Los indecisos acaban la campaña electoral con un fuerte incremento en relación con los seguidores de los distintos candidatos. Al acercarse los comicios, los posibles votantes que aún no tienen un candidato favorito volvieron a aumentar y ahora representan un 36,5% de todos los decididos a votar.
La nueva encuesta CIEP-UCR, con muestras recogidas hasta una semana antes de las elecciones, indica que los indecisos en este momento son tantos como en noviembre pasado.
Es decir, una gran cantidad de electores que en diciembre tenía candidato se arrepintió de su posición.
El grupo de indecisos venía reduciéndose poco a poco desde agosto conforme se acercaba la elección, pero dio un salto en sentido contrario en la nueva muestra, hecha entre el miércoles 24 y el viernes 26.
El aumento fue de diez puntos porcentuales, al pasar de 27% en mitad a enero a 37% en la penúltima semana de la campaña, lo que suma señales a la incerteza de los electores y, por tanto, del resultado de los comicios de este domingo.
Al superponer este dato sobre el padrón nacional, es posible decir que al 26 de enero había aproximadamente 800.000 personas indecisas. A ellas incluso podría sumarse otra porción de personas que dicen tener un favorito, pero sin total seguridad de mantener esa opinión hasta el momento de votar. Estos, sin embargo, no se dimensionan en la encuesta.
Un análisis del Proyecto Estado de la Nación (PEN) sobre los resultados de la encuesta anterior CIEP-UCR concluyó que casi la mitad de los posibles votantes estaban con algún grado de indecisión, que en cifras superan el millón de votos.
Cambio en el perfil
En esta encuesta se muestra también un cambio cualitativo en el perfil promedio de los indecisos, porque se “envejeció” y bajó en el nivel educativo, aunque siguen siendo las mujeres las que más dificultad tienen para elegir un favorito.
En encuestas anteriores se mostraba que el indeciso promedio era sobre todo joven (menor de 35 años) y con estudios universitarios, pero en mitad de enero se vio que equilibraron la balanza las personas entre 35 y 55 años y gente con el menor nivel educativo, de solo escuela primaria.
Para este último estudio ese cambio se consolidó. Ahora el mayor peso de los indecisos lo tienen los adultos de entre 35 y 55 años, pues ahora más de ellos carecen y de un favorito y más jóvenes se han inclinado por el suyo.
El mayor cambio, sin embargo, se refleja en los mayores de 55 años. Si se tomará como muestra solo este grupo, la indecisión era de 25% en diciembre y ahora es de 36%. Por eso es posible hablar de un “envejecimiento” general del perfil de indecisos en este mes.
Algo similar ocurre en el criterio de nivel educativo. En diciembre la indecisión era de 37% entre personas con estudios universitarios, pero ahora ronda el 33%. En sentido inverso cambiaron las personas que solo tienen educación primaria, ya que hace un mes rondaba el 32%, y ahora el 44%.
Aunque la encuesta no permite explicar por qué se dio este cambio, la coincidencia con otros movimientos permite algunas hipótesis:
Un elemento puede ser la caída relativa del candidato Juan Diego Castro, pues justamente eran personas mayores y con menos estudios formales quienes predominan en el perfil de sus seguidores. Entonces, al perder respaldo de algunas personas, estas pudieron haber engrosado a los indecisos y haber provocado el cambio cualitativo en estos últimos.