Un equipo técnico del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) recomendó que se construya una primera línea prioritaria del tren eléctrico, de la Estación del Atlántico, en San José, a Alajuela, ya que sería la línea con mayor demanda y porque debido a la situación económica que enfrenta el país, su sugerencia es que el proyecto se desarrolle en fases.
Esta fue una de las recomendaciones técnicas que expusieron Mauricio Bayona y Carlos Mojica, especialistas en transporte del BID en la presentación pública del informe técnico solicitado por el Gobierno para el Tren Rápido de Pasajeros (TRP) o tren eléctrico.
En el evento realizado el jueves en el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA), los jerarcas del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (Mopt), del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer) y la Primera Dama Claudia Dobles, afirmaron que necesitan un “banderazo de salida” para que el proyecto avance.
En setiembre del año pasado, el Gobierno anunció que un grupo de expertos del BID haría un análisis técnico del proyecto del tren eléctrico, como “tercer ente independiente” sugerido por las distintas fracciones legislativas.
Las otras dos entidades que presentaron sus informes fueron la empresa consultora Grütter Consulting y el Incae.
La presidenta ejecutiva del Incofer, Elizabeth Briceño, aclaró que los tres son entes completamente independientes y que los informes no son vinculantes.
Briceño explicó ayer a UNIVERSIDAD que dentro de las actividades preparatorias para la licitación del proyecto -que es por concesión de obra pública- están consensuar el cartel licitatorio, presentar un borrador de cartel a las empresas y al público en general, recibir retroalimentación de la empresa privada y hacer una revisión para ver si se modifica algo antes de sacarlo a licitación.
“Debemos recordar que para el proyecto completo tenemos un crédito en la Asamblea Legislativa. En este momento nosotros no estamos como Ejecutivo presentando el proyecto a la Asamblea porque hay otras prioridades, como lo es todo el tema del Fondo Monetario Internacional (FMI)”, señaló Briceño.
Sobre las recomendaciones emitidas, la jerarca dijo que “las recomendaciones que nos están dando son ‘revise esto, vea acá, vea el monto de inversión, revise tal paso a nivel técnico’; son recomendaciones muy puntuales que nos permiten revisar sobre los estudios de factibilidad y ver si se acogen o no y cómo se sigue la propuesta”.
“Necesitamos un banderazo de salida”
“Esto es una prioridad, no porque estemos empecinados con sacar este proyecto, sino por esos 16.000 usuarios que necesitan un transporte de calidad; y ojalá no sean 16.000 sino 200.000. Necesitamos un banderazo de salida para sacar este proyecto”, enfatizó Briceño.
La Primera Dama de la República, Claudia Dobles, dijo que esta administración nunca tuvo por objetivo inaugurar el proyecto del tren eléctrico. “Aquí se ha priorizado la planificación responsable”. Insistió en que los préstamos que el país adquiera para la construcción del tren se empezarían a pagar dentro de 10 años y reafirmó que el Gobierno sigue adelante con el pago electrónico, con los buses eléctricos, con el transporte no motorizado y con el tren.
“Seguimos adelante con el tren eléctrico; un proyecto que tiene que avanzar”, declaró Dobles.
Por su parte, el ministro de Obras Públicas y Transportes, Rodolfo Méndez Mata, comentó que “nos pueden extrañar los costos; pero es que no puede ser de otra manera, cuando nos hemos olvidado históricamente de desarrollar sistemas de transporte y estamos recuperando todos los tiempos perdidos y eso tiene un costo”.
“Bienvenido el análisis, bienvenidos los estudios técnicos, bienvenidas las recomendaciones; pero entendamos que es fundamental darle camino al proyecto”, agregó Méndez Mata.
Recomendaciones técnicas del BID
El costo total de la inversión estimado es de $1.553 millones, monto que se desglosa en $553 millones del crédito del BCIE para el aporte estatal y $1.000 millones de la inversión privada. A esto se suma el subsidio de alrededor de $100 millones/año, que deberá dar el Estado costarricense durante 35 años para que la tarifa del tren sea accesible económicamente para la población. Esto ascendería a $3.500 millones.
Según argumenta el BID en su informe, “la difícil situación macroeconómica de Costa Rica puede condicionar de manera determinante la viabilidad y bancabilidad del proyecto”.
“El riesgo soberano del país está calificado por Moody´s como B2 (altamente especulativo), la deuda pública es mayor al 70,1% del PIB, el déficit fiscal se estima en 9,4% del PIB, y se proyecta una contracción del 5,5% del PIB en 2020. Idealmente, los aportes del presupuesto de la nación para la financiación del proyecto deberían estar respaldados por un escenario fiscal robusto. Por lo tanto, la estructura de la concesión debe ser consistente con los riesgos del proyecto y el actual contexto macroeconómico”, se lee.
“El análisis muestra que el trazado de la línea 2, entre Atlántico y Alajuela, presenta el mejor balance entre movilización de pasajeros, costos de inversión y consideraciones operativas, razones por las cuales, el equipo del BID recomienda que la primera fase del TEP consista en el desarrollo de la Línea 2”, apunta el documento y explica que es porque la línea 2 es la que tiene mayor demanda.
Mauricio Bayona, del BID, enfatizó que “la primera recomendación técnica, y tal vez la más importante” era desarrollar el proyecto en fases porque el esquema de cinco líneas resultaba riesgoso y mencionó que el costo de inversión de $1.553 millones era casi un 46% del presupuesto anual del Conavi, que es de $267 millones anuales.
Otras recomendaciones que señaló fueron reconocer las incertidumbres en la demanda de pasajeros y replantear el plan operativo revisando la dimensión del proyecto con base en estándares de proyectos similares en la región; por ejemplo, el número de pasajeros por metro cuadrado (que en el proyecto actual está en 4; pero podrían ser 6) y que los recorridos sean cada 8 minutos en vez de 5, lo cual podría generar un ahorro.
También mencionó que hasta ahora el Incofer no ha tenido la posibilidad de enfrentarse a un proyecto de esta magnitud por lo que hay que fortalecer sus capacidades para atender las necesidades del proyecto; así como fortalecer a la unidad ejecutora.
Entre las recomendaciones generales también están generar diálogo para recibir insumos de los principales actores del mercado; y continuar los esfuerzos para lograr la integración intermodal del transporte público.
Fondo Verde del Clima analiza otorgar crédito por $250 millones
Durante el evento se anunció que el Green Climate Fund (Fondo Verde del Clima) analiza la posibilidad de otorgar un crédito al país por $250 millones a 0% de interés y a 40 años, con 10 años de gracia para este proyecto.
Jurg Grütter, de la consultora Grütter Consulting, dijo que esto será discutido y aprobado en una reunión de junta directiva del Fondo en junio próximo, cuando se liberaría el financiamiento para el país.
Sin embargo, el consultor afirmó que el GCF “no va a financiar un tren de una línea porque no se considera un proyecto transformacional”, ya que “con un tren de 20 kilómetros de recorrido no se puede probar que va a tener un impacto significativo”.
“Si se quiere acceder a este financiamiento”, dijo Grütter, “se tiene que hacer todo de una vez” porque una sola línea “atrae pocos pasajeros por falta de conectividad y al final representa muchos más costos por no representar muchas opciones de viaje y, por ende, falta de demanda”.
En su intervención, el representante del BCIE en Costa Rica, Mauricio Chacón, también mencionó: “Creemos que cinco líneas operando traería los beneficios que se quieren para el país”.
