País Suray Carrillo, del Partido Frente Amplio

Impulsan ley para moratoria de explotación acuífera del Tempisque

Proyecto en Asamblea Legislativa busca poner el río en manos de las comunidades

 

Un nuevo proyecto de ley pretende frenar la explotación acuífera ciega y prolongada que se ha desarrollado sobre la cuenca del río Tempisque durante décadas.

Estudiar el impacto ambiental producido por la extracción excesiva de agua e identificar el caudal que realmente se le puede sacar al río, es de las principales acciones que traería la nueva ley.

p-50-tempisque-2Además, se propone establecer una moratoria; no se podrían otorgar más concesiones y tampoco renovar las actuales, hasta que no exista total seguridad con respecto al caudal que debe permanecer en el río y el caudal que se puede extraer. Esto teniendo en cuenta tanto a las extracciones superficiales, como a las subterráneas en toda la cuenca.

El proyecto fue presentada ante la secretaría de la Asamblea Legislativa el pasado 1 de setiembre, por la diputada del Frente Amplio, Suray Carrillo, quien aseguró que pretende impulsar un debate sobre la mala administración que se está haciendo en el país de los recursos hídricos.

“Ha habido una falta de responsabilidad social y ambiental, las últimas décadas, con este río que son imperdonables. Guanacaste sin ese río se convierte en un desierto.
Tampoco es que estamos diciendo que no, que ya no se puede sacar ni una gota más del río; no, se trata de construir desarrollo sostenible y planificado, teniendo en cuenta la adaptación al cambio climático en la forma de aprovechar los recursos”, expresó la diputada.

Asegurar el agua como derecho humano fundamental, tanto para las presentes como para las futuras generaciones guanacastecas, además de promover el desarrollo y aprovechamiento sostenible de los recursos, para garantizar, no solo la vida agropecuaria y turística, sino también ecosistémica del río, es parte de los principales objetivos que se plantea el proyecto.

El río ha venido cayendo. Y sus ecosistemas se encuentran lastimados. Si bien es cierto, la sequía en Guanacaste, declarada emergencia nacional el 30 de setiembre del 2014, contribuyó a que la provincia haya tenido un desequilibrio, no es el único causante.

La falta de planificación, la dificultad para controlar de manera efectiva las concesiones de agua superficial y subterránea, la ausencia de una normativa acorde con las necesidades actuales, la falta de recurso humano, la destrucción de las riberas, la contaminación causada por el monocultivo y por el mal uso de plaguicidas, son parte de las principales causas.

Una investigación de UNIVERSIDAD, publicada el pasado 3 de agosto, concluyó que no hay forma de saber y controlar cuánto es lo que realmente extraen los concecionarios de agua superficial en el río Tempisque, por lo que es un aprovechamiento a ciegas.

Datos de la Dirección de Aguas del Minae, indican que, mientras hay caudales de 4.700 litros por segundo en época de verano, la cantidad de caudal otorgado por esta instancia es de 8.093 litros por segundo. Cuando más seco y vulnerable está el río, es cuando más agua se le extrae.

El Tempisque tiene 17 concesiones de extracción superficial de agua, de estas, 9 no poseen estudios de impacto ambiental, son las llamadas “concesiones abuelas”; ellas poseen permisos de extracción que nunca presentaron estudios ambientales y que con este proyecto, tendrían que presentarlo.

Concutem
El proyecto pretende crear toda una estructura organizativa en los cantones donde está asentada la cuenca del Tempisque. El Consejo de Ordenamiento y Manejo Integral de la Cuenca del Río Tempisque (Concutem) es el principal órgano que crearía la ley.

“El objetivo general de Concutem será definir, ejecutar y controlar el Plan de ordenamiento y manejo integral de la cuenca del río Tempisque; estableciendo mecanismos para calcular, recuperar y conservar el caudal ambiental de la cuenca, democratizando y priorizando el acceso y el uso del agua”, indica el proyecto de ley.

Concutem estaría compuesto por el consejo de cuenca, una junta directiva de este consejo, una gerencia de cuenca y comités cantonales de cuenca que trabajarían en conjunto con los Consejos Regionales de Áreas de Conservación, entes actualmente normados por la Ley de Biodiversidad.

Municipales, ministerios, instituciones gubernamentales y no gubernamentales, de manera particular el Instituto Costarricense de Electricidad, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados, la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias y el Servicio Nacional Aguas Subterráneas y el Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU) forman parte del Concutem.

Ahora bien, desde la comunidad, estaría representada cada asociación ambientalista que quiera formar parte, empresas turísticas, organizaciones de agricultores y pequeños productores, Uniones Cantonales de Asociaciones de Desarrollo, sectores empresariales e industriales y Asociaciones Administradoras de Acueductos Rurales, todos tendrían espacio y representación en el Consejo de Cuenca del Concutem.

Para las comunidades
Uno de los objetivos primordiales es hacer a las comunidades partícipes de la gestión que se construya en el río y no simplemente un grupo de personas que observan cómo los grandes terratenientes sacan miles de litros de agua mientras ellos rezan a Dios para que llueva o para que el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) no les descubran su pozo artesanal, pues lo cierran de inmediato.

El monocultivo en Guanacaste no solo monopolizó el uso y aprovechamiento del agua del Tempisque, también desapareció una cantidad enorme de humedales, casi la misma cantidad de hectáreas que hace algunos años estaban cubiertas de manglares, hoy son cañaverales.

El Décimo Tercer Informe del Estado de la Nación confirma que de las casi 23.000 ha de humedales que existían en 1974 en el sector comprendido entre Filadelfia y la Guinea, a ambos lados del río Tempisque, hacia el año 2000 solamente quedaba un 30% dando así paso a las actividades productivas. Hoy, según datos del Centro Mesoamericano para el Desarrollo Sostenible del Trópico Seco (Cemede), en el Área de Conservación Tempisque y el Área de Conservación Guanacaste hay 110 humedales registrados.

Los más pequeños, los que no tienen dinero para inscribir un pozo, los que están a punto de perder la casa por hipotecas que han adquirido para sembrar caña que no crece, los que están a punto de darle la parcela a alguno de los grandes ingenios de Guanacaste porque la deuda que tiene por la corta y el acarreo es mucho más grande que su ganancia por la zafra, sí, como Ólman Álvarez, un pequeño productor de caña, aseguró que ellos nunca han tenido derecho al agua del río, que solo los grandes y millonarios la tienen.

El proyecto pretende democratizar el aprovechamiento de recursos y pensar en personas como Ólman Álvarez y como muchos, pertenecientes a organizaciones que tendrían voz y voto en el nuevo consejo de Cuenca.

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