El Gobierno de la República suscribió mañana un contrato de financiamiento por $500 millones con la Corporación Andina de Fomento (CAF), una operación que cerró apenas tres meses después de que ambas partes iniciaron sus negociaciones, “en tiempo récord”, según indicaron.
Se trata de un crédito a 18 años plazo con tres años de gracia, posterior a los cuales el Gobierno deberá devolver el monto en tractos periódicos, a una tasa libor 6 meses (ubicada actualmente en un 2,5%), con un margen extra del 1,85%.
La tasa es por demás inferior que las que actualmente obtiene el Gobierno en los mercados locales, donde reporta números cercanos a los 10 puntos para las colocación en dólares (a 10 o más años).
Además, el Gobierno anunció que cerrará pronto otro crédito de apoyo presupuestario por $350 millones, esta vez con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID); como parte de los movimientos que realiza para acceder a mejores opciones de financiamiento, que reduzcan las presiones que actualmente ejerce sobre las tasas de interés del mercado local.
Los recursos de la CAF anunciados esta tarde podrían llegar al país en un solo desembolso o en varias operaciones, conforme los soliciten las autoridades de Hacienda. Eso sí, primero requerirá del visto bueno de Ministerio de Planificación (Mideplan), de la Dirección de Crédito Público y al menos de 38 de los 57 diputados de la Asamblea Legislativa.
La firma de este primer crédito la encabezaron el presidente de la República, Carlos Alvarado; la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar; y el presidente ejecutivo de la CAF, Luis Carranza; con la presencia en el público de otros representantes de la CAF, personeros del BID y el presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero.
El presidente Carlos Alvarado; la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar; y el presidente ejecutivo de la CAF, Luis Carranza; suscriben hoy formalmente un contrato de financiamiento por $500 millones a 18 años plazo (con tres años de gracia). @SemanarioU pic.twitter.com/iJrKvJKaUS
— Josué Alfaro (@josuealfaro_cr) May 24, 2019
Según indicó la ministra Aguilar, la consecución de este crédito significa un logro “clave” para que el país pueda consolidar sus finanzas en los próximos años, pues le permitiría obtener un endeudamiento —que necesita de todas formas— de una manera “más inteligente”.
Según la jerarca, “las necesidades de recursos son importantes” en los próximos años; sin embargo, el plan fiscal apenas estará alcanzando su mejor desempeño apenas en 2022 o 2023.
Por eso, Hacienda considera necesario buscar las mejores opciones crediticias posibles en el extranjero, pues será necesario seguir accediendo a financiamiento en los próximos años y el mercado interno ya está saturado.
Además de la CAF y del BID, el Ejecutivo mantiene conversaciones con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y e impulsa una solicitud al Congreso para emitir eurobonos, otro mecanismo de deuda externa pero que se basa en inversionistas internacionales, pero no multilaterales.
Al respecto, la ministra de Hacienda comentó que el financiamiento externo es un paso inevitable, pues Costa Rica inició el año con las necesidades de financiamiento más altas de los últimos años y estas son inevitables por el momento.
En total, entre créditos de apoyo presupuestario y eurobonos, el Gobierno buscaría satisfacer apenas un 40% de sus necesidades para el año 2019, de modo que exista una menor dependencia de los mercados internos, los cuales entonces podrían ofrecer tasas más bajas y mayores recursos al resto del público (personas y empresas privadas).
Esto también lo mencionó el presidente Alvarado, quien además destacó el movimiento como una forma de “activar nuestra economía y generar así también mayores oportunidades de empleo”.
Adhesión a la CAF
Durante la firma de este crédito, las autoridades de CAF y del Gobierno además firmaron un convenio de suscripción de nuevas acciones por parte del país, que ya anunció su deseo de convertirse en miembro pleno de esta entidad. Con ello, anunciaron buscarían obtener un mayor margen para acceder a beneficios del banco, incluidos sus fondos y recursos financieros para otras obras de alto impacto.
En esa línea, el presidente de la entidad, Luis Carranza, señaló que CAF está “complacida de colaborar con el país”, a través de un proceso que “mejorará sus tasas de interés, los plazos y el perfil de la deuda” nacionales. Según Carranza, esto también abrirá “un mayor espacio de liquidez en el mercado doméstico, el cual tendría como resultado un aumento importante de demanda”.
Además, Carranza subrayó que la institución “no solamente quiere participar de este esfuerzo como banco, sino también comprometerse como socios en reformas estructurales que son necesarias para el país, que le van a garantizar una tasa de crecimiento alta, una reducción de pobreza sostenida y ya no solo liderar los rankings en Latinoamérica sino a nivel intenracional”.
Sobre estas palabras, el presidente Alvarado indicó que la operación “no queda como un contrato de financiamiento”, sino que “de la mano de él viene conocimiento y aporte en muchas áreas que son importantes para el país”.
Por su parte, la ministra Aguilar subrayó que “la Corporación se puede convertir en un brazo privado importante, de modo que nuestros sectores puedan tener acceso a mayores recursos”. Además, confirmó que ya se tramitan cooperaciones en materia de capacitación técnica, en campos como las alianzas público-privadas y el mejoramiento del sistema tributario de nuestro país.
La CAF es un banco de desarrollo multilateral con un total de 19 países accionistas, incluidos España, Portugal, Argentina, Brasil, México y Chile , entre otros; y contabiliza un patrimonio de $12.000 millones, activos por $42.000 millones y una cartera de crédito cercana a los $26.000 millones, concentrada en infraestructura.
