País

Joven denuncia agresión por odio a la comunidad LGTBI

“Hay muchas cosas que están haciendo que esas personas que ya sienten odio además se sientan apoyadas hasta por personas que aspiran a la Presidencia".

Jonathan Villalobos es empleado de una entidad bancaria, por lo que sigue la típica rutina de cualquier persona que sale cada tarde de su trabajo. Sin embargo, este lunes vio interrumpido su camino a casa, cuando un grupo de personas le detuvo para gritarle, ofenderlo y amenazarlo por marchar por las calles de San José con una camiseta alusiva a la comunidad LGTBI, según el mismo denunció.

La primera denuncia la realizó vía Facebook y en conversación con UNIVERSIDAD reiteró su miedo por una muestra de un odio que siempre ha estado ahí, pero que hoy parece más reforzado por la crispación de algunas agrupaciones políticas y religiosas ante la reciente opinión consultiva de la Corte IDH.

Lea también: Corte IDH: Costa Rica debe garantizar matrimonio igualitario

Sobre lo ocurrido, asegura que se trató de “un asalto de su paz”, efectuado por un grupo de personas que “en nombre de Dios” se encargaron de increparlo por utilizar una camiseta alusiva a la comunidad LGTBI.

“Yo salí de mi trabajo, fui a unas clases de zumba y llevaba puesta una camiseta alusiva a la comunidad LGTBI; yo nunca había sentido temor de tenerla o de andar con ella, pero con todo esto que está sucediendo y con la forma en la que se está utilizando el tema, debo admitir que sentía un poco de miedo”, apuntó Villalobos.

“Salí del Banco a eso de las 7 o 7:30 de la noche y para llegar a mi casa debía cruzar por varios lugares en los que uno creería que puede encontrarse personas gay. No sé si ellos (quienes le agredieron) tenían planeado salir a dar vueltas por esos lugares, pero por ahí quedaba mi casa (…) yo tenía que pasar por ahí y lo cierto es que me dijeron de todo”, subrayó.

Sobre el momento de la agresión, Villalobos dice que recuerda pocos detalles de las personas, pero uno llevaba una vestimenta alusiva a alguna especie de líder o pastor, quien vestía de saco y portaba un bastón. También, recuerda cómo sus acompañantes se trataban de “hermanos” y “hermanas”.

“Venían hablando de Dios, uno de ellos se puso frente a mí, me detuvo y me dijo que ojalá Fabricio (Alvarado) quede presidente para que pueda mandar a matarnos a todos, que no tenemos ningún derecho y que el infierno sería lo más fino que nos podría pasar”, recuerda.

“Todo lo que dijo (“el líder”) son cosas que yo jamás esperaría, y eso que me han dicho de todo”, puntualizó, en medio de una conversación en la que detalló que ni el bullying recibido en otros momentos le había producido el mismo temor que ver a esas personas cuando le arrinconaran “utilizando a Dios para juzgar de esa manera”.

Esta es una actitud que, en su criterio, se ha propagado en los últimos días como parte de la campaña electoral, época que algunos candidatos conservadores y abiertamente religiosos se han encargado de proponer como un campo de batalla para validar o no los derechos humanos de la población LGTBI.

Al respecto, Villalobos comentó que si bien “el odio siempre ha existido”, el problema es que ahora muchas personas “se sienten apoyadas por políticos”, lo que hace que sientan el “derecho” a discriminar de manera deliberada.

“En este caso, decían que ojalá ganara Fabricio Alvarado, pero yo no soy politiquero, yo no publiqué eso para hacer política o por hacerle un daño a la imagen de nadie, lo publiqué porque sentía miedo. Yo jamás pensé que Costa Rica estuviera tan mal, que hubiera una reacción de tanto odio por una declaración de la Corte”, señaló.

Sobre la posibilidad de imponer una denuncia penal, asegura haberlo meditado, pero no haberlo hecho —hasta el momento— por el temor y por haber olvidado ciertos detalles “por el susto”.

Aseguró que su objetivo es evitar el sentimiento de culpa, pues sabe que el problema no fue utilizar su camiseta alusiva, si no la reacción de las personas que —en plena vía pública— se detuvieron para rechazarle.


Fabricio Alvarado: “En los dos lados hay extremos peligrosos que deben acabarse”

Ante las acusaciones de crear “un ambiente de odio”, el candidato por el Partido Restauración Nacional (PRN), Fabricio Alvarado, aseguró a UNIVERSIDAD que esa nunca ha sido su intención, a pesar de que no esconde su clara posición contra la reciente opinión consultiva de la Corte IDH, a la que define como “una intromisión”.

No obstante, destacó que su intención siempre ha sido discutir las diferencias en un ambiente “democrático” y no desde el odio, algo que califica como una forma en la que se ha buscado “desacreditar” sus posiciones.

“Nuestro discurso siempre ha sido muy claro, seguir debatiendo esto con respeto y seguir entendiendo que las posiciones que cada quien tenga son muy respetables independientemente de que estemos de acuerdo o no con ellas”, apuntó Alvarado.

“No hay odio, o algo que de nuestra parte esté aceptando o validando ningún tipo de agresión. Al contrario, hacemos un llamado a ambas partes —porque aquí se ha querido hablar de sólo una parte— se respeten  (…) por ejemplo, hoy yo andaba por la calle y alguna persona me lanzó algunos gritos, insultándome y ofendiéndome, cuando estaba haciendo un reportaje con Canal 6″, destacó.

En esta línea, aceptó que “en los dos lados hay extremos peligrosos que deben eliminarse porque no le hacen bien a la democracia o la discusión sobre el tema, en el que es lógico que haya posiciones encontradas y diferentes como en muchos otros más”.

Por último, y sobre la denuncia reportada, aseguró que “en primer lugar habría que determinar si es cierto o no lo que esta persona está diciendo”, pues los más recientes hechos han provocado un crecimiento importante de su propuesta política que —desde su punto de vista— ha desembocado en “una serie de ataques de todo tipo” hacia su persona y hacia el partido político que representa.

“Yo no puedo dar validez a una persona que nada más dice que algo pasó, pero no aporta pruebas. Además, creo que quienes pueden ver mis intervenciones podrán comprobar que no tengo un discurso de promoción al odio o a la agresión, ese no es mi estilo, hemos llamado al respeto”, apuntó.

“No estoy diciendo que este sea el caso, como digo, no sé si tiene pruebas o no, pero si tiene, me parece que lo correcto es que las presente ante las autoridades correspondientes, porque de mi parte no apruebo ningún tipo de agresión por parte de mis seguidores”, puntualizó.

A este último mensaje añadió que —según ha percibido— su posición “nunca ha sido en contra de la comunidad LGBTI” sino contra la Corte IDH y sus procedimientos, esto a pesar de que siempre ha manifestado su rechazo a lo decidido por el organismo.


Larissa Arroyo: “Estas agresiones no son algo nuevo”

Para la abogada especialista en Derechos Humanos, activista en temas de género y asesora jurídica del Frente por los Derechos Igualitarios (FDI), Larissa Arroyo, los hechos denunciados por Villalobos son una representación más de los discursos de discriminación que siempre han existido y van más allá de la opinión consultiva de la Corte Interamericana o de la campaña política.

Según Arroyo, se trata de una realidad que trasciende el contexto actual, en el que simplemente aparecen estos factores como fenómenos que agitan a la sociedad y que le dan motivos a ciertos sectores para perpetuar sus formas de rechazo a ciertas reivindicaciones sociales.

En esta línea, comentó que este tipo de agresiones son “algo que ha pasado siempre” y que, si bien se podría decir que esto está ocurriendo por la opinión de la Corte, eso sería “totalmente falso”, porque más bien parece consecuencia de un mayor “empoderamiento para hacer las denuncias” sobre algo que se repite.

“Todo este tema de la discriminación es algo que siempre hemos tenido, siempre, lo que sí pasa es que no siempre las víctimas han sido conscientes de que es violencia o discriminación, de cuáles son sus derechos o de que pueden hacer una denuncia”, subrayó.

Por otra parte, eso sí, aceptó que “hay una cuestión partidaria de por medio”, pero que simplemente sirve como una plataforma para la exaltación de los ánimos. “Son como partidos de fútbol”, acotó en esta línea.

No obstante, Arroyo sí considera  a las figuras políticas un factor importante, pues —si bien se trata de un asunto estructural— “hay figuras políticas que lo que hacen es exacerbar esos odios, esas intolerancias y no sólo en el tema LGTBI”.

“Cuando tenemos figuras políticas que lo que hacen de alguna manera es decir ‘yo estoy de este lado y usted está del otro lado’, es decir polarizar o dividir, realmente lo que hacen es hacerle un daño gigantesco al país y a la sociedad porque son discursos vacíos para acceder al poder y sostener sus desigualdades”, puntualizó.


 

Suscríbase al boletín

Ir al contenido