La recaudación de ingresos de la Hacienda Pública ha venido decayendo, sobre todo por los ingresos tributarios, que experimentaron a febrero de 2025 una caída del 0,3%, en comparación con el mismo período del 2024, momento en que había alcanzado un aumento del 3,6%, según el más reciente informe de cifras fiscales.
Esta baja en los ingresos tributarios, incidió en los números de recaudación totales, los que mermaron su incremento neto en 0,005% del producto interno bruto (PIB), lo que significó solamente ¢2.570 millones.
Los ingresos totales alcanzaron ¢1.199.944 millones; al comparar su relación a PIB, pasaron de 2,44% en 2024 a 2,29% en 2025, presentando una diferencia de 0,15 puntos porcentuales de PIB.
Por su parte, los ingresos tributarios alcanzaron ¢1.054.842 millones, es decir, ¢3.534 millones menos que en el mismo período de 2024, una reducción generada por la caída del 17,8% en la recaudación del impuesto único a los combustibles, seguida por una de 3% en el impuesto sobre los ingresos y utilidades (renta) y una disminución de 7,3% en el impuesto selectivo de consumo, en comparación con febrero de 2024.
Incluso, en términos de su relación con el PIB, los ingresos tributarios pasaron de representar 2,15% en el año 2024 a 2,01% en 2025, lo que implicó una disminución de 0,15 puntos porcentuales del PIB.
De hecho, el Análisis de Coyuntura Fiscal del año 2024 del Observatorio Económico y Social (OES) de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional (UNA) realizó un estudio sobre la situación fiscal del país al finalizar el año pasado, y esta tendencia en la caída de estos ingresos tributarios ya estaba presente.
Fernando Rodríguez, coordinador del Observatorio explicó que el 2024 fue un período en que los números fiscales se deterioraron, sobre todo cuando se observa el déficit fiscal y al superávit primario.
“El deterioro en el déficit fiscal y la reducción del superávit primario están relacionados con la caída de los ingresos tributarios, producto de una reducción en la recaudación de la renta, que se mantuvo constante a lo largo del año, arrancando en marzo cuando se presentó el cierre fiscal y no logró recuperarse, a pesar de algunos aumentos en impuesto a personas físicas”, señaló el experto.
El análisis de la UNA muestra que es la primera ocasión en que la recaudación del impuesto sobre la renta baja del 5% del PIB desde el año 2021, ya que al cierre del año fue de 4,93%. Aunque también estuvo relacionado con una caída en el impuesto a los vehículos (marchamos) por una reducción aprobada en la Asamblea Legislativa a finales de 2023.
Pese a estos datos, el ingreso por Impuesto al Valor Agregado, relacionado con el consumo de todos los costarricenses, sí creció en un 5,85% durante todo el 2024, mientras que en el año 2023 creció 5,03%, impulsado sobre todo por el IVA recaudado en aduanas, por la importación de vehículos.
De acuerdo con el análisis del Observatorio, algunas actividades económicas generadoras de impuestos, como el comercio, la construcción y el turismo, cerraron el año 2024 con crecimientos modestos o vaivenes en el ritmo de actividad económica, pero podrían aportar a la mejora tributaria si se recuperan en el presente año.
