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Gobierno arriesgó el Sistema Eléctrico por forzar promesa de campaña de bajar tarifas

El anuncio de los racionamientos eléctricos por parte de las autoridades del ICE ha estado plagado de una serie de acusaciones y culpas achacadas a fenómenos naturales, administraciones pasadas y limitaciones propias del sistema público, pero expertos sostienen que hay un interés, inacción y falta de planificación de por medio.

El presidente de la república, Rodrigo Chaves, anunciaba con bombos y platillos en julio de 2022: “les vamos a bajar el precio de la luz al final de este mes, gracias a los esfuerzos que hemos hecho, no es el último bajonazo que les queremos dar”.

Como una promesa inquebrantable, giró instrucciones para tomar todas las acciones necesarias en aras de no incrementar las tarifas eléctricas y así no afectar su ofrecimiento de campaña, algo que parece se cumplió al pie de la letra desde las altas jerarquías del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), incluso si eso significaba que, en menos de dos años, el país estuviera a las puertas de los racionamientos eléctricos.

 “El ICE forma parte de la Comisión Permanente de Atención al ENOS, que se reúne cada mes y actualizan las proyecciones de fenómeno de El Niño para los próximos meses, las temperaturas y lluvias que habrá, por lo que estaban prevenidos”, Karina Hernández, Instituto Meteorológico Nacional.

En medio de una conjunción de eventos desafortunados, pareciera que la falta de planificación e intereses podrían ser la raíz de que Costa Rica esté en alerta de cortes de luz, después de 17 años de eficiencia energética, por insuficiencia de recursos.

UNIVERSIDAD consultó con diversos expertos y autoridades para comprender qué llevó al Grupo ICE y sus altas autoridades a no tomar las previsiones necesarias y a armarse hoy frente a la opinión pública con un listado de excusas y señalamiento de culpabilidades contra factores y entes externos. Un común denominador en el criterio de los entrevistados señala que sí incidieron las promesas de campaña, los intereses privatizadores y que definitivamente hubo falta de planificación e inversión.

Mientras tanto, el presidente ejecutivo del ICE, Marco Acuña, señala al fenómeno de El Niño como el principal culpable del desabastecimiento de agua en las plantas hidroeléctricas, al incumplimiento de empresas generadoras térmicas, a la paralización del concurso para generación privada, a las administraciones pasadas del Instituto e, incluso, a la ley de Contratación Administrativa.

Pero, para muchos, las razones que ha dado son insuficientes y engañosas. Las diputadas Katia Rivera del Partido Liberación Nacional (PLN) y Sofía Guillén del Frente Amplio (FA), ambas integrantes de la Comisión Especial del Sector Energético Nacional, en control político coincidieron en que la situación climática no fue un imprevisto de última hora, como señaló el presidente ejecutivo del ICE, sino un evento que se había anticipado, pero que se ignoró en medio de una planificación deficiente o del deseo de priorizar un intento de reducir las tarifas eléctricas por promesas de campaña.

Por su parte, Rocío Retana Hidalgo, presidenta del Sindicato de Ingenieros y Profesionales del ICE (SIICE), calificó de falacia la promesa que hizo el Gobierno de bajar las tarifas eléctricas y, peor aún, que las jefaturas la compraran.

“El ICE no tiene el brazo para bajar tarifas, para ello se requerirían estudios financieros del parque completo de la producción eléctrica, incluso la Aresep fue clara en que más bien debían incrementarse. Ahí queda en evidencia que han metido la política a la administración del Instituto, la cual se plegó en la planificación y control del sistema eléctrico nacional para caer en la red de una ley de Armonización Eléctrica —apertura del mercado eléctrico— que solo beneficiará a los grandes empresarios”, señaló Hidalgo.

Esta dirigente gremial está convencida de que la administración del ICE ha estado casada con una aparente optimización del gasto para que las finanzas parecieran saludables, a costa de lo que fuera. Un norte que los llevó al fracaso, pero que tiene la fiel convicción de sacar de la Institución el servicio eléctrico y trasladarlo a un ente autónomo (establecido por la ley de armonización), a un costo muy alto, y que obligaría a entregar todo el patrimonio que ha desarrollado el ICE para la generación de energía.

“Marco Acuña era el gerente de Electricidad en el pasado, él conoce sobre la administración y planificación de los recursos. Estoy segura de que tenían un estudio completo, sabían cómo se iba a comportar el clima y de las reservas para la generación, por lo que hubo desacato en la planificación”, Rocío Retana del SIICE.

Y el intento del Gobierno de bajar tarifas se voltearía el próximo año por el enorme gasto al que ha tenido que incurrir el ICE, al generar e importar energía térmica en grandes cantidades, producto de la larga sequía. Ese incremento en los recibos eléctricos al alza se percibirá el próximo año, según confirmó el regulador general, Eric Bogantes.

“En enero aprobamos un incremento que incluye el costo variable (gasto en combustible e importación de energía ) del año pasado, pues se usó más de lo proyectado en combustible fósil y generación térmica y, ahora que tenemos esta situación, la única forma de salir adelante es que el clima sea benevolente y el ICE logre recuperar los embalses para poder exportar. De lo contrario, veremos un incremento en las tarifas, porque tendremos que recurrir más a la energía térmica”, señaló Bogantes.

Coincidente con este criterio, Pedro Pablo Quirós, expresidente ejecutivo del ICE durante la última administración Arias Sánchez, indicó que incluso el anuncio de Acuña en una comisión de la Asamblea Legislativa de vender las plantas térmicas del ICE “porque eran muy caras”, si se hubiera concretado, habría tenido un impacto dos o tres veces mayor” en la crisis del Sistema Eléctrico Nacional.

“(Estas plantas)… son las que nos están salvando en estos momentos. De hecho, la generación térmica es tan alta que el aumento de tarifas fijado en enero es insuficiente y es probable que el ICE esté en números rojos a diciembre”, comentó Quirós.

Desde su perspectiva hay un problema de fondo, y es que los altos jerarcas no escuchan al personal de “abajo”, a los que tienen mayor experticia en materia de planificación de los recursos, que saben pronosticar la capacidad que se requiere para generar electricidad de manera eficiente.

Argumentó que no le entran al tema tarifario para no perder estatus y evitar críticas, incluso cuando las finanzas no andan bien. “Perdieron años en buscar financiamiento para proyectos nuevos y la única batería grande que tiene el país (lago Arenal) está casi en barreal y lleva más de un año llenarlo, dejaron vencer los contratos a cogeneradores cuando lo que ocupaban era revisar y ajustar tarifas y dejaron deteriorarse a las plantas”.

¿Realmente sorprendió El Niño?

El presidente ejecutivo del ICE reclamó que hay voces que los acusan de no haber comprado suficiente electricidad de generadores privados, de no adjudicar suficientes proyectos durante el 2023 y de no planificar la gestión de los recursos frente un fenómeno de El Niño totalmente inusual y que generaría insuficiencia de lluvias.

Lo cierto es que sí han llovido críticas ante evidentes errores al proyectar la demanda eléctrica, prueba de ello es la directriz 031-MINAE  publicada el 15 de enero del 2024, donde las autoridades indicaron que, para el 2024, se esperaba tan solo un aumento de la demanda de un 2,7%, mientras la División de Operación y Control del Sistema Eléctrico (DOCSE) registró incrementos de más de un 5%. Pero la alerta se quedó corta, pues los datos del ICE revelaron aumentos del 8% en enero y 9% en febrero, comparados con el mismo mes del año anterior.

El exdirectivo de la Aresep, Jorge Blanco, fue enfático al señalar que uno de los problemas es que se abandonó el concepto de respaldo térmico por una matriz renovable y no se estableció eficientemente un plan de expansión de la capacidad térmica.

“El ICE hizo contratos de emergencia de alquiler de plantas térmicas, pero bajo condiciones de hidrología media —es decir, esperaban un año normal de sequía— y luego le endosan la culpa al proveedor de que se atrasó en poner en funcionamiento la planta y que se comieran la reserva de los embalses. Afirmar que la crisis se dio por factores externos no es de recibo, porque pudieron preverse, revela una falla en la planificación”, Eric Bogantes, regulador general.

“Por ejemplo, si se hubiera hecho una planta térmica adicional, se habría atenuado el impacto del fenómeno de El Niño. Era necesario tener un respaldo de reserva eléctrica y las tarifas tienen que considerar esos costos variables. También se abandonó la generación privada para aumentar la capacidad instalada, porque el Gobierno no hace los concursos y los que estaban en proceso no se realizaron a tiempo”, dijo Blanco.

Claro que la condición deficitaria de lluvias que generó la llegada del fenómeno de El Niño al país ha sido un elemento determinante en la crisis actual, pero no porque no se conociera con suficiente antelación, como indicó el jerarca del ICE, sino porque no se tomaron las acciones necesarias para prevenir faltantes en el Sistema Eléctrico Nacional.

Y así lo confirma Karina Hernández, coordinadora de la Unidad Climatológica del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), quien explicó que se había hablado con mucha antelación sobre la severidad de El Niño, incluso antes de que terminará el período de La Niña a inicios del año 2020. Posteriormente, se indicó que este fenómeno se extendió al 2021 y 2022, años calificados como húmedos.

“Al principio era difícil de adivinar qué tan fuerte sería, pero conforme pasaban los días nos dábamos cuenta de su intensidad, sumado a una condición deficitaria en el Caribe, en la que aumentaron las temperaturas a niveles récord, una situación que se mantiene a la fecha”, señaló.

Pese a estas condiciones anormales, los pronósticos del IMN eran claros y marcaban que habrá déficit de lluvias para el Caribe y gran parte del país desde hace muchos meses, incluso para junio de 2023 ya se preveía una temporada muy seca, información que había sido de conocimiento de las autoridades y funcionarios del ICE.

Incluso, es probable que estas condiciones deficitarias se extiendan durante todo el año 2024, aunque se espere un repunte de las lluvias en el Caribe en los próximos meses, esto sería insuficiente y la capacidad instalada para la generación hidroeléctrica estaría pendiente de un hilo.

“Sabían cómo se iba a comportar el clima, el ICE siempre ha tenido pronósticos de sus reservas. No creo que no hubiese planificación, porque incluso se vendió un montón de electricidad para equilibrar los estados financieros, ¿cómo es que no guardaron para este momento? Pienso que lo que quieren es imponer esa Ley de Armonización y, por eso, están impulsando un referéndum para que todos aquellos que no conocen de electricidad voten por la apertura eléctrica, amparados en los problemas de racionamiento”, cuestionó Rocío Retana del SIICE.

Por su parte, Irene Cañas, expresidenta del ICE durante el gobierno de Carlos Alvarado, confirmó que la situación que vive el país en estos momentos se pudo evitar con una mejor gestión de los recursos disponibles, pues no es la primera vez que se experimenta un fenómeno de El Niño fuerte; añadió que podían establecerse operaciones estratégicas, cuidar los embalses, hacer importaciones de electricidad para no generar con las plantas hídricas y recuperar sus niveles de agua.

Los posibles racionamientos de electricidad podrían ser producto de la falta de planificación e inacción de parte de las autoridades, según expertos. (Foto: Kattia Alvarado)

Rechazó que sea culpa de su administración la crisis energética que se vive en estos momentos e indicó que, durante su período, la demanda de electricidad se había mantenido reprimida e indicó que, de hecho, creció la capacidad del sistema en 700 megas.

Señaló que la comisión encargada de vigilar el fenómeno de El Niño levantó la alerta en junio pasado y que había maneras de haberse preparado mejor y mitigado los impactos. Aunque digan que tenían las restricciones de la Regla Fiscal, en setiembre se las levantaron, por lo que tuvieron meses para trabajar, incluso para haber generado más energía térmica, pero tal vez solo se enfocaron en temas financieros.

“La actual administración del ICE apunta a que esto no hubiese pasado si se hubiera construido el proyecto hidroeléctrico Diquís, pero no tenía viabilidad ambiental, no se había hecho la consulta indígena que es consulta obligatoria, no tenía resuelto el financiamiento y su construcción requería de seis años, por lo no hubiera solventado la situación”, argumentó.

Promesa de Chaves en julio 2022

“Les vamos a bajar el precio de la luz al final de este mes de julio, gracias a los esfuerzos que hemos hecho, no es el último bajonazo que les queremos dar”.

“Ya acordé con el presidente del ICE la ruta para seguir anunciando este tipo de rebajas en el futuro”.

“Fundamentalmente el ICE se puso a trabajar como Dios manda, porque el precio de la energía eléctrica en Costa Rica es carísimo”.

“Invertimos demasiado en capacidad de generación y usamos demasiados combustibles importados para generar”.

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