Este es solo uno de los títulos posibles de la entrevista de 70 minutos que UNIVERSIDAD efectuó con el vocero del partido que, dice él, gobernará Costa Rica en el 2018, pero antes hay muchos temas por resolver. Como muchos, Vargas tiene su lista de “buenas intenciones” en el año que se inicia y aquí están algunas de ellas. Por ejemplo: darle más cuerda al diálogo.
Para el grueso de la población este es “el diputado de barbas largas y canosas”, pero para el Frente Amplio (FA) es su vocero y para la Asamblea Legislativa, un actor relevante: Gerardo Vargas Varela. Sus palabras reciben atención de unos y otros y se ha sabido ganar una legitimidad con diversos sectores sin romper tampoco los márgenes del FA.
Exsacerdote católico y activista social, este hombre parece haber aprendido a acomodarse bien la corbata de diputado, sin tener más experiencia de político que la otorgada por su trabajo como asesor parlamentario de José María Villalta, el único predecesor frenteamplista, excandidato presidencial y factor clave en el futuro de la agrupación.
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Uno no ve avances sustanciales como para decir que el PAC ha hecho cosas diferentes o avances (…) 1,3 millones de costarricense esperaban algo diferente de este gobierno no ha llegado en obras”
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Esta entrevista funciona como un repaso del 2015 (la lucha infructuosa contra el megapuerto de APM Terminals en Limón) para el FA y una previsión de objetivos del 2016 (“el Gobierno tiene la papa caliente” en lo fiscal).
No es un año cualquiera. No podría serlo si se viene una discusión fuerte en los impuestos que pretende el Gobierno (por cierto, un gobierno “frustrante”, dice) y será el último antes de que se abran fuegos electorales para el 2018. Es, además, un año sensible para el tema del desempleo, señala Vargas.
Estamos a mitad de cuatrienio. Este es el último año sin campaña. Hágame la lista de promesas del FA en el 2016.
- Vamos a trabajar por proyectos que creemos son claves: el de fortalecer al Incofer, el del salario mínimo vital, el de arrendamientos y el de empoderar a la inspección laboral. Pero también dentro de las buenas intenciones el FA viene con una mayor actitud de diálogo; una disponibilidad de negociación porque es indispensable en este parlamento.
¿A qué deben tener cuidado en este 2016?
- Tenerle cuidado al tema del desempleo; hay que tenerle mucho cuidado porque, diay, hay empresas que han salido y otras que quieren irse del país y eso puede ocasionar que muchos podrían perder el trabajo. Y si eso se une a proyectos contra empleo público, puede generar una gran incertidumbre en la clase trabajadora. Para nosotros es clave.
¿Cómo el FA convencería a estas empresas de quedarse en CR cuando más bien hay un sector que lo acusa de espantar a la empresa privada?
- Esa es una mentira. Nosotros abogamos para que crezca la empresa privada y vengan más. Queremos que vengan y respeten la ley laboral y ambiental porque genera empleo y desarrollo a este país. El año pasado se fueron algunas porque decían que Costa Rica no ofrece condiciones adecuadas, pero no es cierto; es porque algunas quieren mano de obra barata con condiciones laborales más débiles.
¿Qué hay que hacer para que vengan más?
- Lógicamente hay que dar condiciones para que vengan, pero nunca en detrimento de derechos laborales y ambientales. Depende de qué sector, pero hay que revisar el costo de los combustibles, acceso a comunicaciones al nivel que se promovió en tiempos del TLC y la infraestructura es necesaria también. Un ejemplo: APM Terminals va adelante y en un año pueda estar terminado. Vamos a tener un muelle de primer mundo terminado pero no hay salida acorde para los camiones.
¿APM y un muelle de primer mundo?
- Nosotros siempre dimos lucha fuerte contra la cláusula del monopolio de los contenedores de carga, porque eso será la quiebra de Japdeva; sabemos que le quedará pocos años de vida. Luchamos para eliminar esa cláusula 9.1 pero los gobiernos de Óscar Arias, Laura Chinchilla y de Luis Guillermo Solís abogaron para que eso quedara. Uno da luchas en esta vida, pero hay que vivir de realidades, ¿verdad?, y hay una realidad: APM se está construyendo y no se logró detener.
¿Se detuvo la lucha del FA contra APM Terminals?
- Dentro de la fracción quien sigue la lucha es la compañera Ligia Fallas en lo ambiental, y nosotros la apoyamos.
¿Y sobre el futuro de Japdeva?
- Quedan contenciosos en Tribunales sobre la cláusula monopólica y hay una mesa de negociación con Defensoría. Esa mesa continúa, pero mientras la construcción también continúa. Creo que ese muelle estará terminado y operará. No me tiene contento, pero diay, es una realidad.
¿Cree que debió hacerse una lucha distinta?
- Pudimos haber aglutinado más fuerzas, más apoyo técnico o contar con mejor asesoría legal, pero hay que bregar con lo que hay.
¿Fue bueno el 2015 para ustedes?
- Fue bueno con el control político y gran cantidad de proyectos y el trabajo fuerte en comisiones. Culminó de manera grandiosa porque se logró aprobar la reforma al Código Procesal Laboral. Fue una gran alegría poder culminarlo así. Además acompañamos diferentes marchas populares porque somos nacidos de movimientos sociales. Fue un año en el cual mantuvimos un trabajo de campo y nos mantuvimos cohesionados.
Celebran la aprobación de la reforma al Código Procesal Laboral, pero sin lo referente a las huelgas.
- La RPL es importantísima y el tema de la huelga es solo uno dentro de todo. Nosotros en el Frente Amplio somos conscientes de que lo grueso debía salir por el bien de toda la clase trabajadora.
¿No habría sido mejor excluir lo de las huelgas desde un principio y así no haber gastado todos estos años discutiendo la reforma?
- Así son las cosas en esta Asamblea Legislativa. Las cosas caminan y llega un momento en que hay que hacer negociaciones.
¿Esto que usted dice vale para los proyectos de impuestos?
- Lo que pasa es que hay posiciones bien radicalizadas como en el PUSC, Mario Redondo y en el Movimiento Libertario. El Gobierno tendrá que ver cómo negocia con ellos.
La marca del FA
¿Y cómo tendrá que negociar con FA?
- Hay algunos proyectos que deben aprobarse ya: como el de fraude fiscal, el de caja única, y el que recorta casi 1.200 exoneraciones dispersas en 400 leyes. Después vendrá la discusión del impuesto al valor agregado (IVA) y de Renta. Ya dijimos que en IVA está bien devolver ese 40% a los más pobres y se extienda a profesionales liberales, pero no aceptamos que se grave educación salud y que no suba del 13%. En Renta sí vemos bien que promueve un sistema progresivo. Es indispensable. Esos dos proyectos tendrán que negociarse ya; si el Gobierno no avanza en estos seis meses de extraordinarias, ya no lo hizo. Pasadas las municipales queda el terreno político limpio. El Gobierno tiene la papa caliente. Si no avanza ahora, va a ser muy difícil.
Lo dice como si no fuera asunto de ustedes.
- No, el FA está convenido de que hay que actuar en lo económico. Si no, vamos a caer en una crisis. No podemos seguir con este déficit y vamos a perder todos. Estamos obligados a colaborar, pero no vamos a votar esos proyectos así como están. Así como están, no.
¿Eso marcará el 1° de mayo, no?
- Esperaría que no. Sería lamentable que se elija un directorio a cambio de impuestos. No sería nada nuevo en la historia de los 1° de mayo, pero creo que el tema de impuestos no debe venir amarrado al 1° de mayo.
¿Por qué sigue usted como jefe de fracción?
- No tengo idea. Cuando llega ese momento, lo conversamos. Los nueve tenemos igual capacidad de tener la jefatura.
Es políticamente correcto, pero no necesariamente cierto.
- Bueno, yo voy respetar lo que la fracción decida.
¿Le resultan satisfactorios estos dos años como vocero del FA?
- Ser diputado es una universidad. Es un compromiso grande con el partido y militantes del partido y de costarricenses.
No le ha ido mal y usted nunca antes fue diputado ni tuvo cargos políticos. Solo fue asesor legislativo. ¿Dónde aprendió a ser diputado y a liderar una fracción?
- Bueno, tengo un grupo de asesores muy bueno y preparado, y buenos compañeros diputados; eso es indispensable. Siempre consulto cualquier cosa y es técnico o político y a las autoridades del partido y por supuesto que José María Villalta juega un papel clave en la vida del partido y de esta fracción. Fue un gran diputado, nuestro candidato y tiene una gran experiencia y claro que ha sido clave su acompañamiento.
¿Es usted ficha de José María Villalta?
- Yo no soy ficha de José María, soy ficha del Frente Amplio. Vine a trabajar por el partido y me debo al partido.
¿Qué relación le conviene al FA frente al Gobierno o al PAC? ¿Aliados?
- Eso es una mentira; nunca hemos sido aliados del PAc ni del gobierno de Luis Guillermo Solís. Eso que se ha dicho de nosotros es falso. Solo hemos apoyado proyectos y vamos a seguir siendo críticos cuando se hacen las cosas mal. No tenemos ningún compromiso y la prueba es que no tenemos a nadie en este gobierno ni en ningún Directorio legislativo
¿Tampoco en este Directorio?
- No vamos a estar ahí. Lo tenemos claro, aunque es pronto para hablar del 1° de mayo.
¿Si alguien viniera llegando a Costa Rica, cómo le resumiría usted el gobierno de Luis Guillermo Solís?
- Aún no respondido grandes expectativas de la gente. Mucha alharaca pero nada de nada. Don Luis Guillermo tiene buenas intenciones pero el equipo no le ha entendido o no ha operativizado el plan. Uno no ve avances sustanciales como para decir que el PAC ha hecho cosas diferentes o avances.
¿Dice que ha defraudado?
- 1,3 millones de costarricense esperaban algo diferente de este gobierno no ha llegado en obras, aunque en corrupción sí se ve algo diferente. Seguimos igual en tema de empleo, infraestructura, pobreza, campesinos, seguridad.
El futuro cercano
¿Están en el FA echando en su saco las lecciones que experimenta el PAC en Gobierno?
- Por supuesto que hay un aprendizaje. Este período nos va lanzando un cuadro de cómo el partido debe ajustar su visión de cómo gobernar.
¿La propuesta del 2018 sería diferente a la del 2014?
- Muchas cosas podrían variar en los contenidos pero también el partido tiene que irse preparando en los cuadros para gobernar este país porque estamos totalmente convencidos de que vamos a gobernar este país.
¿En el 2018?
- Sí
¿Con José María Villalta?
- Eso no lo sé; ese proceso todavía no ha empezado. En política nunca se sabe nada, pero el partido se está preparando para el 2018.
¿Si fuera así, encontraría al país igual, mejor o peor de como estaba en 2014?
- No será peor, porque en 2014 veníamos de ocho años de Liberación Nacional y eso era un desastre total. Ahora las cosas deberían estar diferentes y esperamos que algunas cosas podamos seguir implementándolas.
Si la izquierda llegara al Gobierno en Costa Rica, iría a contrapelo del giro que está dando el resto del continente. ¿Cómo ven lo que pasa en Venezuela y Argentina?
- Son cosas totalmente opuestas. En Venezuela la derecha ganó las legislativas y eso cambiará la vida política de Venezuela; el Gobierno deberá entender que hay que negociar. En Argentina fue lo contrario, fue la ultraderecha la que tomó el poder y el pueblo ahora va a poder comparar entre un gobierno de izquierda y uno de ultraderecha.
¿Cómo recibe el FA estas noticias del continente? ¿Es un cambio de ruta internacional?
- Es de análisis permanente. No podemos valorarlo como bueno o malo y cada país debe resolver sus situaciones.
¿Ha asimilado bien este golpe electoral el gobierno de Maduro?
- No tengo idea, pero es su realidad. Tendrán que negociar.
¿No tiene idea?
- Lo que le quiero decir es que el Gobierno de Venezuela debe tener claro que no tiene el Congreso a su favor y eso lo obliga a negociar.
¿Y la derecha ha logrado asimilar bien el triunfo o se ha emborrachado?
- En Argentina o Venezuela es dañino cualquier triunfalismo. No es ganar una elección, es gobernar un país. El pueblo los está esperando.
Vienen elecciones en Nicaragua. ¿Cree que serán elecciones democráticas?
- Soy defensor acérrimo de la democracia y siempre espero elecciones libres en cualquier país del mundo.
¿Viendo lo que ha pasado en los últimos diez años, cree que serán elecciones limpias y justas?
- Tienen que ser así, porque así lo exige la democracia. A eso aspiro en un país como Nicaragua, donde hay un gobierno que tiene un proyecto político que está implementando. Algunos analistas lo ven bien y otros no, como ocurre cuando valoran a Costa Rica.
¿Por qué tanta cautela al referirse a Nicaragua?
- Somos categóricos, pero no nos compete decir si es bueno o malo. Nosotros trabajamos por este país.
La encuesta del CIEP mostraba un apoyo amplio al patrullaje conjunto con Estados Unidos. ¿Seguirá firme la oposición del FA?
- Mientras tengamos la Constitución que tenemos, seguiremos en esta posición en defensa del artículo 121. Vamos a votar siempre en contra del patrullaje conjunto por soberanía nacional y además tampoco hay informes de resultados. Abolimos el Ejército y por eso nunca votamos un permiso de patrullaje conjunto. Uno no ve el fruto si vemos más bien se ha agravado el problema del narcotráfico en el país, con otras rutas. Estamos llenos de rutas del narco.
Lo dice usted siendo diputado de Limón…
- Es angustiante lo que está pasando con el narcotráfico en este país. Estamos quedando muy cortos en el combate al narcotráfico y podría ser un golpe más fuerte.
¿Cómo evalúan la crisis de cubanos migrantes en Costa Rica?
- Desde lo humano, es lo menos que pudimos haber hecho: tratarlos dignamente. A nadie le gustaría pasar por lo que ellos pasaron. Desde lo político, el Gobierno ha hecho un esfuerzo para buscar una salida y lo ha manejado bien. Ahora, la migración se da a nivel planetario y hay que entender que el tema sigue abierto, porque esa migración no va a parar.
