Una lluvia que no estaba prevista despertó alertas en varias zonas del país durante la noche del pasado viernes 13 de julio y puso a correr a las autoridades para atender los estragos que dejó a su paso la onda tropical 16, y de la cual las estimaciones que hizo el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) fueron muy poco precisas.
El imprevisto provocó una muerte y puso en aprietos a los cuerpos de emergencia, quienes a altas horas de la noche ya tenían reportes de varios deslizamientos e inundaciones en cantones como Jiménez, Turrialba, Limón centro, Cahuita y Valle de la Estrella.
Al ser las 4:00 del viernes 13 de julio, Rocío Chacón, médica del Ebais de Limón, se dirigía hacia San José para pasar el fin de semana donde su familia, pero, antes de llegar al Túnel Zurquí, el bus en el que viajaba no pudo avanzar debido a un derrumbe en la carretera 32.
El Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) reportó, la noche del viernes, que en la ruta que comunica San José con Limón –ruta 32– se registraron al menos 51 derrumbes de distintas dimensiones. Además, así como describió Chacón, otras 200 personas quedaron atrapadas por más de 15 horas.
“Yo viajo todos los viernes desde Limón hacia San José; casi siempre salgo a las 4 p.m. Normalmente vamos subiendo el cerro antes de las 7:30 p.m., pero, cuando llegamos ahí, nos dimos cuenta que había un derrumbe, mucha presa y nos quedamos detenidos horas en el bus. Pudimos salir hasta el día siguiente”, contó Rocío Chacón.
Los incidentes que se reportaron fueron producto de un sistema de alta presión sobre el Océano Atlántico, Mar Caribe y Centroamérica que desató intensas lluvias y vientos.
De acuerdo con el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), en un lapso de 12 horas se registraron acumulados de lluvia de 258 litros por metro cuadrado en las montañas de la Zona Norte y Caribe, una acumlación que consideraron “anormal” para el mes de julio.
Una situación similar ocurrió en el cantón Turrialba, lugar donde se reportaron múltiples casos de inundaciones, y afectaciones de viviendas producto de las emergencias el mismo viernes por la noche.
“Nosotros estábamos sobre la carretera de Pavones, veníamos de San José hacia la casa (en Turrialba), pero no pudimos pasar. Cuando extendieron la alerta, ya las lluvias habían iniciado. Otras veces uno ha estado más atentos cuando anuncian una tormenta, pero esta vez del todo no hubo aviso”, dijo Annia Fuentes, vecina de Turrialba.
Fuentes comentó que cerca de las 8:00 p.m. intentaron pasar por la carretera cerca del Río Reventazón, pero la situación allí era “caótica” y casi les cae un árbol encima, por lo que no pudieron llegar a su vivienda –a unos 15 kilómetros del centro del Turrialba– y pasaron la noche donde un familiar.
En el Caribe costarricense, las intensas lluvias también tomaron por sorpresa a los organizadores de la Feria del Queso y a los del Festival Internacional de Calypso Walter Ferguson Cahuita 2018, quienes, por la magnitud de la situación, tuvieron que suspender la celebración y cancelar las presentaciones los artistas nacionales e internacionales que fueron citados para la fiesta del calypso, respectivamente.
Estimaciones imprecisas
Ante la magnitud de los daños, los vecinos de las zonas afectadas consideran que no hubo una alerta previa. El IMN, en su página oficial de Facebook, informó que habría lluvias pormenores, pero no de tal inmensidad.
“Ha llegado el mejor día de la semana, sin importar que sea un ‘viernes 13’. Para comenzar, no hay ondas tropicales cerca del país. Sin embargo, debido al efecto de los vientos, se presentarán condiciones nubladas y de lluvias en el Caribe y Zona Norte, situación que se verá reflejada en el Valle Central, con un cielo nublado desde la mañana y de lluvias en los sectores del norte y del este”, describió el Meteorológico en un mensaje.
A pesar de que las lluvias iniciaron desde el viernes por la noche, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) emitió alerta amarilla hasta el sábado en la tarde en los cantones de Limón, Siquirres, Matina, Talamanca de la provincia de Limón; Turrialba, Jiménez y Alvarado de la provincia de Cartago; y Sarapiquí y San Isidro de la provincia de Heredia.
Ante la situación, el director del IMN, Juan Carlos Fallas, indicó que sí emitieron información, pero la intensidad de las lluvias “sobrepasó las estimaciones”.
“La información se emitió en el momento en que se tenía que dar. No fue que nos sorprendió, las lluvias iniciaron en su momento como un periodo normal de lluvias, pero indudablemente las condiciones de inestabilidades fueron tan fuertes que sobrepasaron las estimaciones”, explicó el director en una conferencia de prensa que realizó la CNE para dar información sobre las afectaciones.
Por su parte, el director de la CNE, Alexander Solís, señaló que el evento superó las estimaciones iniciales, ya que evolucionó rápidamente en pocas horas.
De acuerdo con datos del IMN, el viernes en Turrialba –en seis horas– “llovió todo lo que por lo general llueve en el mes de julio”.
“La ventana de tiempo es una ventana que se considera normal con el aviso que tuvimos. Ya las condiciones de desarrollo súbito del evento es un tema en el que nosotros como CNE no tenemos capacidad de prever. Es un tema que escapa completamente a las temporalidades de las estimaciones de las condiciones de alerta”, indicó el jerarca de la Comisión.
Respuesta tardía
La Onda Tropical también puso a correr al presidente, Carlos Alvarado, quien, apenas un día antes que se presentaran los incidentes, informó que tomaría un receso de dos días –jueves 12 y viernes 13 de julio– para compartir con su hijo Gabriel durante el receso escolar de medio año.
Alvarado mantuvo la comunicación por medio de su cuenta de Twitter y publicó reportes de la CNE sobre afectaciones, albergues, cierres y deslizamientos que se produjeron durante los días de la emergencia. En su lugar, el segundo vicepresidente, Marvin Rodríguez, se desplazó hasta la ruta 32 para hacer una inspección de la situación.
Debido a la continuidad de las lluvias –durante este lunes y martes– y a los daños de las comunidades, el presidente decidió suspender la sesión de Consejo de Gobierno y trasladarse hasta las zonas de mayor afectación por vía aérea junto con el presidente de la CNE, Alexander Solís, y al Jefe del departamento de Investigación y Prevención de esta institución, Lidier Esquivel.
El mandatario visitó los cantones de Matina, Siquirres y Turrialba, donde conversó con representantes de los comités municipales, quienes llevaron adelante la mayor parte de las acciones, así como con trabajadores de la Cruz Roja de las zonas y la población en general.
De acuerdo con los últimos reportes de la CNE, se mantienen 20 albergues en el Caribe y la zona norte de Costa Rica con 1.308 personas.
Debido a las afectaciones y la saturación de los suelos, la CNE levantó la Alerta Roja para cuatro cantones, entre ellos Sarapiquí, Turrialba, Matina y Talamanca, y la Alerta Amarilla para los cantones de Guatuso y San Carlos; esta alerta se mantiene durante los siguientes días de la semana. Además, se espera la entrada de una nueva Onda Tropical este miércoles 18 de julio.
Entre las acciones que tomó el presidente por la afectación de las lluvias, se destaca la puesto en marcha de varios proyectos que se plantean en un decreto elaborado del 2015 para zonas que requiere atención por alerta de emergencia, entre ellos la priorización de la reparación de los diques Matina, Estrada y Corina.
“Existe un decreto del año 2015 que cubre el área de afectación y muchas de esas áreas (afectadas). Ya están previstas o hay proyectos adelantados en ese decreto del 2015. Lo que hemos planteado con la guía de la Comisión es utilizar ese marco jurídico para fondear la obras que haya que realizar, que ya hay muchos proyectos formulados, y poder avanzar rápidamente en esta materia”, explicó Alvarado.
El IMN informó que para los días siguientes se deberá de mantener la alerta, ya que se espera el paso de la Onda Tropical 17 sobre el país durante la madrugada del miércoles, por lo que podrían intensificarse las precipitaciones en el Caribe y Zona Norte.
