Aunque el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) reconoció que la falta de personal censista fue uno de los factores que afectaron especialmente la recolección de los datos, justificó la decisión de no trabajar con las y los docentes del Ministerio de Educación Pública (MEP) en el XI Censo Nacional de Población y VII de Vivienda, realizado en 2022.
Según indicaron las autoridades del INEC cuando presentaron los resultados en julio de 2023, la cobertura del Censo 2022 fue únicamente de un 61%, frente a una cobertura de 93,6%, que tuvo el último censo de 2011. Sin embargo, el informe de la “Evaluación de procesos del Censo Nacional de Población y de Vivienda de Costa Rica de 2022”, elaborado por el Comité Evaluador Censal del INEC y publicado el 21 de octubre de 2024, concluyó que sólo se logró enumerar a alrededor del 50% de la población. Es decir, que la cobertura fue aún menor de lo que se hizo público.
En una respuesta enviada a UNIVERSIDAD, las autoridades del INEC reiteraron que “el INEC ejecutó todos los procesos requeridos para la realización de un censo nacional, de acuerdo a las recomendaciones internacionales y las buenas prácticas estadísticas”.
“El resultado obtenido, en las circunstancias en que se realizó el proyecto, evidenció la necesidad de fortalecer dichos procesos de producción estadística para un futuro censo nacional”, dijeron.
Según afirmaron, “las situaciones ocurridas no tuvieron que ver con inconvenientes en la recolección de los datos que fue el principal objetivo del desarrollo”.
“La aplicación y la infraestructura tecnológica funcionaron adecuadamente y por ello el 99% de los datos se recolectaron por medio del dispositivo móvil o la web (autocenso). Lo demás se capturó por medio de registros administrativos y papel en casos aislados”.
14.000 plazas temporales
Sin embargo, el informe “Contexto y cobertura, Censo 2022”, publicado en julio de 2023 por el INEC explica que “a pesar de la amplia y detallada planificación, hubo factores que afectaron especialmente la recolección de los datos”.
Según el informe, esos factores fueron la pandemia asociada a Covid-19; las dificultades presupuestarias para el uso de recursos; el faltante de personal censista; los cambios tecnológicos; el proceso de capacitación; y la no respuesta y rechazo.
Con respecto al faltante de personal censista, el Censo 2022 fue el primero que se hizo usando dispositivos móviles. Eso generó cambios en los procesos y uno de ellos fue el personal para la recolección de datos. Tradicionalmente el personal que recolectaba la información de los censos eran las y los docentes del MEP porque el periodo de recolección era de cinco días y mediante un convenio se les daba permiso para que no dieran lecciones y fueran a censar.
La justificación que da el INEC es que, por usar los dispositivos móviles, el periodo de recolección se tuvo que ampliar a 18 días “por la cantidad de dispositivos que se podía adquirir, por la logística de instalación del aplicativo y por la necesidad de tener más espacio de reacción ante cualquier eventualidad”.
“Ante esos cambios y, además, ante la crisis educativa que vivió el país debido a todos los ajustes que debió hacer el MEP ante la pandemia de Covid-19 se determinó que para el Censo 2022 no sería posible trabajar con los y las docentes”, argumentó el INEC.
Esa decisión implicó que el INEC tuvo que buscar otras alternativas para contratar al personal de campo, “lo cual no era tarea sencilla pues hay pocas experiencias nacionales de una contratación tan masiva para tan poco tiempo”, reconocieron.
Al final se optó por crear 14.000 plazas temporales y que el INEC hiciera el proceso de reclutamiento y selección. No obstante, según el INEC, el Ministerio de Hacienda y a la Secretaría Técnica de la Autoridad Presupuestaria no autorizaron la creación de estas plazas.
“No hubo respuesta positiva ante esa solicitud y por lo tanto hubo que optar por otra opción más riesgosa”, señalaron.
El trabajo con Conadeco
Así fue como a principios de 2022 el INEC empezó a trabajar con la Confederación de Asociaciones de Desarrollo Comunal (Coonadeco), que aglomera a las diferentes asociaciones de desarrollo comunal del país y tiene presencia en prácticamente todo el territorio nacional.
Se aclaró que aunque hubo mucha voluntad de trabajar coordinadamente, algunas federaciones debían realizar trámites previos para poder ser contratadas, lo cual implicó un atraso. Aunque se enlistaron más de 20.000 personas en listas previas que hizo cada federación, estas se fueron reduciendo por problemas para registrarse en un formulario web, debido a pocos conocimientos de computación de las personas que se iban a reclutar. También se fueron saliendo de las listas porque no cumplían los requisitos o no sabían que tenían que llevar una capacitación, señala el informe.
Al final hubo un déficit de 2.000 censistas. Para poder completar el censo, tuvieron que ampliar el contrato a 1.500 personas después de que terminó el periodo original de recolección (28 de junio), para que siguieran recolectando información durante tres semanas más en las áreas que no habían podido ser cubiertas.
Ante consulta de este medio de por qué no se trabajó con los docentes del MEP, el INEC afirmó que “ha informado transparentemente y en reiteradas ocasiones cuáles fueron las situaciones presentadas con el reclutamiento y la contratación del personal censista” y remitió al informe expuesto anteriormente.
“La situación en el 2011 fue distinta debido a que no se reclutaba ni contrataba personal, se trabajaba con el personal docente del Ministerio de Educación Pública. Las razones del cambio de personal para 2022 se detallan en el documento mencionado anteriormente”, indicó el INEC.
