Encuesta de la UCR revela que hay expectativas de menor desempleo y pobreza.
El Índice de Confianza del Consumidor (ICC), que elabora la Escuela de Estadística de la UCR, alcanzó 38,6 puntos porcentuales (pp.) de un total de 100, en agosto, lo cual significa que la confianza aumentó significativamente y ahora es 5 pp. mayor que hace tres meses.
Así lo dio a conocer hoy el investigador Johnny Madrigal Pana, responsable de la encuesta a partir de la cual se elabora esta medición.
Lo anterior también significa que, si bien la percepción negativa hacia la economía nacional comenzó en el 2018, desde marzo del 2020, cuando inició la pandemia de Covid-19 en el territorio costarricense, esta esa percepción negativa se presentó con altibajos y en este momento presenta un ascenso.
Entre mayo y agosto la confianza de las personas consumidoras comenzó a aumentar debido a que se relajaron las restricciones sobre aforo en comercios, el desplazamiento vehicular y a partir de julio empezó a acelerarse el proceso de vacunación en todo el territorio nacional, como resultado de la donación de vacunas realizada por Estados Unidos y de la adquisición de más dosis en un tiempo menor.
“Es probable que la vacunación esté generando expectativas más positivas hacia la recuperación económica y por este motivo crece la confianza. A esto hay que agregarle otros factores que pueden estar incentivando el crecimiento de la confianza, como lo son el anuncio de la disminución de las restricciones para setiembre, la existencia de un crecimiento lento del empleo, el aumento de la inversión extranjera y la aprobación de la ley de empleo público y del convenio con el Fondo Monetario Internacional (FMI)”, añade el documento del ICC.
Como un factor que pudo menguar el incremento de la confianza es señalado el caso de corrupción publica y privada conocido como “Cochinilla”, que fue revelado a mediados de junio
MENOS PESIMISTAS
En los últimos tres meses, pues disminuyó el grupo de pesimistas de 38,4% a 26,4% (-12,1 pp.) y aumentó el de optimistas de 7,1% a 12,3% (5,1 pp.). Es decir, que, hoy, por cada persona consumidora optimista existen 2,1 pesimistas, relación que tres meses atrás era de 5,4.
En los últimos tres meses, el incremento de la confianza se dio en hombres y en mujeres, en todos los grupos de edad y niveles de educación.
Además, la confianza aumentó en diferentes niveles de ingreso familiar, entre quienes tienen o no capacidad de realizar gastos discrecionales y entre quienes admiten estar experimentando diferentes situaciones con el ingreso mensual familiar que reciben.
“Este resultado evidencia que el aumento de la confianza en el país es generalizado”, dice el documento.
PRESENTE Y FUTURO
El ICC está compuesto de dos mediciones: el Índice de Condiciones Económicas Actuales (ICEA) y el Índice de Expectativas Económicas (IEE). Mientras el primero proporciona una valoración de la confianza de los consumidores en la situación económica actual, el segundo lo hace con respecto al futuro económico del país.
Ambos índices aumentaron significativamente. El ICEA creció de 22,9 a 26,1 puntos (3,2 pp.) y el IEE pasó de 40,7 a 46,9 (6,2 pp.). Y en las últimas seis encuestas, el IEE es aproximadamente el doble del ICEA.
Lo anterior “significa que, siempre dentro de un contexto de pesimismo, los consumidores han tenido más confianza en el futuro económico que en las condiciones económicas actuales. En otras palabras, mientras la actualidad económica del país se percibe desfavorable, los consumidores tienen esperanzas en un futuro económico del país”, dice el documento.
En el caso del ICEA, quienes dicen que su situación económica familiar es peor que hace un año disminuyó de 48,8% a 43,3% (-5,5 pp.) y quienes afirman que es un mal momento para comprar artículos para el hogar se mantuvo estable (74,3%).
Algunas preguntas que componen el IEE también mejoraron. Quienes esperan una situación económica familiar más favorable aumentaron de 32,7% a 40,7% (8,0 pp.) y, quienes piensan que las empresas mejorarán económicamente crecieron de 19,7% a 29,9% (10,2 pp.).
No obstante, bajó la magnitud de quienes esperan buenos tiempos para el país en los próximos cinco años, pues pasaron de 28,0% a 22,3% (-5,8 pp.).
LA ECONOMÍA PERSONAL
En lo que respecta al ingreso familiar, quienes esperan ingresos menores que los del año pasado disminuyeron de 33,4% a 26,3% en los últimos tres meses (-7,1 pp.).
Quienes esperan una pérdida en la capacidad de compra en los próximos 12 meses, disminuyeron de 41,1% a 35,7% (-5,5 pp.).
Lo anterior ocurre porque las personas consumidoras esperan que el ingreso familiar crezca menos que el aumento de los precios.
Igual que en las pasadas encuestas, hoy el 56,1% de las personas entrevistadas espera que las tasas de interés de los préstamos en dinero aumenten en los próximos 12 meses.
POLÍTICA ECONÓMICA Y SOCIAL
El 4,7% de las personas entrevistadas opinó que el gobierno está haciendo un buen trabajo y el 69,3% que está haciendo un trabajo pobre.
En el ámbito de la política social, en los últimos tres meses, quienes esperan aumentos en el desempleo disminuyeron de 60,6% a 46,7% (-13,9 pp.) y quienes piensan que la pobreza crecerá cayeron de 67,9% a 58,3% en el mismo período (-9,5 pp.) (Gráficos 21 y 22).
“Los resultados indican que existe un deterioro en la valoración hacia la política económica, pero también una mejora en lo referente a lo social”, comenta el texto.
¿COMPRAR O NO COMPRAR?
El 75,2% de las personas consultadas afirmó que son malos tiempos para comprar casa y en el caso de la compra de carro, el 83,9% dijo que son malos tiempos para adquirirlo.
En ambos casos, como hace tres meses los datos revelan una valoración negativa hacia la compra de bienes duraderos.
OTROS FACTORES
Datos adicionales de la encuesta evidencian la existencia de otros factores que también podrían estar contribuyendo a percibir menos pesimismo.
La capacidad de realizar gastos discrecionales era de 33,6% en febrero del 2020, disminuyó hasta 21,3% en agosto de ese año y luego ha fluctuado. Actualmente es de 25%.
Quienes esperan ingresos familiares menores que los del año pasado disminuyeron de 33,4% a 26,3% y la expectativa de una pérdida en la capacidad de compra bajó de 41,1% a 35,7% (-5,5 pp.).
Por otro lado, las expectativas sobre el precio de los combustibles son estables con respecto a tres meses atrás (87,3% afirma que se van a incrementar). Y en lo que respecta al tipo de cambio, el 70,0% espera un aumento y tampoco hay cambios en ese mismo período.
Ambas expectativas son importantes porque impactan directamente el bolsillo de las familias y muestran un deterioro en los últimos tres meses.
A partir de agosto del 2005 la encuesta del ICC se realiza trimestralmente (febrero, mayo, agosto y noviembre) y se cuenta con un total de 71 encuestas. Desde mediados del 2015, este instrumento es parte del Sistema Estadístico Nacional y es reportada a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
