Existen elecciones verdaderamente reñidas y elecciones casi protocolarias. Un ejemplo de esta última: la segunda ronda de los comicios presidenciales del 2014, luego de que Johnny Araya se retirara como candidato del Partido Liberación Nacional (PLN) y quedara el actual presidente, Luis Guillermo Solís, como único postulante. Finalmente recibió 77% de los votos.
Otro caso de estudio: las elecciones del 2010 por la Municipalidad del San José, donde el entonces alcalde –quien dirigía el cantón desde 1991– buscaba un cuarto período en el cargo. Con su partido de toda la vida, el PLN, Araya arrasó con 61% de los votos y se mantuvo en el poder josefino.
Seis años después de aquella elección municipal y tras perder la contienda por la Presidencia de la República, Araya quiere volver a su antiguo puesto. Las caras y los partidos han cambiado y la lucha por la alcaldía josefina es dominada por una pregunta: ¿puede más un nombre o una bandera?
Es decir, ¿veremos una elección verdaderamente reñida entre el hombre y su antiguo partido o será una barrida, de un lado o del otro?
Los antecedentes señalan hacia una de estas opciones, pues la participación de otras agrupaciones en la lucha por los puestos municipales en el cantón de San José ha sido marginal comparado con el PLN.
Consultado sobre la posibilidad de que algún exalcalde liberacionista triunfe en algún cantón con otra bandera, como podría pasar con Araya y el partido Alianza Por San José, el presidente del PLN, Fernando Zamora, le restó importancia.
“En el caso que en algún cantón no se diera (nuestra victoria) y ganara alguien que lo hizo (en el pasado) bajo el cobijo de Liberación Nacional, siempre será una victoria pírrica y momentánea. Es difícil cosechar con una siembra de ese tipo; la cosecha no tiene sustento”, dijo Zamora a UNIVERSIDAD.
La campaña por las elecciones municipales en San José terminó casi apenas se retiró Johnny Araya de la segunda ronda, en el 2014, pero pronto encontró pared: su propio partido le prohibió ejercer cargos públicos, exiliándolo de los comicios del 2016.
En la acera liberacionista, el contrincante de Araya será el abogado y exdiputado (en el período 1982-1986) Guido Granados.
Su candidatura le agrega una capa más al complejo entramado político que unen a Araya con Liberación: Granados es esposo de la actual alcaldesa, Sandra García, quien asumió la posición cuando el exalcalde empezó su campaña política hacia el 2014.
Aparte de Araya y Granados, otros nueve aspirantes de casi todo el espectro político nacional buscan presidir la Municipalidad que maneja el presupuesto cantonal más alto del país.
Este y otros elementos hacen de la alcaldía josefina un codiciado botín y un espacio para proyectarse hacia el resto del país con actividades culturales, políticas y deportivas, como los recientes Juegos Deportivos Centroamericanos 2013.
La apuesta de los otros partidos es el desgaste político que supuso la campaña presidencial del 2014 para Araya y el PLN.
“Aumentándose la participación de los electores, la gente no va a votar por Johnny o por Liberación Nacional, porque la gente está un poco cansada de ellos”, explica el candidato por el Partido Acción Ciudadana, Daguer Hernández.
A juzgar por los resultados de las elecciones del 2010, el camino que Hernández tiene hacia la alcaldía es incierto: el PAC alcanzó apenas 6.600 votos contra 25.000 del PLN (con Araya en la papeleta) y 6.200 del Partido Accesibilidad sin Exclusión (PASE).
Para esta ocasión, los “votantes PASE” son más accesibles para Araya, al incluir en sus filas figuras más cercanas a su ideología. Su candidata a vicealcaldesa, Paula Vargas, es la esposa del actual diputado y presidente del Partido Renovación Costarricense, Gonzalo Ramírez.
Sea quien llegue a ocupar la alcaldía, recibirá un cantón dispar, donde el distrito de Mata Redonda (que incluye La Sabana y Rohrmoser) supera con creces los índices de desarrollo humano de La Uruca, donde está el asentamiento de La Carpio.
De acuerdo con el fichero cantonal del Tribunal Supremo de Elecciones, “San José presenta una posición privilegiada como centro de atracción de negocios al colocarse en la posición 2 del Índice de Desarrollo Cantonal”.
Sin embargo, esta serie de indicadores no muestra al cantón en una luz favorable en todos sus ámbitos. De hecho, el desarrollo humano del cantón central del país (el más populoso y uno de los que tienen mayor actividad económica) ha perdido terreno.
“Es manifiesto un grave deterioro en materia de desarrollo humano (de posición 17 -2005- a 52) así como el aumento en la desigualdad en las posibilidades de desarrollo entre hombres y mujeres (de posición 25 -2005- a 55)”, señala el informe.
Otro dato de contexto: tanto el alcalde como el partido que dirigieron el cantón en ese período de deterioro entre el año base de 2005 y el año de comparación (2013) son los favoritos de esta elección. Será el electorado josefino quien decida si da otra oportundiad a Johnny Araya Monge, al Partido Liberación Nacional o si, tras más de dos décadas, prueba con algo nuevo.