos que podrían incidir directamente en el crecimiento económico de ese país”, dijo Prado.

Por eso, añadió que el Banco Central “se mantendrá atento a los acontecimientos del entorno internacional para modificar su postura de política monetaria, tomando en consideración que los instrumentos de política monetaria operan con rezago”.

Para el gerente del BCCR, “el mayor riesgo para la estabilidad macroeconómica lo representa la trayectoria creciente de la deuda pública”, pues “torna más complejo el enfrentar choques externos desfavorables y limita aprovechar de mejor manera los favorables”. Por eso, consideró “urgente la búsqueda de consensos nacionales sobre una reforma fiscal estructural, para evitar efectos negativos sobre el bienestar de la sociedad costarricense”.

Lucke, por su parte, planteó la necesidad de que se discutan los problemas cuya atención permitirían al país tener un mayor control sobre la inflación, como la reducción o eliminación del impuesto único a las gasolinas; si conviene eliminar el monopolio de la comercialización de los combustibles o si, en cambio, se deben realizar las inversiones necesarias para que la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) desarrolle “proyectos serios” de biodiésel o ethanol; y atender las pérdidas del Banco Central, pues influyen en el tipo de cambio y aumentan la inflación.



Economista Rudolf Lucke:

  “La inflación llegaría al 3% al finalizar el año”

Propone discutir varios temas controversiales, pero que influyen directamente en el aumento de los precios en Costa Rica.

María Flórez-Estrada Pimentel

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Economista Rudolf Lucke: “Las posiciones comerciales del actual presidente no son claras, lo cual genera incertidumbre”

UNIVERSIDAD consultó la opinión del economista Rudolf Lucke, del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas, de la UCR, acerca de los factores que influyen en el aumento de la inflación y de lo que tiene que cambiarse en el país para aprovechar una reactivación internacional que no deja de ser incierta.

La aceleración de la inflación en Costa Rica, según las cifras de abril, se debe sobre todo al incremento en los precios internacionales de los combustibles y a un fortalecimiento del dólar. ¿Esta situación, es novedosa o se considera como la normalidad para Costa Rica cuando cambian las condiciones externas?

-En efecto, el incremento en los precios es principalmente explicado por el aumento en los precios de los combustibles. Si desagregamos los bienes y servicios regulados vemos que los rubros de gasolina, diésel, y combustible para vehículo son los grandes generadores de este impacto. De hecho, el resto de bienes y servicios regulados tales como arroz, agua, electricidad, autobús, taxi y servicios telefónicos no ha mostrado un incremento significativo, por lo que el mayor impacto proviene de combustibles. La razón principal de este aumento es que internacionalmente el precio del combustible refinado, que es el que compra Costa Rica al no poder refinar, ha aumentado, mientras que el precio del petróleo crudo ha bajado, lo que genera que entre mayo del 2016 y 2017 las gasolinas súper y plus 91 aumentaran en más de un 50% su precio en planteles.

¿Si usted tuviera las potestades necesarias, qué cambiaría y por qué?

-Para evitar estos aumentos en precios como los que estamos observando, producto del ajuste en el precio de los combustibles, podríamos realizar diversos ajustes, algunos muy drásticos y de difícil ejecución, y otros más sencillos. Un ajuste básico, pero que generaría un problema de financiamiento para el gobierno, sería la reducción o eliminación del impuesto único a las gasolinas, que hoy en día corresponde a cerca del 40% del precio final pagado por el consumidor. Es importante aprovechar la coyuntura fiscal, pues de darse una reforma fiscal, esta podría ajustarse a la eliminación del impuesto a los combustibles y de esta forma esos recursos obtenerlos mediante otros impuestos menos distorsionantes.

Otro punto que Costa Rica debe discutir como país es el tema de la refinación, el monopolio de la comercialización y las energías limpias, pues si eliminamos el monopolio de Recope y se permite competencia en la importación y comercialización de combustibles, tanto a nivel de importadores como a nivel de expendedores, podríamos ver reducciones en los precios. Por otro lado, una medida alternativa y de mayor plazo sería realizar las inversiones relevantes para que Recope logre implementar proyectos serios de biodiésel o etanol, lo cual podría tener un impacto favorable en el mediano plazo.

Otra recomendación que sería relevante tomar en cuenta es la reducción de la inflación mediante una capitalización del Banco Central. En tanto las medidas del Banco Central sigan aumentando, la presión cambiaria existirá y ajustes internacionales en los precios claramente generan impactos considerables en los costos domésticos, especialmente de los productos importados, lo que acelera la inflación.

Eduardo Prado, gerente del Banco Central: “Urge buscar consensos nacionales sobre una reforma fiscal estructural”

¿De continuar la tendencia actual en la aceleración de la inflación, le será posible al Banco Central cumplir con la meta de su Programa Monetario de no sobrepasar el 4% anual?

-Sí, es muy posible que se encuentre alrededor del 3% al finalizar el año. La tendencia de los precios pareciera aumentar y, por lo tanto, es de esperar que sea superior a años anteriores. No obstante, el incremento no pareciera ser suficiente para superar el 4%.

Revisando el comportamiento de la inflación en el resto de países del área, según los datos de abril del Consejo Monetario Centroamericano, la inflación se acelera en todos ellos, pero a un menor ritmo en El Salvador, mientras que a un mayor ritmo en Honduras. ¿Cuáles países de la región considera usted que están en mejores condiciones internas para encarar los cambios de la situación externa y por qué?

-Existe un claro efecto cambiario a nivel internacional, donde aquellos países dolarizados como El Salvador registran menos impacto en el incremento en los precios que los que mantienen sus propias monedas y pueden devaluar. Además, el nivel de actividad económica juega un papel importante sobre los precios. Conforme la actividad económica aumente, se generan presiones de demanda que tienden a aumentar los precios, situación que genera estas diferencias entre los países de área.

Hablando un poco de pronósticos. ¿Cree usted que la reactivación económica en los EE.UU. es sostenible? ¿Qué podría afectarla y qué debe hacer Costa Rica para surfearla adecuadamente o incluso aprovecharla?

-La reactivación de la economía en los Estados Unidos actualmente es bastante incierta. Las posiciones comerciales del actual presidente no son claras, lo cual genera incertidumbre. No obstante, Costa Rica debiera aprovechar que parte del proyecto de la nueva administración en los Estados Unidos es fortalecer la economía y, por ende, se espera que el dólar aumente de valor. Esta condición hace que los productos nacionales se abaraten a los ojos del extranjero y podría dinamizar aun más el sector externo y turístico nacional.



 

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