El salario mínimo real en Costa Rica es el que más perdió valor en América Latina, según reporta el más reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo.
Entre enero y octubre del año pasado -en promedio- el salario mínimo real perdió su valor en -4,7%, señala el informe. En ese periodo, el segundo país con mayor pérdida de valor es Nicaragua (-3,7%), seguido de Panamá (-3,0%) y Paraguay (-2,6%).
La región, con excepción de México (13,1%) y El Salvador (5,7%), mantiene una tendencia a la baja en este indicador, aunque el de Costa Rica muestra una aceleración en la caída.
En el informa la OIT atribuye la tendencia al aumento en la inflación, que en el caso de Costa Rica registró un récord en agosto del 2022 al alcanzar un 12,13% interanual y que cerró en diciembre con un 7,88%. El salario mínimo en Costa Rica está en ₡330.299 mensuales y el aumento salarial para esta categoría, conocida como ocupación no calificada, acordado en octubre de 2022, será de 6,62% a partir de enero de este año.
“El Gobierno ha hecho énfasis en que su enfoque es reducir la inflación y una forma de hacerlo es atacar directamente la inflación. Pero hay otra, que es aumentar los salarios. Esa medida se puede aplicar si yo no puedo forzar que los precios bajen, porque los monopolios o oligopolios no lo dejan o porque es una inflación importada, pero para este Gobierno parece ser una opción”, comentó el economista, Leiner Vargas.
Esta situación no parece tener una pronta mejora sin intervención, la OIT vaticina para la región un 2023 de escaso dinamismo, con posibles leves alzas en el desempleo y secuelas de un periodo de alta inflación, con principal impacto en la pérdida de valor en los salarios.
El organismo internacional ha observado un aumento en la región del “fenómeno del trabajador pobre” que significa que hay más personas con trabajo, incluso formal, que viven en situación de pobreza.
Vargas añade que en el caso de Costa Rica hubo un cambio de dinámica en el momento que se prohibieron las huelgas por parte de los trabajadores, ya que deja en poder del mercado y los patronos el futuro de los salarios, lo que afecta principalmente a las personas de menores ingresos.
Es un escenario en el que caen los salarios mínimos reales, agregó Vargas, podría provocar un aumento de la pobreza si se toma en cuenta que son vitales para los dos quintiles con menores ingresos.