La Pastoral Social Caritas del la Iglesia Católica criticó el proyecto de jornadas comprimidas 12 horas por su alto impacto en la salud, ya que considera que es “incompatible con horarios de estudio de una gran parte de trabajadores” y “perjudicaría seriamente las tareas de cuido de las personas dependientes” como personas menores de edad, adultos mayores y otras.
Esta reforma, considera la Pastoral, ‘lejos de favorecer el desarrollo integral, lo perjudicaría” y alega existen otras formas de reactivación económica y de generación de empleo que no producen ‘precarización del trabajo’.
“Dado que comúnmente las mujeres son quienes cargan con el mayor peso de las tareas de cuido, estas estarían seriamente afectadas y, en muchos casos, verían cerradas las posibilidades de acceder al trabajo remunerado formal” dice el comunicado.
El pronunciamiento contradice al Ejecutivo y a la representación oficialista en la Asamblea Legislativa al decir que no existe garantía de que su adopción sea voluntaria bajo las débiles condiciones de la Inspección Laboral del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
UNIVERSIDAD reportó que este proyecto de ley suma cargas de trabajo a una Inspección Laboral que solo alcanzó al 6% de los patronos en el 2021, ahogada en papeleo por trámites de las aún activas reducciones de jornada y suspensiones de contrato.
Además, el proyecto pone en jaque a cerca de 480 mil familias jefeadas por mujeres solas que de asumir estas jornadas, sin acceso a la Red de Cuido en horarios nocturnos o diurnos por su saturación, tendrían que renunciar para asumir sus tareas de cuido de personas adultas mayores y menores de edad o realizar un gasto adicional para que alguien más asuma el cuido, opción que para muchas podría estar fuera sus posibilidades.
Esta comisión de la Conferencia Episcopal de Costa Rica también argumenta que estas largas jornadas, que suben a 14 horas o más si se toma en cuenta el desplazamiento entre la casa y el trabajo, “afectaría la convivencia familiar, debilitando los vínculos familiares”.
Finalmente, el vocero Edwin Aguiluz considera que irrespeto la identidad cultural de los feligreses cristianos: “Las jornadas de 12 horas en día domingo son incompatibles con esta práctica de una gran parte los costarricenses”.