País Cierre del PLN en primera ronda electoral  

La celebración se apagó en el Balcón Verde

La noche del domingo pasado en el  Balcón Verde lo que iba a ser una celebración por el anhelado (y postergado) regreso a un triunfo...

La noche del domingo pasado en el  Balcón Verde lo que iba a ser una celebración por el anhelado (y postergado) regreso a un triunfo en la elección presidencial, terminó en abrazos pero con lágrimas y amargura entre dirigentes y seguidores.

La imagen del televisor que transmitía los resultados oficiales de la votación enterró definitivamente los restos de esperanza de pasar a la segunda ronda y evitar una desastrosa derrota que dejara al partido más longevo del país en terapia intensiva.

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El PLN no solo quedó por fuera de la segunda vuelta superado por Acción Ciudadana, sino que recibió menos votos que en el 2014, mientras que su bancada legislativa también disminuyó, al pasar de 18 diputados, en la actualidad, a 17 diputados electos para el próximo periodo.

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Cerrado el telón de las mesas electorales en todo el país a las seis de la tarde, en la emblemática sede del Partido Liberación Nacional (PLN), en Sabana Oeste, tocaban estridentes ritmos tropicales que invitaban a celebrar, pero los ánimos no estaban para bailes.

Los presentes, vestidos en su mayoría con los colores verde y blanco de la divisa liberacionista, estaban más concentrados en la espera de la hora en que la pantalla sobre el escenario mostrara la sesión solemne del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) con los primeros datos del escrutinio de votos.

Faltaba más de media hora para que empezara la anunciada trasmisión a las ocho de la noche, cuando un rumor a media voz empezó a circular entre algunos de los presentes: a Liberación no le alcanzaban los números para pasar a segunda vuelta.

Llamativamente, las figuras de la campaña no se habían dejado ver allí. ¿Sería cierta la noticia?

Al fin hizo acto de presencia el diputado Ronny Monge, presidente de la comisión que investiga los créditos bancarios, quien dijo desconocer qué resultados manejaba el partido. Sus colegas Paulina Ramírez y Rolando González llegaron luego, tampoco soltaron prenda. No hay resultados definitivos, aseguraban.

El ambiente se iluminó con el primer reporte que leyó en pantalla el presidente del TSE, Luis Antonio Sobrado: el  PLN ocupaba el primer lugar de la elección presidencial, sobre los otros 12 partidos participantes. Vítores, aplausos, abrazos y banderas verdiblancas que se agitaron. Subió el volumen del “Corrido a Pepe Figueres” cantando a las gestas liberacionistas (“allá en la Lucha y en San Cristóbal”).

Pero la algarabía duró solo unos minutos. Pronto, los siguientes reportes del Tribunal cayeron como baño de agua fría: en el primer lugar se posicionaba el candidato evangélico Fabricio Alvarado (Restauración Nacional) y en el segundo el oficialista Carlos Alvarado (Acción Ciudadana), dejando fuera de la segunda ronda al PLN, el partido más longevo de Costa Rica, con más de medio siglo de tradición.

La noticia era difícil de digerir para los partidarios convencidos del relato de campaña sobre la inminencia del triunfo para el partido que dice representar la socialdemocracia.

La espera del anunciado discurso – ya no de victoria – del candidato Antonio Álvarez se hizo larga. Hacia las diez de la noche finalmente el abogado, empresario y expresidente legislativo subió al escenario y entre aplausos de los resignados seguidores reconoció la derrota, asumió la responsabilidad de que Liberación Nacional no pasara a la segunda ronda, y felicitó a los dos contendores victoriosos.

“Debo decirles con la mano en el corazón, con transparencia, con franqueza, que no vi venir que en tres semanas Fabricio pudiera pasar del 3% al 26%, tantos años en mi vida política, no vi que eso iba a pasar, así que asumo la responsabilidad.”

A su lado estaba su esposa Nuria Marín, el jefe de campaña Francisco Chacón, el gerente de campaña y candidato a diputado Carlos Ricardo Benavidez, entre otros colaboradores a quienes agradeció por su nombre.

Ahí hizo ver que había llegado al proceso electoral lleno de ilusión, pensando que llevaba una excelente propuesta para los costarricenses, pero el pueblo tomó otra decisión y debía respetarse, aunque “eso no significa que las banderas que levantamos no son buenas y convenientes para Costa Rica.”

Prometió que “el primero de mayo la fracción de Liberación Nacional estará a la par de la persona que sea electa Presidente de la República para apoyarlo, porque Costa Rica tiene una condición difícil que requiere que todos nos sumemos para sacarla adelante, que apoyemos los cambios que hay que impulsar porque Costa Rica merece vivir mejor”.

Fue breve el discurso y la reunión comenzó a dispersarse luego de que dirigentes y partidarios intercambiaron saludos y abrazos, con ojos llorosos algunos de ellos.

Presente en el lugar, el alcalde de San José y excandidato presidencial, Johnny Araya, dijo que él había confiado en que la posición más equilibrada del PLN respecto a otras propuestas pudiera salir adelante, pero eso no sucedió. Entre otras razones porque dio una contienda electoral polarizada alrededor del tema del matrimonio entre personas del mismo sexo, consideró.

Ahora el partido debe hacer un profundo análisis para refundarse, debe hacer un balance de lo que ha sido su historia y ver más hacia el futuro para reinventarse, sugirió el alcalde josefino, que protagonizó la derrota liberacionista de la campaña anterior, cuando siendo el candidato abandonó la lucha por la Presidencia frente al actual mandatario Luis Guillermo Solís en la segunda ronda.

Por su parte, el diputado González atribuyó el nuevo fracaso tanto a factores internos como a factores externos que no dependen de la agrupación.

Señaló que la  opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el matrimonio gay cambió el escenario político, y que eso no es culpa del PLN.

González no compartió los vaticinios de que una derrota consecutiva y no pasar a segunda ronda significaría la desaparición del PLN como partido protagonista en la política nacional, según lo afirmó en enero del 2017 el expresidente Óscar Arias.

No obstante, para González “cuando uno pierde una candidatura eso no significa que terminó su vida política. Eso solo ocurre si uno quiere quedarse vencido. Si se levanta puede revivir. Eso ha ocurrido con muchos partidos políticos en el mundo entero”, comentó.

Ahora Costa Rica tiene nuevas opciones y ahí se crea a un nuevo espacio político, “será el reto de Liberación Nacional si se reinventa y renace o si se dedica a lamerse las heridas”, remató el diputado.

No habían pasado 24 horas desde el cierre de la votación, cuando en las tiendas liberacionistas se empezaron a dibujar fracturas, con figuras exigiendo cuentas de la cúpula dirigente por el desastre político, de que por primera vez desde en sus 66 años de vida el partido dejara de ser una de las dos principales opciones del electorado.

(Según indicaban los más recientes cómputos del TSE, el evangélico Fabricio Alvarado obtuvo un 24,9% de los votos, el oficialista Carlos Alvarado 21,6% y Álvarez terminó en tercer lugar con un 18,6%. El PLN no solo quedó por fuera de la segunda vuelta superado por Acción Ciudadana, sino que recibió menos votos que en el 2014, mientras que su fracción legislativa bajó de 18 a 17 diputados).

El exministro de Seguridad y exprecandidato liberacionista, Fernando Berrocal, fue uno de los primeros en protestar. En un mensaje dirigido al comité ejecutivo del partido manifestó que “visto el total fracaso del grupo político y económico que controla la cúpula y dirigió la campaña del PLN en estas elecciones nacionales”, él asume que, ya sin candidato y sin el partido en la palestra pública, los liberacionistas están ahora en total libertad para expresar sus puntos de vista y hacerlos públicos.

Esto para hablar “sobre la más inocua, intrascendente y superficial campaña realizada por el Partido Liberación Nacional, así como la suma de errores garrafales cometidos por esa cúpula de poder político y económico, en esta aplastante y vergonzosa derrota electoral, solo comparable a la que generó la traición del año 2014”.

La exministra de Salud María Luisa Ávila escribió en su cuenta de Twitter que Antonio Álvarez no representa al PLN. También lanzaron dardos figuras como el exministro de Educación y expresidente legislativo Francisco Antonio Pacheco, cercano al expresidente Óscar Arias, que respaldó la candidatura de Álvarez.

Pacheco declaró al diario La Nación que después de la derrota electoral del domingo, todas las autoridades del partido deberían renunciar, para analizar qué sucede dentro del partido más antiguo de Costa Rica y para relanzarlo.

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