País Inmueble sede del Comité Olímpico Nacional

Jurgüen Mossack presidía sociedad dueña de casa de Caro Quintero en Costa Rica

Socios de Mossack Fonseca pidieron inmediata renuncia de sus colaboradores a la sociedad dueña de la casa que perteneció al narcotraficante mexicano.

La mansión que alguna vez alojó al narcotraficante Rafael  Caro Quintero en Coronado  y que hoy alberga las oficinas del Comité Olímpico Nacional,  se mantuvo resguardada por mucho  tiempo bajo una sociedad que presidía Jurguen Mossack, uno de los  dueños del bufete panameño Mossack  Fonseca.

La referencia a la participación  de Mossack en la sociedad del narcotraficante se encuentra en un intercambio de correos que forma parte  de la filtración de documentos del  bufete panameño al que tuvo acceso  UNIVERSIDAD por medio del Consorcio Internacional de Periodistas  de Investigación (ICIJ).

En marzo del 2005, el colaborador de Mossack Fonseca, Rigoberto  Coronado, informó que recibió la  visita del entonces presidente del  Comité Olímpico Nacional (CON),  Jorge Nery Carvajal; junto con el  secretario general, Adrian Pearson.

Según Coronado, Juguen Mossack era entonces el agente residente y presidente inscrito de la sociedad panameña Compañía Monte Carlo S.A,  la cual asegura que fue “sacada” de  los controles del bufete en 1987, junto a  otra sociedad denominada Financiera  Monte Carlo S.A.  Compañía Monte Carlo S.A era  entonces la dueña inscrita de la casa  en Coronado, que ya en ese entonces  estaba ocupando el CON, por lo que  Carvajal y Pearson se acercaron a los  “dueños registrales” para solicitar la  donación de la casa.

“Parece que el dueño real de ese  inmueble y por ende de la sociedad, era  un narcotraficante de nombre Rafael  Caro Quintero, preso en México por  ese delito”, dice Coronado en su correo  electrónico del 21 de marzo del 2005.

“De alguna forma, el gobierno de  México dispuso que los bienes con- fiscados a Caro Quintero pasaran al  gobierno de Costa Rica, quien luego  asignó el inmueble al Comité Olímpico, pero no han podido en la práctica  inscribirlo a su nombre y se enfrentan  a un largo proceso para hacerlo”, añade  el abogado de la firma panameña.

Según Coronado, Carvajal y Pearson explicaron que el entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia,  Luis Paulino Mora, les había sugerido  hablar con los directivos de la sociedad  dueña del inmueble para explicar la  situación y pedir que la casa fuera  donada al Comité para evitarse “el  complicado proceso” en Costa Rica.

“Les expliqué que jurídicamente no  podíamos hacerlo porque no es un bien  de los directores, sino un bien social  y que ese tipo de decisiones deben ser  aprobadas por los accionistas, entre  otras obligaciones que tenemos”, dice  Coronado a sus jefes Jurguen Mossack,  Ramón Fonseca y Chris Zollinger.

Renuncia.

Según Rigoberto Coronado, los  directores de la sociedad dueña de la  sede del CON eran Juguen Mossack,  Diva de Donaldo y María Buyacán.

La respuesta de los dueños del  bufete no se hizo esperar, porque  Ramón Fonseca solicitó la renuncia  de los miembros de su bufete a esas  sociedades y dar los datos, de manera  verbal, del cliente en Costa Rica que  solicitó la apertura de las sociedades.

“Pablo Escobar era un niño de pecho al lado de R. Caro Quintero. ¡No  quisiera estar entre los que vaya a visitar después de que salga del presidio!”,  escribió Jürguen Mossack.

Caro Quintero fue arrestado en  Costa Rica en 1985 y luego de 28 años  en prisión fue liberado el 9 de agosto  de 2013, pero ahora es requerido por  autoridades estadounidenses que le  atribuyen la muerte del agente de la  DEA, Enrique Camarena Salazar.

Pese a que existe una ley que en  Costa Rica le asigna al CON uno de  los bienes de Caro Quintero, hasta el  momento la organización no ha logrado  concretar la inscripción de la casa a  su nombre.

Suscríbase al boletín

Ir al contenido