Tiempos de hidratación, espacios de sombra y lugares de descanso disminuyeron la incidencia de lesiones renales en los trabajadores de la caña del Ingenio San Antonio, ubicado en Chinandega, Nicaragua.
Así lo señalan los resultados del proyecto Iniciativa Adelante, realizado por la Isla Network en alianza con el Comité Nacional de Productores de Azúcar de Nicaragua (CNPA), la Certificadora de Producción de Caña Bonsucro y el Ingenio San Antonio (ISA).
“Se hizo una asociación con uno de los ingenios que estaba teniendo esa población de trabajadores que estaba sufriendo Enfermedad Crónica No Tradicional (ERCnt), la Isla empezó a trabajar con ellos para la conformación de un centro de excelencia que garantice buenas prácticas de trabajo para la prevención del estrés térmico y esta enfermedad renal en cortadores de caña”, indicó el investigador de La Isla Network, Esteban Arias, una organización no gubernamental dedicada al estudio y prevención de la ERCnt, el estrés térmico y la mitigación de los efectos del cambio climático.
“(…) Aunque aún la Enfermedad Renal Crónica No Tradicional se sigue estudiando y ya es mucho más reconocida su relación con el estrés térmico, aún existen otros factores que deben seguirse estudiando y mejorando. Nosotros hemos demostrado especialmente en Nicaragua, en este centro de excelencia —con medidas de protección básicas como lo son descansos obligatorios, sombra móvil e hidratación— una reducción en la incidencia de casos de esta enfermedad y de eventos renales que podrían eventualmente desencadenar esta en la comunidad”, añadió.
Disminución en incidencia de casos
De acuerdo con el proyecto llevado a cabo por La Isla Network, durante la zafra 2017-2018 —cuando se empezó a trabajar con el Ingenio San Antonio y a poner en práctica las medidas de protección— se observó el 27% de los cortadores de caña quemada presentaron daño renal incidente durante esta cosecha.
Una lesión renal no significa que el trabajador tenga Enfermedad Renal Crónica No Tradicional; sin embargo, sufrir varios eventos periódicos de lesión renal durante la zafra aumenta la probabilidad de desarrollar esta enfermedad, indicó Arias.
Esta incidencia disminuyó a 7% para 2019, llegando incluso a un 1% para 2021.
“Es súper evidente que esto está relacionado con el estrés térmico y las condiciones de trabajo. Lo que nosotros estamos implementando es un control del horario, es una jornada controlada de 6 horas, en las cuales tienen descansos obligatorios, tienen esquema de hidratación con agua y bebidas isotónicas y los toldos de sombra móvil”, externó Arias.
Aumento en producción
Con la implementación de estas medidas de protección en el ingenio nicaragüense, no solamente mejoró la salud de los trabajadores, sino que también se dio un aumento en la productividad.
Los trabajadores pasaron de cortar en promedio 4,75 toneladas de caña por día a 6,2 toneladas. Esto se dio, incluso, en medio de una disminución de la jornada laboral de 10 a 6 horas laborales.
“Esto significa evidentemente un mayor ingreso para el trabajador porque la caña en todo el mundo se paga por tonelada, y aparte de eso, evidentemente se beneficia la la comunidad y la familia, porque el trabajador está recibiendo más fondos. Estamos hablando que tenemos trabajadores más sanos que tienen que invertir menos en salud, que se ausentan menos, que tienen más energía y mejor condición”, externó Arias, quien agregó que al disminuir su jornada laboral, estos cortadores de caña tienen un periodo largo después de su salida del trabajo para recuperarse.
Proyecto no pudo ser aplicado en Costa Rica
Las buenas prácticas aplicadas en el Ingenio San Antonio en Nicaragua no han podido ser replicadas en Costa Rica, un país en el que los casos por Enfermedad Renal Crónica No Tradicional aumentan cada año.
De acuerdo con el investigador, ambos países poseen condiciones climatológicas y de producción similares; sin embargo, pese a que La Isla Network intentó un acercamiento con la Liga Agrícola Industrial de la Caña de Azúcar (Laica) —que es un ente público no estatal en el que convergen productores e ingenios— para implementar el programa en Costa Rica, esto no se pudo dar debido a su negativa.
“Hemos intentado acercarnos con Laica pero su posición es de que tienen un muy buen programa de estrés térmico para sus trabajadores y no están interesados en este momento”, mencionó Arias.
Este proyecto no solamente ha sido replicado en Nicaragua, pues la ONG se encuentra trabajando también en otros países como México, Honduras, Guatemala, Honduras y El Salvador, entre otros.
Laica se sacude
Consultados por UNIVERSIDAD, la gerente administrativa y de sostenibilidad de Laica, Zaida Solano, externó que La Isla Network, “que es una entidad privada supranacional, nos presentó hace unos años una oferta económica para brindar sus servicios de consultoría a LAICA que rondaba aproximadamente los $650.000”.
Asimismo, indicaron que, desde el sector cañero-azucarero tienen como política trabajar estos temas con entidades nacionales oficiales y, “al ser su causa un tema multifactorial que afecta a muchos sectores productivos, le corresponde al amplio sistema de salud nacional el valorar este tipo de propuestas”.
Señalaron que en conjunto con otros sectores productivos y organizaciones han venido trabajando desde hace varios años en Costa Rica y en Centroamérica el tema del estrés térmico y que en en el sector cañero-azucarero costarricense existe un Protocolo de Sostenibilidad Sectorial en el cual se establecen 21 temas materiales que se gestionan a través de gobernanzas sectoriales. Dentro de este protocolo están los temas de salud y seguridad ocupacional, que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha declarado como principio fundamental.
La gerente destacó que desde hace diez años, Laica (que aglutina a productores e industriales del sector cañero-azucarero de Costa Rica) al igual que la Cámara de Agricultura, que se incorporó hace un año, forman parte de la Comisión de Nefropatía Nacional y del Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica (Comisca), espacios en los que se ha abordado el tema.
“Asimismo, se trabaja en la prevención de la enfermedad con los ingenios azucareros del país, especialmente con los que están ubicados en las zonas endémicas, así declaradas por el Ministerio de Salud, según sus características ambientales. Tenemos protocolos de trabajo que desarrollamos con la participación de miembros del sector cañero-azucarero costarricense, el aporte y la visión de especialistas y alianzas internacionales. Dichos protocolos se implementan y se revisan habitualmente con el propósito de mejorar las prácticas”, mencionó.
“Los protocolos incluyen temas de hidratación, equipo de protección, exámenes médicos, seguimiento, entre otros aspectos. Incluso como parte del trabajo, LAICA desarrolló, con el aporte de médicos nefrólogos muy reconocidos en el país, Hidra que es una bebida hidratante que contiene azúcar, lo cual aporta energía y los electrolitos (sales minerales de sodio, potasio y magnesio) que ayuda a reponer los niveles de líquidos y electrolitos del cuerpo”, finalizó.
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Según datos del INS, se trata de hombres de la región Pacífico Norte, en edad productiva, que se dedican a labores agrícolas.