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Jóvenes se manifiestan contra alzas en pasajes de bus de entre ¢5 y ¢620 por ruta

Estudiantes vuelven a protestar por el impacto del aumento que la Aresep atribuye al encarecimiento de los combustibles en el segundo semestre de 2022 y al ajuste en los salarios mínimos para 2023.

Un grupo de jóvenes se manifestó hoy frente a Casa Presidencial para denunciar las alzas en los precios de los pasajes de buses en todo el país y la mala calidad del servicio y para exigir un cambio en la fijación del modelo tarifario por parte de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).

Michelle Granados gasta ¢1.255 en pase de bus para venir de Loma Larga de Corralillo, en Cartago, a San José, en un trayecto que dura una hora. La estudiante de la Universidad de Costa Rica (UCR) gasta aproximadamente ¢3.000 al día en pases desde su casa a San José y luego a San Pedro, ida y vuelta.

Granados contó que además del alza, los buses de esa ruta tienen un servicio de muy mala calidad con “buses que se quedan varados o sin frenos” y que “se les mete el agua por el techo”.

Asimismo, los horarios “son horribles”. La joven dijo que antes de la pandemia había un horario nocturno de 7pm, de 8:30 y de 10:30pm de San José a Loma Larga; pero que ahora eliminaron el de 8:30pm por lo que si alguien sale del trabajo y no llega a tiempo al bus de las 7pm debe esperar al último bus para regresar a la casa.

El 9 de marzo entró a regir un ajuste de un 5.18% en las tarifas de 187 rutas en todo el país, como parte del primer ajuste extraordinario del año 2023, anunció la Aresep.

Los aumentos van desde los ¢5 hasta los ¢620 y “obedece al aumento en los precios de los combustibles en el segundo semestre de 2022 y al ajuste que hubo en los salarios mínimos para 2023”, informó el intendente de transporte de la Aresep, Edward Araya.

Araya agregó que sólo están aplicando el aumento el 50% de las rutas, que son las que están al día con los requisitos legales como Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y Ministerio de Hacienda, entre otros.

El viernes pasado estudiantes de Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (FEUCR) y de la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional (FEUNA) también bloquearon calles de San Pedro y Heredia en protesta contra el alza de las tarifas de los autobuses.

La segunda acción de protesta

Los jóvenes afirmaron que no se van a detener hasta que se cambie el modelo tarifario de la Aresep, mientras corearon “No hay plata para arreglar los buses, pero sí para financiar las campañas” y “buses que se queman y un gobierno que los coopera”.

La estudiante de la Universidad Nacional (UNA) Nicole Villalobos explicó que la preocupación de la población sobre el transporte público viene desde el año pasado pero que hasta ahora se articularon los distintos movimientos, ya que la reciente alza fue la gota que derramó el vaso para el movimiento estudiantil.

“Ha sido un aumento muy grande y para los estudiantes de la UNA ha sido muy complicado porque algunos han tenido que escoger entre comer o desplazarse. Las tarifas no son accesibles para una gran parte de la población”, dijo Villalobos, quien enfatizó que la protesta es contra el alza de pasajes en todo el país porque esta “es una realidad que afecta a todos los costarricenses”.

“Este plantón es porque, no solo las tarifas aumentan, sino que el servicio público no es digno, no hay buenos horarios, las unidades están en malas condiciones y los aumentos son muy seguidos, señaló Villalobos y añadió que exigen un modelo justo y una reforma de parte de Aresep”.

Mientras que Karen Marín Argüello, presidenta de la FEUCR, dijo que las demandas son que bajen las tarifas, que haya un mejor servicio con mejores horarios y accesible para las personas con discapacidad.

Marín destacó que otra demanda es que saquen las becas de la Regla Fiscal, con el proyecto de ley 23.108, “Ley de protección de la inversión pública y otras ayudas para población estudiantil”.

“Al final, muchas personas estudiantes, no solo de universidad, sino de muchos niveles, pueden acceder al transporte público a través de una beca” y con la regla Fiscal el presupuesto para las becas no puede aumentar, porque la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas lo califica como gasto, explicó Marín.

Los jóvenes afirmaron que no se van a detener hasta que se cambie el modelo tarifario de la Aresep, mientras corearon “No hay plata para arreglar los buses, pero sí para financiar las campañas”. (Foto: Katya Alvarado)

Jóvenes del Partido de los Trabajadores que participaron en el plantón indicaron en un comunicado que “lo que viven las personas trabajadoras, estudiantes de todos los niveles y pueblo en general en los autobuses es una situación de profunda precarización por autobuses deteriorados, algunos que se incendian solos, precios altísimos que no guardan proporción con nada, una pésima regularidad, así como una pésima seguridad que permite el aumento de la violencia delincuencial; pero también el acoso y la violencia contra las mujeres en particular, que cotidianamente se ven amenazadas en las paradas y en los mismos buses”.

José Ángel Zamora, estudiante de la UCR, dijo que el bus de Barrio Escalante a San Pedro subió de ¢475 a ¢500 la semana pasada; pero que eso se suma a un aumento escalonado que ha tenido el pasaje en esa ruta desde 2018, cuando costaba ¢270.

“Es un aumento arbitrario para la economía de un universitario”, expresó el joven, que asiste cuatro días a la semana a la Universidad.

Jóvenes protestaron este 17 de marzo frente a Casa Presidencial por alza en los pasajes de 187 rutas de bus en todo el país. (Foto: Katya Alvarado)

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