La Inspección Judicial de la Corte Suprema de Justicia investiga al letrado de la Sala Tercera, Justo Pastor López Vargas –quien labora con el magistrado Celso Gamboa-, por haber llamado en varias ocasiones al exfiscal de Delitos Económicos, Frankarlo Pessoa, para preguntarle sobre una audiencia de medidas cautelares en la causa contra el ex subgerente del Banco de Costa Rica (BCR), Guillermo Quesada.
La oficina de prensa del Poder Judicial informó de que el órgano disciplinario inició de oficio la causa en la mañana de este miércoles luego de que, en la noche del martes, Pessoa dio a conocer esas llamadas ante los diputados de la Comisión Investigadora de Créditos Bancarios, a la cual fue convocado por el diputado Ottón Solís, del Partido Acción Ciudadana.
Pessoa manifestó que fueron alrededor de cinco llamadas durante el mes de marzo. Según su relato, el letrado deseaba saber si se había llevado a cabo la audiencia para las medidas cautelares.
Quesada es investigado por varios hechos que supuestamente se dieron durante su gestión como subgerente del BCR. Uno de esos corresponde a una denuncia por violación del secreto bancario en relación con los préstamos por $30 millones que el BCR dio a las empresas del importador de cemento chino, Juan Carlos Bolaños.
López es letrado del magistrado Gamboa desde el 1º de marzo del 2016. Anteriormente fue asistente en la Fiscalía General, donde sus superiores eran tanto Gamboa (en ese momento subjefe del Ministerio Público) y el fiscal general, Jorge Chavarría.
Años atrás, López también fue asesor de varios diputados del Partido Liberación Nacional (PLN) y en el Poder Judicial ha ocupado cargos de juez y fiscal.
En el 2006, cuando era abogado litigante, el Colegio de Abogados lo sancionó con cuatro meses de suspensión por engañar a una víctima de violencia doméstica para que desalojara una vivienda.
El letrado presentó sus atestados en la Asamblea Legislativa para ocupar un puesto como magistrado en la Sala Segunda.
UNIVERSIDAD intentó contactarlo para conocer la razón de las llamadas que hizo al entonces fiscal Pessoa, pero no respondió su teléfono celular.
