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Gobierno elimina requisito de estudio de viabilidad ambiental a pequeños negocios “de bajo impacto”

Con el cambio en el reglamento, ya no se tendrá que presentar un estudio de viabilidad ambiental para cambiar de una actividad agropecuaria a otra actividad agropecuaria en una finca.

El Poder Ejecutivo firmó hoy un decreto que reforma el Reglamento de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA), eliminando el requisito de viabilidad ambiental a los proyectos “de bajo, o muy bajo impacto ambiental”.

Así lo informaron hoy en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Gobierno el presidente de la República, Rodrigo Chaves, y el ministro de Ambiente, Franz Tattenbach.

Según informó el Gobierno en un comunicado, las panaderías, pastelerías, ebanisterías, talleres, remodelaciones, actividades de servicios, obras o proyectos de mejora, reparación y reconstrucción que se ejecuten en infraestructura pública o privada, no requerirán de viabilidad ambiental.

Tampoco lo requerirán “todas las actividades agrícolas que se han cultivado en algún momento en fincas, incluyendo la rotación, la renovación de cultivos, así como el cambio de actividad agropecuaria a otra actividad agropecuaria”.

La viabilidad ambiental es el proceso de trámites que deben cumplir los desarrolladores de un proyecto para que éste sea aprobado por la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena).

El presidente Rodrigo Chaves dijo: “Los costarricenses necesitamos urgentemente reactivación económica, empleo, inversión, y hemos protegido el ambiente porque está en nuestro corazón, en nuestra genética. Sin embargo, el ambiente, no por razones de fondo, sino por visiones burocráticas, sobrereguladoras, tramitonomías, tramitologías, se había vuelto un cuello de botella tan complejo, que mucha gente decía ‘no voy ni siquiera a intentarlo’, y los que lo intentaban cargaban un viacrucis excesivamente largo”.

“Más que nunca vamos a proteger los recursos naturales; pero vamos a aprovecharlos de manera racional y sostenible”, aseguró el mandatario.

De acuerdo con Chaves, el reglamento vigente desde el 2004 , de evaluación de impacto ambiental, “era como el manual de tortura de la Santa Inquisición, según me explicaron”.

“Se hizo un cambio importante. Ahora Setena va a tener que ir al campo para ver que efectivamente los compromisos ambientales que adquieren los desarrolladores de proyectos y constructores se cumplan a cabalidad y en plazo”, señaló Chaves.

“Era un atraso para el emprendimiento”

Por su parte, el ministro de Ambiente expresó: “Estamos muy, muy contentos en el Minae con este logro. Es una reforma de fondo”.

Según Tattenbach “en lo ambiental vamos a ir a controlar lo que se debe, donde hay un cambio, los proyectos grandes”. “En los proyectos pequeños no agregaba ningún valor un estudio de impacto ambiental para una panadería, un taller, un salón de belleza. Es un costo para la gente que quería emprender, un atraso para el emprendimiento”.

El jerarca afirmó que ahora van a tener un mejor control y un seguimiento de Setena más en el campo; y que la reforma “va a liberar muchos recursos en Setena para poder hacer mejor control”.

Mientras que el presidente del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA), Marco Zúñiga Montero, dijo que “el definir procedimientos con claridad y, lo más importante, establecer con más claridad los controles de obras, es fundamental”. “Eso nos lleva al principio de seguridad jurídica. Este primer paso es un primer paso; pero es importante. Debemos de seguir trabajando. Hay muchas cosas que hacer en materia de ambiente”.

Algunos de los cambios

Según el Gobierno, previo a la reforma, se realizó un proceso apoyado por la Setena, que cumplió con la consulta pública y socialización.

Algunos de los cambios son incluir medidas ambientales con indicadores de seguimiento y
monitoreo ambiental para todos los formularios e instrumentos de Evaluación de Impacto Ambiental; dar mayor responsabilidad al consultor ambiental; y no solicitar requisitos que competen a otras instituciones y a otros momentos de los proyectos, por ejemplo, el permiso de ubicación de las plantas de tratamiento, que ya está regulado por el Ministerio de Salud.


También se reducen los plazos de revisión para todos los formularios, e instrumentos de evaluación de parte de la administración; y se reduce en un 32,9% los términos de referencia de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA), “adelgazándolos” para que se presenten requisitos que sean solamente competencias de la Evaluación de Impacto Ambiental.

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