El fuerte encarecimiento de los combustibles para la población coloca al gobierno de Rodrigo Chaves ante un ambiente de urgencia popular que debería abrir espacio a la “racionalidad”, al “patriotismo” y a la paciencia, según pidió el mandatario antes de tomar un avión hacia Suiza para su primera viaje como jefe de Estado.
“No somos magos, pero tampoco nos quedamos sentados. A los que quieren protestar, les pido racionalidad y patriotismo. Que nos den unos poquitos días para arreglar las cosas. Todos son eventos externos”, dijo el mandatario Chaves el domingo, en la víspera de una jornada de protestas esporádicas de grupos molestos por el aumento en los combustibles, este lunes.
Al anunciar medidas tendientes a atenuar los incrementos, Chaves dijo que la crisis actual “es producto de irresponsabilidad fiscal de últimos 40 años, que hizo necesario un impuesto muy alto, es previo al inicio de su gobierno, acelerada por la guerra en el Este de Europa y agravada por la devaluación el colón en momentos de “poca flexibilidad” para atenderla mediante reservas de dólares, según sus justificaciones.
El costo de los combustibles, un factor predominante en la preocupación popular sobre el costo de la vida, señalado como mayor problema del país en una encuesta CIEP-UCR de marzo, se ha agravado y se prevé que supere los c1.000 el litro con la pronta aplicación del último ajuste.
Ante este paisaje, Chaves responde con cuatro medidas que, sin embargo, no serían de impacto inmediato ni suficiente para aliviar los bolsillos de la población, después de que desde abril dejó claro que se opone a rebajar el impuesto sobre los combustibles para no afectar las finanzas públicas.
La primera medida anunciada por Chaves el domingo alude a un cambio en la fórmula de fijación del costo de las gasolinas y el diésel, un planteamiento que la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep) ya venía impulsando previamente, pero cuyo beneficio de ahorro se dirigiría al diésel, por considerarse que es el que más impacta en la población de menos recursos, por vía de pasajes de autobuses y costos en el transporte de mercancías o la actividad agrícola.
Sin embargo, el ahorro equivaldría a 50 colones, cerca de un 5% del costo de un litro de combustible.
Otras dos medidas se aplicarían cuando Chaves regrese de Suiza, con la firma de dos derogatorias anunciadas también el domingo: la de un decreto que subsidia al asfalto con dinero que paga el consumidor final y la de un decreto que a partir del 2023 elevaba el estándar de combustibles importados y, por tanto, su precio.
El primer rubro, el del subsidio al asfalto, era injusto por favorecer la producción de ese material por parte de empresas constructoras, dijo Chaves en su línea de discurso de eliminar privilegios de grupos poderosos para así favorecer a la población en general. Sin embargo, reconoció que el efecto sería pequeño sobre el precio final. “No va a ser mucho, pero de gota en gota se forma un lago”, dijo cuando un periodista le pidió cuantificar ese rubro.
Otra medida anunciada no es aún una decisión tomada, sino un análisis que se hace para ver la conveniencia de tomar un crédito por $200 millones del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para subsidiar los pasajes de autobús, pero con la eventual condición de que se aplique el pago electrónico (aún pendiente) para que el beneficio llegue a los pasajeros y no se quede en los empresarios autobuseros.
Estas medidas fueron consideradas “cortas y paliativas” por la diputada Monserrat Ruiz, del Partido Liberación Nacional (PLN), en una bancada que insiste en la reducción de c100 al litro de combustible a pesar de la oposición del mandatario Chaves.
