Abril de 2025 marcó una nueva baja en el índice precios al consumidor en Costa Rica y se alejó aún más de la meta del Banco Central.
Así lo demuestra el Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente al pasado mes, que publicó este jueves 8 de mayo el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
La variación mensual de los precios en el país fue de -0.51%, lo que resultó en un cambio interanual (de mayo 2024 a abril 2025) de 0,37%. La variación acumulada en los primeros cuatro meses del año es de -0,48.
Cabe destacar estos resultados dejan la inflación total muy por debajo del rango meta del Banco Central de Costa Rica, establecido para entre 2% y 4% para este 2025. El indicador ha permanecido fuera del rango meta durante 24 meses consecutivos.
El INEC analiza los productos en el mercado mediante divisiones, de las cuales, las que más bajaron de precio en abril son “Alimentos y bebidas no alcohólicas” y “Transporte”, aunque también apuntaron a la baja “Comidas fuera del hogar y servicio de alojamiento”, “Salud”, “Prendas de vestir y calzado”, “Información y comunicación” y “Muebles, artículos para la vivienda y servicio doméstico”.
Mientras tanto en las categorías “Recreación, deporte y cultura”, “Bienes y servicios diversos”, “Alquiler y servicios de la vivienda”, “Bebidas alcohólicas y tabaco” y “Servicios financieros y seguros” hubo aumentos en los precios.
Según los detalles del informe, de los 289 bienes y servicios que conforman el IPC, 41% bajaron de precio, el 44% se encarecieron y 15% se mantuvo sin variación. Los productos con mayor efecto negativo en la variación mensual fueron la papa (-39,22%), los boletos aéreos (-21,18%) y la cebolla (-27,08%).
Además, los productos que más influyeron al alza e impidieron que la inflación cayera aún más, fueron los paquetes turísticos al extranjero que subieron en un 18,59%, los automóviles cuyo precio crecio un 1,29% y el alquiler de viviendas, que creció en un 0,63%.
El INEC apuntó además que, aunque la baja inflación puede parecer favorable para los consumidores, una deflación prolongada podría afectar negativamente el crecimiento económico y la estabilidad financiera