País Alfredo Chirino, Decano de facultad de Derecho

“Hay toda una leyenda negra (sobre Mainor Salas), pero han sido rumores”

Decano de la Facultad de Derecho indicó que las estudiantes no han presentado más denuncias formales

¿El profesor Mainor Salas ha sido sancionado una única vez?
-Sí. Tengo que hacerle la advertencia de que yo, como administración y en virtud de la propia normativa universitaria en materia de acoso sexual, tengo que guardar privacidad de las partes involucradas. Puedo manifestar que sí participé en mi primer periodo como decano de una sanción.

Nosotros hemos recibido relatos de estudiantes que no acudieron, por diversas razones, a la Comisión de Hostigamiento. ¿Hasta dónde llega la posibilidad de un docente de usar ese vocabulario en clases (se le dan ejemplos de los testimonios)?
-Debo empezar por el contexto. Con este docente en particular hay toda una leyenda negra de la forma en que él da clases, los ejemplos que utiliza, algunas referencias que hace; pero todo han sido rumores. Una denuncia formal no la he recibido. Yo, como decano, no he podido actuar ni para investigar ni para determinar si estas cosas han sucedido como los estudiantes parecen habérselo referido a usted. Al principio de este semestre, la Asociación de Estudiantes, con la firma de algunos estudiantes, se manifestaron en contra de la designación del profesor Salas en algunos cursos. Escribieron que se sintieron incómodos con su forma de impartir lecciones, pero no indicaron por qué, ni ningún acto específico, simplemente se oponían a que él fuera el docente. Por ejemplo, en un curso de repechaje de Derecho Penal y tampoco querían que diera el curso normal de Derecho Penal. Finalmente, solamente ha sido posible asignarlo a Filosofía. Yo tengo que asignar carga académica a los profesores y parte de eso es para tesis y los estudiantes no quieren tenerlo a él como director.
Entonces, obviamente no hay que ser alguien muy perspicaz para saber que todo eso puede tener un trasfondo, unos antecedentes, y por supuesto estudiantes que puedan sentirse mal por la forma en la que él hace sus lecciones o pone sus ejemplos en clase.
Pero en concreto, salvo esta nota de la Asociación de Estudiantes, yo no tuve ninguna otra noticia. En alguna ocasión en el pasado tuve que cerrar un curso porque estaba por debajo de la media (de estudiantes).

Si no se abren los cursos, ¿en qué trabaja el profesor Salas durante ese medio tiempo de docente?
-Lo que hago es asignar actividades de apoyo a la decanatura, actividades administrativas y dirección de tesis. Ahí en la dirección de las tesis he tenido la dificultad de que los estudiantes no se sienten confortables con su dirección. Tampoco es que han denunciado nada, le soy muy sincero, lo que manifiestan es que no se sienten cómodos, que habían comenzado a trabajar con otro profesor, etcétera.

Si no hay denuncias formales pero existen esos elementos que usted mencionó, ¿se puede abrir una investigación de oficio?
-Bueno, sería una investigación a desconocido y en daño a desconocido y eso no se podría hacer, yo le tendría que dar traslado de que un desconocido ha manifestado cosas y que se defienda.

¿Pero cuando, por ejemplo, le entregan una carta para que no les dé el curso?
-Es que los estudiantes en esta nota no pedían que se investigara el caso, sino que no se le asignara carga académica en los cursos que estaba previsto asignársele. Y yo tampoco podía iniciarlo, no tenía pruebas, ni testigos, no tengo elementos documentales, no tengo videos, no tengo grabaciones, no tengo nada con qué comenzar ninguna investigación. Lo que sí tuve que proceder, efectivamente, es a tratar de asignarle carga académica de tal manera que no coincidiera con algunas de las inquietudes de los estudiantes.
Realmente esto es una situación muy incómoda desde el punto de vista administrativo, porque al no poder asignarle carga académica o quedarse sin estudiantes, queda descargado.

Y con propiedad…
-Y al estar en propiedad, no puedo proceder a hacer otra cosa. Esa es una situación muy complicada. Además de que estamos hablando de un profesor que, si no fuera por todas esas razones, tiene un currículo académico importante y había sido, por lo menos en alguna etapa, una persona que llamaba a la discusión y el análisis del derecho penal. Entonces, realmente para mí es algo muy incómodo, muy difícil.
Y no es que yo esté esperando que lleguen las denuncias para actuar, yo he tratado en la medida de lo posible de ir observando y acomodando las circunstancias de don Mainor (Salas), un poco para que este tipo de errores y problemas no se sigan produciendo, pero es muy difícil luchar contra un fantasma, ¿verdad? Es muy difícil luchar contra algo que uno no sabe ni entiende en concreto qué es.
Estoy seguro de que las cosas que le habrán dicho a usted son más precisas y más detalladas y más circunstancias que las cosas que yo he escuchado.
No es que nosotros estemos apoyando o promoviendo o justificando que algún profesor utilice mecanismos como estos, provocadores, conflictivos…

Frases obscenas o insultos…
Digámoslo de una vez, frases obscenas, insultos, que son absolutamente fuera de toda ética de la relación profesor-estudiante. Todo lo contrario, la Facultad de Derecho y creo que toda la Universidad está muy comprometida en fomentar un ambiente de enseñanza-aprendizaje que sea respetuoso de la dignidad humana, que tenga un profundo respeto por las circunstancias de todas las personas, que sea sensitivo de género, que tenga obviamente un reconocimiento de las diferencias.
Entonces yo puedo decirle con toda certeza que no estamos promoviendo eso y, si se está produciendo en alguna clase, o si se está dando con algún profesor, eso es motivo de preocupación. No he tenido una ni dos, he tenido varias conversaciones con el profesor Mainor Salas, en razón por ejemplo de la carta de la Asociación, lo llamé para que me diera su versión del asunto. El profesor Salas se manifestó inquieto por lo que estaba sucediendo y me manifestó una vez más, como ya lo había hecho en otras ocasiones, que él trata de dar sus clases de una manera acomodada a esas cosas que acabo yo de expresar. Pero sin duda la situación sensible de él en la Facultad refleja tener otras circunstancias diferentes a las que hemos comentado. De hecho, ahora en la Semana Universitaria hubo una comparsa de estudiantes que pasaron por los diferentes pisos y se quedaron aquí en el decanato cantando algunos versos que pretendían ser jocosos dirigidos en contra de Mainor.

En el caso que fue sancionado, como un año después la apoderada especial de la denunciante, escribió una carta a la Comisión hablando de que continuaban recibiendo quejas. ¿La Comisión no le trasladó esta consulta?
-Ni de consultas, ni de la tramitación de ninguna información adicional al aspecto sancionatorio que se había impuesto. Esa nota me sorprende porque yo no la conozco.

El reglamento en esta materia indica que la comisión hace un informe y lo envía a quien ejerce la potestad disciplinaria. ¿Usted puede apartarse de las recomendaciones o acogerlas pero con mayor o menor sanción?
-No, la sanción que recomienda la Comisión de Hostigamiento Sexual es de acatamiento obligatorio. Lo que yo tengo que hacer es el cuadro de hechos con base a lo que ellos han establecido, tengo que hacer una descripción de la prueba y una valoración de la prueba que ya ellos hicieron y la tengo que hacer mía aunque yo no recibí la prueba ni tuve los testimonios de primera mano; o sea, tengo que construir toda la sanción tomando como punto de partida un proceso de obtención de pruebas y un proceso de valoración de prueba que yo no he hecho personalmente.

Una de las recomendaciones en ese caso fue que la Facultad valore ajustar el sistema didáctico de la provocación. Usted me decía que ustedes no promueven cierto tipo de vocabulario. ¿Se ha tomado alguna medida administrativa?
-Nosotros hemos establecido -y no es de ahora ni a raíz del caso específico o de alguna otra circunstancia relacionada con esto-, hemos promovido un curso sobre didáctica universitaria, sobre metodologías educativas activas y se han introducido charlas sobre temas relacionados con el acoso sexual. Hemos tratado de sensibilizar a los profesores organizando eventos de reflexión, de discusión, transmitiéndoles a toda la comunidad de la Facultad de Derecho las reglamentaciones existentes sobre el tema.

Algunas veces se dan relaciones hasta cierto punto consentidas. ¿Cree que se debe imponer límites en esto considerando que, aunque sean personas mayores de edad, existe una relación de docente-estudiante?
-Me parece que es impropio de la relación profesor-estudiante, durante el momento de enseñanza-aprendizaje, iniciar alguna relación amorosa con el estudiante. Lo mismo mientras se mantenga la condición de estudiante y del profesor, porque, ¿qué me garantiza a mí que esta persona no vuelva a estar bajo efecto de tutela, ya sea en otro curso o en la tesis o en un tribunal de tesis? Es decir, la relación profesor-estudiante se va a mantener en muchos otros aspectos. Por esa razón a mí me parece que por más que sean personas adultas y que sean relaciones consentidas, por más que sea que se encuentran dentro del marco de la autonomía de la voluntad de las personas, me parece que es impropio. (…) Que ocurren, ocurren, pero desgraciadamente no me consta. Yo no ando detrás de la vida privada los profesores ni los estudiantes, aunque quisiera, no puedo, me parece que habría límites por la privacidad; por supuesto que la cosa cambia si hay una denuncia. Como autoridad universitaria advertimos a todos los profesores que esta es una facultad donde el hostigamiento sexual y las conductas de abuso gozan de cero tolerancia.

En su gestión, ¿cuántos docentes ha tenido que sancionar?
-Uno.

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