El presidente ejecutivo del Grupo ICE, Marco Acuña Mora, mencionó hoy que la institución visualiza en su plan de expansión incorporar una planta térmica con una capacidad de alrededor de 350 megavatios, que se ubicaría en Limón.
Acuña explicó que el fin es darle estabilidad al sistema ante la incorporación de energía variable -como la solar y eólica – y satisfacer la demanda creciente de electricidad, debido a la complejidad de construir una gran planta hidroeléctrica.
Acuña hizo la afirmación esta mañana durante su comparecencia ante la Comisión Especial del Sector Energético Nacional, en la Asamblea Legislativa.
“En el plan de expansión ya está siendo necesaria una planta térmica grande porque como en este país es complicado hacer hidroeléctricas grandes, que son las que dan firmeza, y tenemos poco a poco la incorporación de más (energía) variable como solar y eólica entonces se hace necesario para el futuro una planta térmica grande”, dijo Acuña.
El ICE incorporaría esta planta en la actualización del plan de expansión que se realizará este año.
“El hidro grande es complejo, lleva mucho tiempo y lleva muchas implicaciones sociales”, señaló Acuña.
“Sólo los ríos no se devuelven”
El parque térmico (plantas que generan electricidad a partir de la energía que liberan combustibles fósiles) del ICE opera con una potencia de 410 MW/h con las siguientes plantas: Garabito, Moín II, Moín III, Orotina, Guápiles y dos plantas alquiladas —una en Moín y otra en Garabito—.
El 22 de mayo pasado, UNIVERSIDAD publicó que el entonces gerente de Electricidad del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), Roberto Quirós Balma, solicitó los estudios para desincorporar tres plantas térmicas del sistema, intención que fue frenada por los equipos técnicos de la institución. Mientras la administración pasada cerró las plantas térmicas de Barranca y San Antonio, por obsoletas, sin sustituirlas.
Esta mañana Acuña reconoció que al inicio de su administración se planteó el cierre de plantas térmicas; pero dijo que “eso estaba indicado así en el plan de expansión” elaborado por la administración anterior.
“Pero cuando hicimos la actualización nos dimos cuenta de que era un error, entonces, bueno, solo los ríos no se devuelven. Revertimos esas decisiones con base en un estudio técnico y más bien recuperamos unidades de Moín, que son incluso las que nos dieron soporte este año en la época seca”, añadió.
Apuesta por lo solar y eólico
Acuña recalcó que cuando asumió el mando de la institución en 2022 se encontró con estudios de 2020 que decían que supuestamente no se requería incorporar nuevas fuentes de electricidad en los próximos 10 años y que no había un solo proyecto con factibilidad, por lo que actualizaron el plan de expansión de 2023 y 2024.
A manera de ejemplo, señaló que las inversiones en proyectos pasaron de $1.400 millones en el plan de expansión de 2022 a $3.500 millones en el más reciente, mientras que las incorporaciones anuales de energía al sistema pasaron de 80 megavatios a alrededor de 250 megavatios.
A inicios de setiembre, el ICE firmó las cartas de compromiso con cinco proyectos solares y cuatro eólicos de generadores privados que se construirán en Guanacaste, y que aportarán 166 megavatios de capacidad instalada. Su inicio de operación se proyecta para 2026 y 2027.
Acuña recalcó que el ICE tiene sus propios proyectos solares, uno de 10 megavatios en el Valle Central y otro de 70 megavatios, que se ubicará en Guanacaste. Se proyecta que el primero empiece a funcionar el próximo año y el segundo a fines de 2026.
Asimismo, el 5 de setiembre, jerarcas del ICE y del Banco de Costa Rica (BCR) firmaron un contrato de financiamiento por ₡37.400 millones para remodelar y ampliar la Planta Eólica Tejona, ubicada en Tilarán y que pasará a tener una capacidad instalada de 42 megavatios.
