Investigadores del Laboratorio Nacional de Aguas del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), con apoyo de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y el Ministerio de Salud, midieron por primera vez las partículas de Sars-CoV-2 en muestras tomadas en el Centro de Aprehensión Temporal para Extranjeros en Condición Irregular (Cateci); en la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) Los Tajos en San José; y en la estación del emisario submarino del alcantarillado sanitario de Limón.
Según el director del Laboratorio Nacional de Aguas del Aya, Darner Mora, la unidad de biología molecular del laboratorio logró cuantificar el material genético del nuevo coronavirus Sars-Cov2 en aguas residuales.
“Este es un avance muy importante para la epidemiología de la pandemia en nuestro país porque nos permite establecer una alerta temprana en aquellos lugares donde los casos positivos de contagio todavía no son muchos; y nos permite predecir re-brotes en comunidades que parece que ya no tienen COVID-19 pero puede ser que todavía se esté expulsando por las heces de las personas y eso nos permite predecir lo que pueda pasar”, señaló Mora.
Las autoridades recordaron que no hay evidencia científica de que las aguas residuales o el agua potable sean fuentes de contagio del COVID-19. Las partículas del coronavirus que se miden en las aguas residuales provienen de heces que excreta un porcentaje variado de personas enfermas.
De acuerdo con cifras del Aya, la concentración en aguas residuales del Cateci pasó de 30 copias genómicas por mililitro (ml) el 7 de mayo, a 440 copias/ml el 13 de mayo, y hasta 570 copias/ml el 27 de mayo. Luego bajó a 30 copias/ml en las muestras del 12 de junio.
Durante julio y agosto se identificaron partículas del coronavirus en puntos de alcantarillas sanitarias, sistemas de tratamiento de aguas residuales y tanques sépticos en San José, Goicoechea, Puriscal, Moravia, San Pablo de Heredia, Nicoya, Santa Cruz, Golfito y Limón.