El Ministerio de Hacienda remitió este martes a la Asamblea Legislativa un abultado presupuesto extraordinario por ¢600.045 millones, monto con el que buscará subsanar “un faltante” en los recursos contemplados originalmente para amortizar la deuda interna en lo que resta del año.
La cifra solicitada supera el 1,7% del Producto Interno Bruto (PIB) proyectado para este año y asciende al 6,4% del monto que se aprobó en el presupuesto ordinario de este periodo.
Así mismo, supera por siete veces el último gran presupuesto extraordinario aprobado en mayo de 2017, monto que ascendió a los ¢79.000 millones, cuando se tuvo que reintegrar ¢47.000 millones al Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
Este es el primer presupuesto extraordinario que presenta la administración Alvarado Quesada y, según informó Hacienda en un comunicado de prensa, responde a la necesidad de amortizar colocaciones de títulos valores a corto plazo y a que los canjes de la deuda estimados para el primer semestre del año estuvieron “por debajo” de lo que se habían proyectado.
Sobre el primero de los factores, las autoridades de Hacienda afirmaron que el endeudamiento con los bonos creció para cubrir “el faltante de liquidez” anunciado por el expresidente Luis Guillermo Solís como “una crisis” en agosto pasado, problema que se agravó hacia el último trimestre del año pasado, elevando las necesidades crediticias.
Este proceso desembocó en colocaciones a corto plazo por ¢891.700 millones durante el segundo semestre del año, una cifra ¢599.000 millones más alta de los ¢292.700 millones que se habían proyectado en ese rubro (cuyo vencimiento es cercano).
En otras palabras, fue necesario recurrir a un endeudamiento con vencimiento a corto plazo tres veces superior al esperado para suplir las necesidades del Gobierno Central, ante dificultades para acceder a ofertas crediticias más favorables (a largo plazo) como consecuencia de las bajas calificaciones de riesgo del país, relacionadas con su déficit fiscal y su deuda, que apuntan al 7,2% y al 53,8% del PIB, respectivamente, al finalizar este año.
Estos factores explican la mayor parte del monto solicitado en este presupuesto extraordinario; sin embargo, Hacienda agregó que el mecanismo incorpora rebajas relacionadas con directrices que buscan racionalizar recursos; así como una redistribución de dineros en los ministerios de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y Ministerio de Justicia y Paz.
“El MOPT traslada montos de otras partidas para CONAVI, con el fin de financiar obras de la carretera San José -San Ramón por un total de 3016,1 millones de colones. Entretanto, el Ministerio de Justicia resignó 3.200 millones de colones hacia el Patronato de Construcciones, Instalaciones y Adquisiciones de Bienes para construir una cocina en el Centro de Atención Integral “Jorge Arturo Montero Castro” y para edificar tres módulos para la población femenina de Limón–Pococí, Pérez Zeledón y Puntarenas”, explicó el ministerio.
Esta propuesta de presupuesto extraordinario ahora deberá ser revisada por la Asamblea Legislativa a través de la Comisión de Asuntos Hacendarios. Una vez que esta comisión dictamine el presupuesto, quedará en manos del Plenario Legislativo la votación final del mismo.
Esta es la primera solicitud de un presupuesto extraordinario que realiza el nuevo Gobierno y coincide con el cierre de las negociaciones fiscales que sostiene con la Asamblea Legislativa, mediante las que busca recaudar entre un 1,5% y un 1,9% del PIB, y así llenar parte de la diferencia que existe entre gastos e ingresos (que supera el 3% sin contar el pago de intereses).
“Una irresponsabilidad”
Consultada sobre la magnitud del presupuesto, la economista que preside la Comisión de Hacendarios, Silvia Hernández del Partido Liberación Nacional, calificó el movimiento como la máxima prueba de “una barbaridad y una irresponsabilidad de la adminstración Solís Rivera”.
En esa línea, Hernández criticó que “por un error de la administración anterior, ahora se tenga que asumir un presupuesto extraordinario de esta magnitud, que además afectará significativamente el crecimiento nominal del presupuesto de 2019”.
“Una de las preocupaciones fundamentales que yo tengo, tiene que ver con el crecimiento nominal que la ministra ha indicado que tendría el presupuesto del año 2019, donde ella excluyó el pago de intereses y algunos compromisos de compras del Estado”.
Así mismo, enfatizó en que si bien “no es sorpresivo (el presupuesto) porque, ciertamente, eso es algo que sucede” y que más bien esperaban, lo que le extraña es “el monto de ese presupuesto” y que “sea para temas que faltaron, de forma muy evidente, en el presupuesto de este año”.
Al respecto, subrayó que “es imposible aceptar que esa cantidad de recursos no se hubiese proyectado”, un movimiento que considera inexplicable tomando en cuenta que “inclusive fue anunciado durante la aprobación del presupuesto pasado que habían faltantes de recursos en algunas instituciones”.
