Comprender lo escandaloso de las actividades del bufete Mossack Fonseca, en el contexto de un mundo agobiado por la desigualdad económica y la impunidad que gozan los “ricos y poderosos”, fue lo que llevó a la persona conocida por el seudónimo de “John Doe” a filtrar más de 11 millones de documentos de esa firma legal panameña.
Así lo explicó esa fuente anónima a través de un manifiesto publicado el pasado 6 de mayo por el periódico alemán Süddeutsche Zeitung, medio al que originalmente filtró la información que después fue publicada por miembros del Consorcio Internacional de Periodismo Investigativo (ICIJ, por sus sigla en inglés) y que UNIVERSIDAD sigue divulgando en Costa Rica.
“Uno de los más importantes temas de nuestro tiempo es la desigualdad en los ingresos, la brecha entre pobres y ricos. Nos concierne a todos, en todo el mundo”, escribió John Doe en el diario alemán. Añadió que la respuesta al porqué de esa situación fue expuesta con los papeles de Panamá: “la corrupción cotidiana y generalizada”.
Cabe destacar que desde este lunes 9 de mayo el ICIJ puso a disposición del público una base de datos de unas 214.000 entidades offshore cuyas actividades fueron denunciadas en los papeñes de Panamá. Se puede consultar en el sitio Offshoreleaks.icij.org.
“INTERESES CRIMINALES”
La fuente puntualizó que Mossack Fonseca “es más que una simple ruedita en el engranaje” de la “gestión de fondos”, pues “utilizó su influencia para dictar y evadir leyes en todo el mundo y así a lo largo de décadas impuso intereses criminales”.
John Doe se refirió a uno de los argumentos más usados tanto en Costa Rica como en el mundo para justificar haber hecho negocios con este bufete: “Ramón Fonseca y Jürgen Mossack quieren hacernos creer que las empresas fantasma que regenteaban son como automóviles: el vendedor no es responsable si el carro es utilizado para cometer un crimen”.
“Sin embargo -agregó-, los vendedores de autos usados no hacen ninguna ley, y una mirada cuidadosa muestra que las empresas fantasma vendidas por Mossack Fonseca podrían considerarse autos muy especiales, como si fueran fabricados con mucho estilo para el fraude”.
Apuntó además que los Papeles de Pánama demuestran “sin lugar a dudas” que incluso cuando esas empresas fantasma no son por definición ilegales, “sirven al efecto de cometer una amplia gama de crímenes mucho peores que la evasión de impuestos”.
“WHISTLEBLOWERS”
Tras aclarar que no trabaja para ningún gobierno ni servicio secreto, ni que haya realizado la filtración por encargo de nadie, llamó la atención a que los medios de comunicación se han concentrado en el escándalo ante el tipo de prácticas que se consideran legles y son permitidas.
“Pero no debemos perder de vista otro punto importante: el bufete, sus fundadores y funcionarios han quebrantado conscientemente innumerables leyes, en todo el mundo y de manera repetida”, añadió, haciendo un llamado para que las denuncias periodísticas se traduzcan en acciones concretas para llevar los responsables a la justicia en los diferentes países.
John Doe además se refirió al tema de la protección que deben recibir las personas que filtran documentos para denunciar prácticas ilegales, criminales o contrarias al interés público, o “whistleblowers”, como es el caso suyo o de los analistas de inteligencia Edward Snowden o Chelsea Manning.
Apuntó que esos “whistleblowers” que “han hecho lo correcto para denunciar delitos”, deben contar con inmunidad ante la ley. “Mientras los gobiernos no garanticen protección ante la ley para whistleblowers, las autoridades dependerán de sus propias fuentes de información o de informes mediáticos para acceder a los documentos necesarios”.
Hacia el final de su manifiesto John Doe recordó que “en el pasado fue necesario el poder militar para reprimir a las personas, mientras que hoy tanto o más efectivo es cortar el acceso a la información”, reflexionó al respecto.
Así, ponderó que “vivimos en un tiempo en el que el almacenamiento ilimitado de datos y la rápida conexión a Internet cruzan las fronteras nacionales”, de manera que “parece evidente que la próxima revolución será digital. Quizás ya comenzó”.
Información liberada
Desde el 9 de mayo el Consorcio Internacional de Periodistas Investigativos (ICIJ, 0por sus siglas en inglés) hizo público el acceso a los documentos ya conocidos globalmente como Papeles de Panamá, o Panama Papers.
La información ya está disponible a través de la dirección Offshoreleaks.icij.org, el cual da la posibilidad de buscar a personas específicas limitando la búsqueda a su país de origen o a alguna jurisdicción offshore particular.
Sin embargo antes de accesarla se debe tener claridad respecto a varios elementos.
En primer lugar el ICIJ decidió no publicar la totalidad de los 11,5 millones de documentos, sino que la mayor parte de la información proveniente de los datos ya “estructurados” en hojas de cálculo en un formato visual similar a las herramientas del sitio Linkurious.
La información sin procesar también estará disponible para ser bajada.
Además de los documentos filtrados al bufete Mossack Fonseca, ICIJ también incluirá información de más de 100 mil empresas offshore que el Consorcio ya había difundido en junio del 2013, denominada Offshore Leaks, con lo cual ICIJ espera mostrar probables conexiones entre ambos casos.
En realidad, lo que el ICIJ pone a disposición es una base de datos basada en la información de 320 mil empresas ligadas a los escándalos de los Papeles de Panamá como a los Offshore Leaks.
La información sólo estará disponible en inglés y aún se trabaja en que sea posible empotrar una liga al sitio desde diferentes páginas web. Además el ICIJ agradece la disposición de quienes quieran diseñar diferentes visualizaciones de la información, sin embargo solicita que antes de hacer cualquier publicación en ese sentido para asegurarse de que se hagan suposiciones o inferencias correctas a partir de la información, de manera que o haya contradicciones.
