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Hanna Gabriels: “Si hay amor por lo que hacemos es imposible no llegar”

Comenzó su carrera magistral en boxeo con el objetivo de canalizar estrés. Actualmente es ganadora de múltiples títulos internacionales dentro de su carrera.

Hablar sobre Hannah Gabriels Valle es hablar del surgimiento del boxeo femenino costarricense. Esta pugilista de 35 años y vecina de Alajuela ha sido una de las primeras mujeres boxeadoras costarricenses de talla mundial, con una carrera repleta de grandes logros.

Durante su adolescencia se dedicaba al atletismo, el cual debió dejar pues su familia atravesaba problemas económicos por causa de los viajes al exterior constantes de Hanna. Para reponerlo, fue a buscar trabajo a Estados Unidos con solo 18 años, pero luego, tras liberarse de una relación tóxica, regresó al país, y, como ya había llegado con cierto sobrepeso, se dedicó al boxeo para adelgazar y canalizar el estrés.

“Yo empecé en el boxeo para bajar de peso, realmente mi intención no era competir, para ese entonces yo creí que mi carrera deportiva se había acabado, entonces realmente lo había hecho para liberar un poco del estrés y el enojo que cargaba”, aseguró.

Pero lo que empezó como terapia, ahora pasó a ser su modo de vida. Lo enseña como herramienta de defensa y de seguridad ante el acoso callejero que han sufrido muchas mujeres; lo practica, y le da un significado terapéutico que trasciende el hecho de dar y esquivar los golpes.

Por algo lleva 19 de sus 22 peleas profesionales ganadas. Además, ya ha ganado los títulos mundiales de la Asociación Mundial de Boxeo y la Organización Mundial de Boxeo en las categorías súperligero y súperwelter (140 y 154 libras, respectivamente). Y es precisamente el título de las 154 de la AMB el que aún ostenta, luego de defenderlo con éxito ante la australiana Sarah Dwyer.

Fuera del ring, ella se dedica a compartir tiempo con su hija, Mía, y su esposo, el también pugilista Bryan Vásquez, además de grabar anuncios comerciales de sus patrocinadores o para distintos tipos de organizaciones: desde empresas hasta compañías de bien social y ambiental.

Además, se desempeña como profesora de boxeo en Mora, motivadora empresarial, y en este momento estudia para convertirse en fisioterapeuta y en esteticista, pues sabe que los ingresos comerciales que hoy tiene están supeditados al éxito deportivo. Y ni siquiera con esas condiciones tiene garantía de nada, pues en muchas oportunidades ha tenido patrocinadores ocasionales, o bien, aquellos que buscan de qué modo incumplir o demorarle el pago por sus servicios.

Luego de superar a Natasha Spence y retener el título superwelter femenino de la OMB y la AMB, Hannah Gabriels espera concretar la revancha ante la boxeadora Oxandia Castillo, única pugilista que le ha ganado | Cortesía

Además de su gusto por ayudar a las comunidades con aportes sociales, Hanna busca involucrarse en múltiples proyectos pues también tiene varias responsabilidades por delante, incluida su nueva casa, ya que las bolsas del boxeo femenino son mucho más bajas que las del masculino. Por ejemplo, la mayor bolsa registrada en el boxeo femenino del mundo apenas supera los 500 mil dólares, a la colombiana-danesa Cecilia Braekhus, mientras que un boxeador como Floyd Mayweather puede devengar hasta 300 millones de dólares en una pelea. Y las bolsas de Gabriels y Vásquez no son ni tan siquiera cercanas a esas cifras.

Consultada sobre qué significa ser mujer en el boxeo, Gabriels prefirió dejar su respuesta a sus seguidores. “Yo les puedo decir que ha sido un gran aprendizaje. Creo que todos los seres humanos tenemos las capacidades de ser lo que sea, cuando sea, como sea, entonces creo que es el simple ejemplo de que todos tenemos la posibilidad de que si hay trabajo, si hay constancia, si hay determinación y amor por lo que hacemos es imposible no llegar”.

Hizo su llamado a que el Día de la Mujer sea una oportunidad diaria para conocer su valía y explotar al máximo las capacidades y potencialidades de cada uno.

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