Mientras familia propietaria de la laguna Láncaster acusa al ICE de haber dañado el sitio, la institución lo niega y debió defenderse ante entidades internacionales financiadoras del proyecto.
Trabajos de extracción de materiales, para la construcción del proyecto hidroeléctrico (PH) Reventazón, habrían causado una seria afectación en las laderas de contención de un humedal conocido como laguna Láncaster, ubicado a menos de un kilómetro del embalse construido por el Instituro Costarricense de Electricidad (ICE).
Al menos así lo asegura Alexandra Grüninger, cuya familia es dueña del terreno donde se ubica el humedal, en Siquirres. Para ello se fundamenta en fotos y videos que ella misma hizo de la maquinaria extrayendo material, así como en un estudio geológico realizado por Allan Astorga, con la colaboración del también geólogo Andreas Mende, fechado en setiembre de este año.
El ICE por su parte, a través de un comunicado, aseveró que entre el 2010 y el 2016, durante la construcción del PH Reventazón, “nunca extrajo material de las laderas adyacentes a las Lagunas Lancaster ni generó afectación alguna en el humedal, como lo han venido afirmando en diferentes instancias sus propietarios”.
Añadió que se extrajo material “únicamente en el cauce del río y con las concesiones y los permisos respectivos”.
Naturaleza abundante
Grüninger detalló que su familia es poseedora de “casi todo” el terreno alrededor de las dos lagunas que conforman el humedal, así declarado desde 1994 a través del decreto 23-004 Mirenem, del antiguo Ministerio de Recursos Naturales, Energía y Minas.
Detalló que se trata de un proyecto de 190 hectáreas dedicadas a la reforestación y que las lagunas alojan diversas especies de aves migratorias. Añadió que a través de monitoreos realizados con cámaras trampa por la Fundación Panthera, se fotografiaron varias especies de felinos en peligro como el puma, yaguarundí, o el tigrillo. También aprovechan la laguna perros de agua -especie también conocida como nutria neotropical-, saínos y tepezcuintle. “Una gran riqueza en materia de vida silvestre”, acotó Grüninger.
Agregó que el más reciente monitoreo determinó la presencia de más de 250 especies de aves y más de 80 de mamíferos, reptiles y anfibios. Entre esas aves se cuenta la lapa verde, en peligro de extinción.
A todo ello se suma el hecho de que, según informó, el embalse del PH Reventazón cortó una importante ruta migratoria de felinos en el corredor biológico Barbilla Destierro. Añadió que el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie) realizó estudios y determinó que es precisamente a través de la propiedad de la familia Grüninger por donde podría pasar una nueva ruta de los felinos.
“Es muy importante, porque alrededor está fragmentado, no queda mucho bosque y hay mucha ganadería, esta finca al ser proyecto de reforestación ofrece hogar a estas especies”, agregó.
“SUSCEPTIBILIDAD”
El mencionado informe geológico elaborado por Astorga y Mende apunta entre otras consideraciones que la laguna Láncaster y sus alrededores, “particularmente el terreno que la separa del río Reventazón”, constituye un área “de gran valor ecológico” y destaca no solo que así lo demuestra un estudio ecológico realizado por el mismo ICE en el 2014, sino que ese mismo estudio recomienda intensificar la reforestación de la zona “a fin de conservarlo y mejorar su calidad ambiental”.
De acuerdo con el informe, algunas características del humedal y la susceptibilidad geológica y ambiental del sitio se deben a su proceso de formación.
En ese sentido, Astorga y Mende explican que el origen geológico de la laguna se relaciona con un “evento catastrófico” en la ladera del volcán Turrialba en algún momento del Pleistoceno Superior (entre 200.000 y 10.000 antes del presente), el cual provocó un lahar -es decir, un deslizamiento de sedimentos y agua- que recorrió 18 kilómetros hasta el área por donde actualmente pasa el cauce del río Reventazón.
Ante el paso de ese deslizamiento y por las irregularidades del terreno, se desarrollaron lagunas ante el represamiento del Reventazón, de las cuales la laguna Láncaster viene a ser una suerte de remanente resultante del triunfo del Reventazón, cuando hace miles de años rompió esa represa natural.
Esas circunstancias específicas en su origen hacen de la laguna Láncaster “un área de muy alta susceptibilidad geológica y ambiental”, debido a “su muy alta vulnerabilidad a los procesos de deslizamiento y erosión”, lo cual se acentúa si sus terrenos presentan desprotección por la ausencia de cobertura boscosa.
Así, mediante el método de fotointerpretación histórica, los investigadores determinaron que entre 1998 y el 2010 el proceso de erosión fluvial producido por el borde externo del meandro del Reventazón a la altura del sitio Láncaster y “la consecuente” inestabilidad de la ladera de la pared de la margen derecha del río Reventazón -donde se encuentra la alguna-, se intensificó “notablemente”.
También se refirieron a las fotografías de la explotación minera realizada por el ICE echas por la familia Grüninger -que datan del 2014 y 2015- y las compararon con fotos realizadas en agosto pasado por Astorga.
A través de esa comparación se llegó a la conclusión de que “la mayor actividad minera del ICE se dio precisamente en el borde externo del meandro”.
El informe añade además que, en la verificación realizada en el sitio, se hallaron “vestigios de la actividad minera”, como un dique roto para el control del cauce principal y movilización de material a la base de pared de la margen izquierda, así como “una significativa profundización del borde externo de meandro, indicando cambios de altura dentro del mismo cauce de entre 3 y 5 metros!” (sic).
“CONFORME A LA LEGISLACIÓN”
El ICE mientras tanto recordó que en marzo y setiembre de este año el Tribunal Contencioso Administrativo declaró sin lugar una solicitud de medida cautelar que buscaba suspender toda obra constructiva en los terrenos expropiados para la construcción del PH, así como paralizar el llenado del embalse. También el Juzgado de esa instancia rechazó solicitudes de suspensión de la puesta en posesión de esos terrenos en favor del ICE.
La misma fuente destaca que la Comisión Plenaria de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) rechazó una denuncia presentada. Al respecto, Grüninger observó que el ICE cuenta con un puesto en esa Comisión.
En su comunicado, el ICE también plantea pronunciamientos en su favor emitidos por la Dirección de Geología y Minas y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac).
“Las dependencias técnicas concluyeron que no hubo daño ambiental alguno en los terrenos asociados a dichas lagunas como consecuencia de la construcción del proyecto y que el ICE siempre ha actuado conforme a la legislación”, concluye.
Sin embargo, la familia Grüninger acudió a la Oficina de Asesoría y Ombudsman de Cumplimiento (CAO, por sus sigla en inglés) del Banco Mundial. Esa instancia, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Europeo de Inversión son los entes financiadores del PH Reventazón.
Así, una representación de esas instancias en días pasados vino al país y de acuerdo con Grüninger sostuvieron tres días de reuniones, tras los cuales “estamos sumamente positivos”. Añadió que durante esa gira, el geólogo Mende constató ante los emisarios de los bancos la existencia de una grieta nueva, “hay permeabilidad de agua de la laguna”.
Esa delegación sostuvo una reunión el pasado 16 de noviembre con el ICE. UNIVERSIDAD buscó ante la oficina de prensa institucional información actualizada sobre el tema y un balance de esa reunión; sin embargo, tras la llegada al país del huracán Otto y el intenso trabajo que ello ha significado para instituciones como el ICE, se desistió de presionar por una respuesta.