Pese al escepticismo y los antecedentes de encuentros frustrados, mensajes positivos afloraron al final de la primera jornada del nuevo intento de diálogo del Gobierno con decenas de sectores para afrontar la crisis fiscal, económica y social del país.
Reunidos en uno de los espacios del Estadio Nacional, el propio presidente Carlos Alvarado se mantuvo escuchando las posiciones de más de 60 representantes sectoriales sociales y empresariales sobre el fondo y la forma del diálogo que se reanudará el próximo miércoles.
La propuesta del mecanismo para el diálogo, con una asamblea plenaria y equipos técnicos de acompañamiento, quedó planteada para que los representantes consulten con sus bases o directivas.
Una vez definan detalles sobre el mecanismo, con dilemas sobre si adoptar los acuerdos por mayoría o por consenso, comenzarán a discutir propuestas de fondo para que en un plazo cercano a un mes surjan proyectos concretos, según el interés del Ejecutivo.
La jornada tuvo la participación de algunos grupos sindicales, de las principales cámaras de empresarios, un obispo de la Iglesia Católica y un delegado de la Alianza Evangélica, así como algunos diputados, mientras otros legisladores declinaron participar de manera tajante. Sí estuvo el presidente del Congreso, Eduardo Cruickshank.
No participaron representantes del grupo “Rescate Nacional”, organizador de movimientos de protestas de las últimas semanas, ni tampoco el conocido dirigente sindical Albino Vargas, de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP), quien también ha promovido de las protestas recientes.
El encuentro, moderado por la politóloga Ilka Treminio y el economista Víctor Umaña, finalizó con numerosos mensajes sobre la buena disposición a continuar y buscar mecanismos eficaces y ágiles.
El presidente Alvarado pidió perdón por decisiones o palabras que pudieran haber ofendido o molestado. A su lado, el presidente del Congreso, Eduardo, Cruickshank. _Foto Julieth Méndez (Presidencia)“Se ha abierto el proceso de diálogo y aquí están sentadas las mejores voluntades para este mismo mecanismo”, dijo Treminio, directora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) en Costa Rica.
Umaña, exprofesor en la escuela de negocios INCAE, resaltó el inicio del diálogo que, dijo, no se ha hecho en 20 años en el país. “Es el primer paso para construir la Costa Rica que necesitamos en esta situación grave”, dijo en la conferencia de prensa transmitida por la Presidencia de la República.
Sobre la posibilidad de un acuerdo financiero con el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuya propuesta de negociación presentada por el Gobierno en setiembre detonó las protestas, Umaña dijo que hoy no se debatieron asuntos de fondo y que de momento todo está sobre la mesa.
Este intento de diálogo llega una semana después de frustrarse el mecanismo que coordinaría el Programa Estado de la Nación, debido a que solo respondieron la invitación 12 de los 25 representantes invitados, mientras otros grupos reclamaron ser marginados.
En este diálogo sí participa el presidente de la Unión de Cámaras Empresariales (Uccaep), José Álvaro Jenkins, quien había declinado ela plataforma anterior, después de haberse reunido por su cuenta con los dirigentes de grupos que bloquearon calles como método de protesta contra las medidas económicas del Gobierno para enfrentar la crisis fiscal.
El diálogo multisectorial pretende buscar salidas urgentes para esa crisis fiscal, para la recesión económica provocada este año por la pandemia de Covid-19 y para el desempleo que llegó a duplicarse en el último año, hasta 24%.
“La pandemia ha generado un shock importante que nos lleva a tomar decisiones importantes que requieren la confluencia de visiones y compromiso de sectores y actores diversos. Creo que es posible porque tenemos ese sentido de necesidad”, dijo al final de la jornada la ministra de Trabajo y Seguridad Social, Gianina Dinarte.
Los voceros reconocieron que hoy hubo flexibilidad para adaptar el diálogo a los señalamientos de algunos representantes y evitar que estos se retiraran. Víctor Ruiz, vicepresidente de la Cámara Comercio, admitió que había dudas sobre la mecánica del encuentro, pero sobre la marcha se tomaron decisiones para mantener a todos en la mesa.
“Algunos participantes analizaron levantarse al ver el tema de la participación de técnicos y de la necesidad de consultar a las bases, pero el Gobierno mostró flexibilidad”, dijo Ruiz.
Saray Esquivel, presidenta de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), contó que hubo incomodidad por la posibilidad de que el diálogo se dividiera en mesas temáticas. “En un momento dado, la gente se preocupó porque no queríamos que se repitiera lo de otro momento. Pedimos que se diera todo en un solo recinto, donde pudiéramos escucharnos todos a la vez”.
“Fue un poquito tenso al principio, pero se dieron los cambios de timón necesarios”, dijo Reynaldo Salazar, de la Alianza Evangélica Nacional. Su homólogo de la Iglesia Católica, José Manuel Garita también resalto la buena disposición, pero señaló que esta se debe traducir en frutos “porque las respuestas urgen”.