Arnoldo Rudin y Giorgio Murillo, ambos geólogos que participaron de la fase inicial para la instalación de una mina de oro de la empresa canadianse Infinito Gold, defendieron -en nombre del Colegio de Geólogos- este lunes la reactivación e incluso, ampliación, de la actividad minera en San Carlos.
Ambos profesionales comparecieron y hablaron a nombre del gremio frente a la comisión legislativa de Alajuela, sin un ápice de contemplación por el evidente conflicto de interés que constituye haber sido parte de la primera avanzada de la minera y ser los voceros de un gremio en el que se han hecho patentes divisiones sobre este tema.
Los geólogos participaron en una audiencia convocada por la comisión que discute el expediente 24717, impulsado por el ejecutivo, que pretende reautorizar la exploración y explotación de minería metálica a cielo abierto en Cutris de San Carlos, reviviendo así el proyecto estrella de la segunda administración Arias Sánchez.
Rudin, quien fuera gerente general de la empresa Industrias Infinito S.A. en el país en el momento en que se propuso el proyecto minero y hoy presidente del mencionado colegio, empezó su intervención diciendo que lo que sucede en Crucitas hoy es “robo y saqueo” y que hay una gran diferencia entre eso y un posible proceso de “minería legal y ordenada”.
A continuación, el presidente del gremio dijo que el proyecto es una buena idea porque reactiva la actividad minera y en su criterio “la ordena” pero criticó que incluso el planteamiento extractivista del texto es demasiado rígido y no genera beneficio suficiente para las empresas.
Por ejemplo, el Rudin dijo que el hecho de permitir la exploración pero no garantizar que quien encuentre oro sea quien pueda explotarlo hará menos atractivo el negocio, por lo que considera que se debe mantener la redacción actual de la normativa, donde se establece que quien explore y encuentre metales, será quien podrá explotarlos.
Además, dijo que no se puede limitar la actividad minera a circuitos cerrados por la naturaleza de la minería a cielo abierto y el tipo de yacimientos en Cutris, por lo que para poder explotarlos se necesita una intervención más agresiva, aunque aseguró que esta puede ser ambientalmente viable.
Sobre eso, el Director Ejecutivo del Colegio de Geólogos, Giorgio Murillo sostuvo que el proceso podía ser ambientalmente sostenible al tiempo que informó que lo sabía pues él mismo había participado en el proceso de declaratoria de viabilidad ambiental del proyecto de Infinito Gold, ampliamente cuestionado incluso en estrados internacionales.
De las diputaciones presentes solamente el liberacionista José Joaquín Hernández confrontó -aunque con suavidad- a los profesionales sobre sus intereses en los procesos mineros, que Rudin demeritó diciendo que si bien él había participado no solo con Infinito, sino en otros estudios mineros, no tenía “intereses” en el área.
Otros legisladores consultaron sobre cómo modificar el proyecto para que fuera “más atractivo” el negocio minero en el país y sobre cómo regular los aspectos ambientales, así como el porcentaje de “regalías” que se quedarán en las zonas impactadas; evidenciando un buen ambiente en la comisión para reactivar la minería metálica en el norte del país.
Rudin se refirió entonces a otros países donde en su criterio se han desarrollado «bien» los proyectos mineros, poniendo como ejemplo a República Dominicana, donde -es necesario aclarar- según medios internacionales han habido protestas en torno a proyectos mineros por daños ambientales y ausencia de beneficios para las poblaciones, así como por falta de transparencia en la rendición de cuentas de las empresas que llevan a cabo los proyectos.
Incluso en un intercambio con los legisladores, los geólogos afirmaron que “el colegio considera” que el proyecto no debe limitarse a Cutris sino que debe ampliarse la posibilidad de hacer minería a cielo abierto en dos cantones vecinos donde también hay yacimientos de oro.