Ocho horas después de esta entrevista, un hombre de 62 años iba a pedalear entre los carros, en la cuesta de San José a Montes de Oca bajo la lluvia. Estaba oscuro a las siete y resto de la noche y nadie iba a reconocer que ese ciclista de buzo y tennis azules pudo haber sido presidente de la Asamblea Legislativa este 1° de mayo. O pudo haber sido presidente de la República, pero eso tampoco ocurrió.
Es bueno pedaleando. Ahorra tiempo, ahorra tiempo y combustible, y siente que hace lo que quiere. Es muy Ottón Solís de su parte, muy PAC. Asegura que igual lo haría de haber logrado el objetivo de presidir este poder de la República el pasado 1° de mayo, cuando fue la carta oficialista para enfrentar al candidato que impulsó el Partido Liberación Nacional (PLN), el pastor evangélico Gonzalo Ramírez que representa “un regreso a la Edad Media”, según Solís.
Tiene oxígeno para pedalear y ahora más para su incidencia política. Este es el diputado oficialista que fundó el Partido Acción Ciudadana (PAC), incómodo para el gobierno de Luis Guillermo Solís, pero predecible en sus posiciones.
Este lunes, una semana exacta después de la jornada del 1° de mayo, Solís repasa sus pormenores y hace inventario. Las cuentas le salen azules porque cree que salió ganando, que perdió su quinto intento por presidir un poder de la República (tres para el Ejecutivo y dos para el Legislativo), pero que ganó espacios y no está dispuesto a desaprovecharlos.
¿Cómo repasa usted ese 1° de mayo?
– Lo que pasó es que un candidato presidencial y presidente legislativo pensó en las elecciones del 2018 y sabe que el voto cristiano tiene un peso. Antonio Álvarez Desanti, cuyo único fin en la vida es el poder, quiso dar un mensaje al cristianismo costarricense, al no católico y al católico.
¿Usted pensó que sí podía salir favorable su candidatura?
– Claro, en un momento… alrededor del mediodía, como a esta hora, y por varias horas, hubo votos. Pero se recurrió al mecanismo de posponer la elección para ir arreglando las cuentas.
Si se tenían los votos, ¿qué importaba que la elección fuera al mediodía o a las cinco de la tarde?
– Bueno, hubo diputados como Mario Redondo que nos habían ofrecido el voto, igual que Óscar López. Además, esos diputados del Frente Amplio, que acabaron votando diferente, se autocalificaban como “progresistas” y nadie hubiera esperado que votaran de manera favorable al pastor evangélico.
¿Cuáles fueron las razones para que Redondo y López no lo apoyaran?
– No se sabe. A ver, Mario Redondo es parte del bloque cristiano y no sé si quiso votar de manera neutra sin tener que votar por mí.
¿Pudo haber hecho algo para ganar otro voto?
– No sé. Creo que no. Un diputado me pidió una plaza adicional a las que tiene derecho, la misma que Antonio Álvarez Desanti le había dado el año pasado, pero yo le dije que no. Yo en eso no puedo ceder si siempre lo he proclamado toda la vida. Me preguntaban si es cierto que yo iba a cerrar el cafetín o prohibir los viajes al Parlatino y esas cosas, y bueno, yo sí creía en poner límites, pero todos debíamos estar de acuerdo.
¿Cree que por eso pagó un costo?
– Yo a mi edad… ya se saben bien mis convicciones y qué es lo que yo practico. Muchos no me apoyaron por esas posiciones, aunque jamás lo dirían. De presidente legislativo tenía que hacer algo en esos temas de austeridad, claro, aunque no podía hacerlo solo.
No deja de ser sorprendente que en esta ocasión el PAC hiciera piña en torno a su figura, que no es neutra.
-De hecho desde 2009 o 2010, ya que usted lo menciona, es la primera vez que un cuerpo del PAC me apoya en mis posiciones. Desde esa época tuve dificultades en la Comisión Política y tuve que renunciar, cambiaron estatutos y ha sido difícil incluso en esta fracción. Sí ha sido un hito, porque tenía siete años de que no tenía apoyo dentro del PAC. Estoy muy agradecido con la fracción.
Muy bien, pero explíqueme por qué. Cómo se explica que Víctor Morales Zapata lo alabara a usted en el plenario. Suena hasta desconcertante.
-Yo no… yo no… habría que preguntarle a ellos. Para mí era lógico que si yo presentaba una propuesta buena había que unirse entorno a ella. Yo ahora nada más digo que estoy agradecido.
Usted el año pasado también se postuló para presidir la Asamblea Legislativa y quedó mucho más lejos. ¿Qué pasó en esta ocasión?
-Creo que el tiempo ha permitido ver la seriedad con la que yo enfrento estos temas, que no son ocurrencias. Ahora hay diputados del PAC que ya no se sorprenden por que yo cuestione algunas cosas del Gobierno, lo ven como natural.
Si hubiera sido necesario que usted renunciara a su candidatura para evitar que quedara en manos de un pastor evangélico, que tan malo lo considera usted, ¿habría estado dispuesto?
-No había posibilidades. Si otra candidatura se hubiera presentado, como se habló de la de Emilia Molina, diputados de otras fracciones se habrían separado de la negociación; ahí se desarmaba el naipe. Esto se armó sobre la base de una propuesta y eso no se improvisa. Habríamos caído en lo mismo de otras ocasiones. Vea que gente del Frente Amplio y del PUSC lo tomaron con seriedad. En esto trabajaron mucho Franklin Corella y Javier Cambronero, explicando la propuesta, y era la base de la candidatura.
Salió unido el PAC. Es noticia.
-La unidad siempre es importante, pero más importante es que se diera alrededor de una propuesta muy PAC, hablando de gasto legislativo, limitar crecimiento de pluses en sector público, financiar bien al Estado, reglamento legislativo… Temas con los que hemos peleado siempre.
Y aun así usted tuvo apoyo del Frente Amplio. Insisto, no era nada predecible.
-Eso es lo que ocurre en democracia: yo no era su plan A, pero sí el B ante la posibilidad de Liberación Nacional con la candidatura de Gonzalo Ramírez. Yo no era su favorito, pero consideraban un mal menor después de estudiar la propuesta. Al menos había propuesta, porque Antonio Álvarez no presentó ni una línea.
¿Por qué debía hacerlo si él no era el candidato?
- Él negoció todo. Todo el mundo lo sabe. Estoy 100% seguro.
¿Le salió bien el negocio a él?
- Depende de cómo se vea. Si el plan era lanzar un mensaje para atraer el voto cristiano de cara al 2018, parece que sí le salió bien. Su objetivo no era ennoblecer a la Asamblea Legislativa ni mejorar la calidad de la política; su objetivo era ganar esa elección y dar un mensaje a esa población.
Pero también da un mensaje menos positivo a un sector liberacionista que no está de acuerdo con esa jugada.
- El programa de vida de Antonio Álvarez ha sido el poder, nada más que el poder. Es la quinta vez que aspira a la presidencia de la República y ha dicho de todo y luego dice lo contrario. En su objetivo, que es el poder, él sabe hacerlo. Ha analizado que lo que pierde por un lado es menor que lo que gana. La gente informada en el PLN está molesta, pero la masa da mucho valor a lo religioso y recibe bien el mensaje.
¿Le han dicho algo los diputados del PLN?
- Por lo menos dos diputados o diputadas, sin decir nombres, me han expresado que fue muy incómodo. Una diputada se salió cuando le tocaba votar por Abelino Esquivel, el otro pastor evangélico que está en el Directorio. Sandra Piszk expresó molestia, aunque no se enfrentó al candidato presidencial.
¿Entonces fue un buen triunfo?
- Desde el punto de vista decadente de Antonio, sí.
A ver, es claro que el PAC también piensa en el 2018. De hoy en un año se despide Luis Guillermo Solís y claro que el PAC querrá reelegirse. ¿Fue favorable esta jornada?
- Pienso que sí. El mensaje del PAC tiene que ser ético. No nos unimos por intercambio de viajes o plazas, sino con una propuesta muy PAC; es un buen mensaje. A pesar de errores nuestros y del maquiavelismo puro del PLN, esta vez nos abrazamos a nuestros principios. Nadie en el PAC me aconsejó ceder en principios, a pesar de que el mismo PAC en 2014 incurrió en esas cosas.
Está claro que no se lanzará a una candidatura presidencial y tampoco ya a una presidencia legislativa. Fue esta su última precandidatura…
- Es injusto que me pregunte eso. ¿Por qué me preguntan eso siempre? Yo lo de la presidencia se lo contesto, pero no más. Yo podría ser diputado otra vez o ministro. ¿Por qué tienen que preguntarme sobre mi futuro?
Porque usted salió bien aunque haya perdido.
- Bueno, candidato presidencial no voy a ser nunca más, ¿ok? No tengo que decirlo tantas veces, pero te lo digo otra vez. Lo otro… yo tengo derecho a tener una vida.
¿Se siente con más potencial político, con más terreno para hacer trabajo de política?
- El objetivo mío era hacer cambios aquí en la Asamblea Legislativa, empezando por el reglamento y ordenar las agendas. No lo logré y me da pena por el país, francamente, igual que cuando no quedé de presidente de la República. Pero, en lo personal, bien, la gente aprecia la consistencia y seguro este evento ha servido para que la gente lo aprecie más. Eso sí me da espacio para seguir tratando de incidir en el país. Yo quiero hacer cambios en Costa Rica. Es difícil que me abstenga de opinar y de escribir, opinar o investigar un tema. Este tipo de eventos sirven para ganar un espacio de escucha.
Hay gente que le ha planteado en esa semana que se vuelva a postular.
- En un momento inventé la respuesta de que solo si Dios me hablara, porque yo no creo que Dios le hable a mortales pecadores como uno. Ahora más bien creo que si Dios habló, votó por el pastor cristiano y no por este servidor; creo que habló al revés (risas). En serio, no sé cómo hay gente que se obsesiona con ser presidente y dejan de ser ellos mismos por puro cálculo. Son esclavos del electorado, pero yo soy libre.
Este Ottón Solís cotizado también podría ayudar al PAC a ganar las elecciones del 2018, ¿no? ¿Será uno de sus objetivos en este año?
- Sí, sobre todo para incidir, algo que por exceso de respeto no hice en la última campaña. Yo acepté ‘bretear’ muy duro pero lejos del comando de campaña, pero talvez si hubiese sido menos respetuoso y me hubiese hecho un espacio, talvez hubiésemos incidido para evitar algunos errores en nombramientos, en ética y otros asuntos sustantivos como macroeconomía.
¿Y ahora?
- Ahora prefiero no aceptar que me manden a Bribrí o Liberia, lugares que me encantan, pero creo que hay un espacio que hay que ocupar. Tratar de incidir en prioridades, estilos, agendas, respetando por supuesto al que resulte ganador.
¿Va a apoyar a algún precandidato del PAC?
- No creo; solo si fuera muy evidente o si hiciera falta. No creo en caudillismo ni muletas. Apoyaré al que quede.
Algo de petulancia hay en creer que su apoyo significaría una alteración considerable en la precampaña. ¿No se cree demasiado especial?
- Puede ser, puede ser. Es que yo tuve la confianza de todo un partido en tres ocasiones y me parece que sería incorrecto utilizar esa confianza para inducir aunque sea a dos o tres votantes en una dirección. Eso sería caudillismo. Por eso nunca puse gente a dedo para cargos de elección popular.
¿Siente que ahora puede incidir sobre más personas que unos meses atrás?
- Puede ser. Ahora no soy candidato y tengo menos enemigos. La gestión legislativa me ha permitido ganar algún respeto en más población, pero nada más. Yo dije que me hacía a un lado para permitir nuevos liderazgos y eso se dio en el PAC ¿O hago las de Óscar Arias, que dijo que abría paso a nuevas generaciones y después daba todo su apoyo a un político que aspira por quinta vez? Antes criticó a quienes se postulaban con muletas y ahora él es la muleta, una contradicción gigantesca.
¿No echa en falta una opinión del expresidente Arias sobre la elección del 1° de mayo?
- Diay, yo creo que la multimillonaria precampaña de Antonio Álvarez fue en mucho para elogiar a Óscar Arias y supongo que el agradecimiento alcanza para disimular todo esto, porque sí me sorprende que se quede tan tranquilo viendo esta elección que lleva al país a la Edad Media.
Volviendo a lo de ocupar espacios en la política. ¿Va a recuperar su sitio perdido internamente en el PAC?
- Yo me siento culpable en no haberme esforzado más por acercarme a los grupos que influyeron en Luis Guillermo, sobre todo después de la elección. Hubo errores que pudieron haberse no cometido. La gestión pudo ser aún mejor.
¿Aún mejor? ¿Cree que este gobierno del PAC hace méritos para repetir en el poder?
- Yo creo que teníamos que caminar mil metros en una dirección y hemos caminado solo 200, pero en la dirección correcta. Eso el pueblo lo reconoce, aunque faltan 800 que se esperaba caminar y que me duele que no los hayamos hecho; no se han caminado porque no había convicción, pero mejorar sobre gestiones anteriores sí, el país lo reconoce. Han habido condiciones externas favorables, sí, pero también esfuerzos internos y por eso estamos un poquito mejor que gobiernos anteriores.
¿Da para que la gente vuelva a votar por el PAC?
- Sí, creo que el partido debe reconocer que se debía caminar esos mil metros y no 200, pero hay que enaltecerlos confesando que se puso hacer más. Comprometerse a caminar en una segunda administración. Cualquier cosa del PAC va a ser futuro; cualquier cosa del que pareciera ser nuestro principal rival, el PLN, es hacia atrás, como se demostró este 1° de mayo.
- ¿Cuáles serán sus peleas en este año?
- Estoy viendo qué va a pasar con el dividendo digital (del espectro radioeléctrico), si va a ser de los concesionarios actuales o del Estado. En segundo lugar, lo de OECD, que se mete en asuntos idelógicos nuestros como nivelación de la banca y políticas para los agricultores. Yo apoyé entrar a la OECD, pero si va a servir para privatizar la banca o mandar a agricultores a la calle, claro que me voy a oponer. Costa Rica debe plantarse. Muchos miembros de la OECD subsidiaron industrias como la de carros en Estados Unidos o bancos. No nos pueden dar clases de mercado si antes han subsidiado a sus industrias.
¿Da por descartado el ingreso a la Alianza del Pacífico?
- Yo solo espero que el presidente diga que no. Lamentablemente no lo dice y permite que siga con ese tema Alexánder Mora (ministro de Comercio Exterior), a quien respeto también. Debía haberlo hecho desde el principio por respeto a los otros países y al propio ministro.
¿Qué le pareció el informe anual del presidente de la República?
- La mayoría de los gobiernos se centran en la comunicación, bajo la errada idea de que la comunicación construye imagen por sí sola. El Presidente describió todo, inversión en cárceles, dónde y en qué módulos, pero creo que le sirve informar ese detalle. Si un locutor deportivo fuera así de detallado, el partido acabaría sin que él pudiera relatar la primera jugada. Bien, todo lo que dijo es cierto.
¿Echó en falta algo?
- Sí, el presidente no fue detallista para defender por qué no ha tomado algunas decisiones, por qué el canciller sigue en el puesto a pesar de los nombramientos que ha hecho, lo de los viceministros (sobresueldos) lo pudo haber explicado también y hubiese redondeado el discurso.
Usted presentó un proyecto de ley para que el Banco de Costa Rica absorba Bancrédito. ¿Lo consultó con el Gobierno?
- Vea que no estamos tocando la ideología de una banca estatal. Bancrédito lleva lustros y lustros viviendo solo con mecanismos artificiales. Tenemos que quitar ese lastre; sería un aporte en pago de la deuda interna con el valor neto positivo de Bancrédito, porque BCR tiene más de c250.000 mil millones en bonos de la deuda interna.
Hay disposición del BCR, ¿no?
- Creo que el BCR lamentablemente está con la idea del Gobierno de traspasar ciertas partes y que Bancrédito sobreviva con una naturaleza diferente con recursos cuasifiscales, o si van a desmantelar Banca de Desarrollo. Lamentablemente, para algunos el Estado es intocable y eso es de lo más retrógrado.
¿Contradice mucho al proyecto del Gobierno sobre Bancrédito?
- No he visto el proyecto del Gobierno. Solo he visto declaraciones en prensa, cosas muy poco pensadas, como decir que liquidar el BCR cuesta el 2% del PIB, que es totalmente incorrecto. Realmente hicieron un gran daño al presidente al darle esa información. Es información falsa para infundir miedo, como cuando se discutía el TLC.
¿Por qué entrevistar a Ottón Solís ahora?
El fundador del PAC, tres veces candidato y diputado crítico, recibió el apoyo de su fracción, algo poco frecuente en el partido de gobierno, para presidir la Asamblea Legislativa. Además, recibió respaldo de grupos disímiles como el Frente Amplio y el Partido Unidad Social Cristiana, a pesar de sus posiciones rotundas que a menudo resultan en hostilidad. Un diputado de la bancada oficialista dijo que negociar los votos por Solís (24 en tercera ronda) fue como mantener a un elefante subido en una palmera, por difícil y por el riesgo de que cayera en cualquier momento por su propio peso.
También intentamos entrevistar al expresidente Óscar Arias, padrino de la campaña de Antonio Álvarez Desanti en el PLN, para hablar sobre los episodios de este 1° de mayo, pero rechazó la posibilidad. “Ahorita mejor no”, contestó por teléfono.
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“Yo me siento culpable por no haberme esforzado más en acercarme a los grupos que influyeron en Luis Guillermo, sobre todo después de la elección. Hubo errores que pudieron haberse no cometido. La gestión pudo ser aún mejor”.
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“Yo dije que me hacía un lado para permitir nuevos liderazgos y eso se dio en el PAC ¿O hago las de Óscar Arias, que dijo que abría paso a nuevas generaciones y después daba todo su apoyo a un político que aspira por quinta vez?”
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“Es la primera vez desde 2009 o 2010 que un cuerpo del PAC me apoya en mis posiciones. Desde esa época tuve dificultades en la Comisión Política y tuve que renunciar, cambiaron estatutos y ha sido difícil incluso en esta fracción. Esto ha sido un hito, porque tenía siete años de que no tenía apoyo dentro del PAC”.
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