Mientras se reportaba que la inflación camina con paso lento hacia la baja al cerrar con un acumulado de 7,65% en enero, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) por otro lado, hay una cifra que también muestra una caída para los trabajadores, cuyo salario mínimo muestra un dato negativo de -4,08%, según el Banco Central de Costa Rica (BCCR)
Esa inflación de enero aunque muestra una tendencia hacia la baja todavía está lejos de la meta del Banco Central, que vaticina que llegará al 3% pero hasta el primer semestre 2024.
Los datos salariales del BCCR, que evidencian cifras negativas, responden a los reportados en diciembre de 2022, mientras que el renglón referente a la inflación data de enero de 2023, una diferencia de apenas un mes para resultados nada esperanzadores para los trabajadores del país, según el economista Welmer Ramos.
Esta inflación interanual para este primer mes de 2023 de 7,65% es la más alta de los eneros de los últimos 10 años y sigue siendo muy elevada cuando se enfrenta con salarios que pierden su poder adquisitivo.
El salario mínimo en Costa Rica está en ₡330.299 mensuales y el aumento salarial para esta categoría, conocida como ocupación no calificada, acordado en octubre de 2022, será de 6,62% a partir de enero de este año. La pregunta que salta de inmediato es si ese incremento salarial llegará a compensar una caída negativa para los ingresos formales de los empleados.
En enero, ocho de las 13 divisiones en las que se reporta el Índice de Precios del Consumidor (IPC) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) aumentaron su costo.
El economista Ramos señaló que el crecimiento en los precios se da “a pesar de que el tipo de cambio ha venido disminuyendo”. En Costa Rica la canasta de consumo tiene un importante componente importado por lo que el tipo de cambio debería reflejarse en los precios.
“Esto significa que los mercados no trabajan de manera competitiva y eficiente. Hay actores con poder de mercado que aprovechan para aumentar sus márgenes de ganancia” aseveró.
Los bienes, servicios y productos que más aumentaron en enero fueron el alquiler y servicios de vivienda con un una variación de 3,43%, seguidos por información y comunicación (telefonía 2,15%) y educación (1,10%).
De los 289 bienes y servicios que contempla el IPC, más de la mitad aumentaron de precio (56%), un 35% bajaron de precio y un 9% no presentaron variación.
Entre los que subieron de precio está la cebolla (16,09%), la electricidad (12,61%), la papa (7,32%), la papaya (6,37%) y la telefonía móvil (5,45%).
Mientras que los que bajaron más de precio son: la vainica (-23,78%), la zanahoria (-24,41%), los boletos aéreos (-17,37%), los tomates (-11,13%) y los televisores (6,10%).
