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Horizonte Positivo podía revisar tabletas que IMAS usó para recoger datos de beneficiarios

Ministro Juan Luis Bermúdez dijo: “las tabletas nunca nunca han salido de manos del IMAS”.

La asociación de empresarios Horizonte Positivo estableció, desde noviembre del 2014, que las tabletas para recoger información de personas beneficiarias de programas sociales fueran un préstamo para el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS). 

La información se recoge en una aplicación de Ficha de Información Social (FIS Digital) con datos de hogares y personas: su dirección, número de teléfono, el tipo de vivienda en la que viven, los materiales que tiene, cómo acceden a servicios básicos y públicos, si tienen Internet o no, si tiene bienes o no, entre otros, según detalló en entrevista el jerarca del IMAS, Juan Luis Bermúdez. 

Esos datos se incorporan al Sistema Nacional de Información y Registro Único de Beneficiarios del Estado (Sinirube), que posee “datos del 80% de hogares del país. Son alrededor de 4 millones de habitantes”, según Bermúdez.

El equipo de Horizonte Positivo llegó en julio del 2016. Según consta del último contrato, del 2018, IMAS mantenía 105 tabletas marca Huawei y seis tabletas marca Samsung. 

IMAS dijo que la asociación manifestó que “no había interés de recuperarlas, y que se gestionara un proceso de donación como activos institucionales”.

Horizonte Positivo envió documentación del IMAS que constata que, el 23 de julio pasado, donaron 106 tabletas Huawei. No se mencionan las Samsung.

“Huawei no hizo una donación formal, sino una entrega de las tablets a H+ (sic), amparados por un acuerdo entre ambas entidades (Huawei y H+). Posteriormente H+ hizo entrega de las tablets a IMAS”, detalló en un correo Horizonte Positivo.

Por cuatro años, Horizonte Positivo tuvo permiso de inspeccionar las tabletas de forma irrestricta. Las tabletas se usaron “operativos de captura de datos (barridos) de familias en la Ficha de Información Social”.

IMAS estaba obligada a “permitir el libre acceso al Comodante (Horizonte Positivo) para realizar inspecciones en las tabletas y en sus instalaciones regionales o locales que correspondan, cuando el Comodante haya solicitado esa inspección” y “no realizar modificaciones a cualquiera de las tabletas”.

En una entrevista que UNIVERSIDAD realizó en el IMAS, el jerarca de la institución Juan Luis Bermúdez dijo que la información recopilada no se puede leer desde la contraparte privada de las tabletas.

“Contamos con políticas de seguridad y otros instrumentos que se aplican no solo en dispositivos móviles, sistemas de computación, servidores, además del principio y deber de confidencialidad que resguarda todo funcionario público”, afirmó.

De acuerdo con Bermúdez, las donaciones del IMAS las revisa una Comisión de donaciones. En el caso del software, el presidente del IMAS dijo que “es un intangible. No sé, tendría que revisar el reglamento”.

Se pidió una lista de las aplicaciones que se instalaron en las tabletas y, también, listas de inventario. La información está pendiente.

Bermúdez afirmó que las tabletas “nunca nunca han salido de manos del IMAS” y que “siempre han estado bajo el resguardo, proceso de revisión y seguridad”.

De acuerdo con una carta de entendimiento, en el 2018 las tabletas permanecían en manos de 110 funcionarios del IMAS, repartidos por todo el país.

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