Algo diferente ocurrió en ese anuncio del presidente Rodrigo Chaves: una información concreta y sin dobles mensajes sobre cuatro sustituciones de miembros del gabinete.
Era uno de los puntos de la conferencia de prensa del miércoles 1° de febrero, algo que algunos medios ya habían revelado horas antes y que Chaves confirmaba sin titubeos: cuatro nuevas salidas en el equipo de gobierno que se sumaban a una alta rotación característica de esta administración, pero sin siquiera alterar al grupo más relevante alrededor del presidente.
El anuncio aludía a las cabezas del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), Instituto de Desarrollo Rural (Inder) y Acueductos y Alcantarillados (AyA).
Esto ocurrió una semana antes de que se confirmara también la salida del presidente ejecutivo del Sistema Nacional de Radio y Televisión (Sinart), Allan Trigueros, y se conociera la sorpresiva salida de Joselyn Chacón como Ministra de Salud, a pesar de explícitas manifestaciones de apoyo dadas por el mandatario ante los cuestionamientos de las últimas semanas.
Hasta ahora van 19 salidas de jerarcas que fueron nombrados o avalados por Rodrigo Chaves, desde que cinco días después de la entrada de este gobierno renunció Ricardo Seravalli como viceministro de Juventud. La lista incluye ministros, viceministros o presidentes ejecutivos, así como directivos de entidades descentralizadas.
Esto habla de 1,9 salidas por cada mes de gobierno, superior a la tasa de cualquier administración anterior (1,2 presentó la de Alvarado). Sin embargo, si se suman otras salidas de funcionarios que estaban en cargos desde antes del 8 de mayo (como embajadores), la tasa supera el 2,5, lo cual habla de una alta inestabilidad del gabinete de Chaves, según el registro del politólogo Gustavo Araya.
“Los cambios son absolutamente normales, pero se habla de inestabilidad relativa comparada entre gabinetes”, explicó Araya en referencia al equipo de trabajo que Chaves debió conformar con premura después de ganar las elecciones presidenciales del 2022 con un partido pequeño, nuevo y ajeno.
Por eso aquel proceso de apertura de recepción de currículum y entrevistas para elegir a los mejores sin importar banderas políticas, como anunció a pesar de notorias excepciones como la de Joselyn Chacón, quien fue nombrada después de ser la jefa de campaña y sin antecedentes de funciones de jerarquía ni altas responsabilidades públicas i privadas.
La alta rotación de ministros, viceministro o presidentes ejecutivos incluye casos que se anunciaron de manera errática (ministra de Comunicación, Patricia Navarro), otros conflictivos (como ejemplo la salida de Álvaro Ramos en la Caja Costarricense del Seguro Social, CCSS), otros por diferencias internas (Ministerio de Agricultura y Ganadería, MAG) y varios por motivos no bien explicados. Otro caso fue el de Laura Ulloa, a quien el presidente destituyó con el argumento de que enfrentaba una investigación interna, aunque ella tiene otra versión.
Los cuatro anunciados el 1° de febrero llevan un poco de esto. Si bien Rodrigo Chaves explicó que les pidió la renuncia por falta de cumplimiento de las metas trazadas en un supuesto documento en que evalúa a cada jerarca, el mandatario no precisó cuáles fueron las tareas incumplidas o los rezagos. Por eso los llamó para pedirle la renuncia y ellos accedieron, explicó. Hizo la habitual metáfora de los presidentes sobre la conformación de un equipo de fútbol y la necesidad de ajustes y continuó a otro asunto, sin que los jerarcas explicaran después de manera pública los pormenores.
Consultada Eugenia Aguirre, politóloga del Observatorio de la Política Nacional (OPNA) en la Universidad de Costa Rica (UCR), señaló que hasta ahora hay una coherencia en el estilo de autoridad que Chaves pretende proyectar ante la población con un componente de mando, pero también de evaluación de desempeño, como había advertido desde mayo, cuando habló de “disciplina estratégica” de sus colaboradores.
“Esto alimenta esa narrativa, independientemente de que al principio tuvo que conformar el gabinete con mucha prisa y puede que ahora cuente con nuevas lealtades”, advirtió Aguirre enfatizando en que el último anuncio parece haber sido una acción más coordinada.
Otro aspecto relevante que señaló la politóloga es las áreas donde Chaves ha hecho los cambios, en alusión a puestos de menor relevancia en el funcionamiento de un Gobierno y con figuras que han tenido una menor presencia mediática. Esto lo dijo horas antes de conocerse la salida de Chacón, el martes por la noche, una de las fichas más notorias del gabinete de Chaves, quien la ha acuerpado y puesto como ejemplo de valentía y de esa disciplina.
Aunque no se supo de inmediato si Chacón tomaría otro cargo, su caso es una excepción en la consolidación de ciertas figuras que han recibido cuestionamientos y continúan con un rol importante en la acción de gobierno, como Luis Amador (Ministerio de Obras Públicas y Transportes, MOPT), Anna Katherina Müller (Ministra de Educación Pública, MEP) e incluso Nogui Acosta (Ministro de Hacienda).
Estas son algunas de las fichas más relevantes del gobierno de Chaves, que se suman también a Natalia Díaz, a quien, más bien, los diputados le piden más peso como ministra de la Presidencia y a otros jerarcas relacionados a áreas en las que Chaves hizo promesas de campaña sobre el costo de la vida. Es el caso del presidente de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), Juan Manuel Quesada, y el Ministro de Economía, Industria y Comercio (MEIC), Francisco Gamboa Soto.
Cada caso, sin embargo, tiene sus particularidades, aunque estén englobadas en un gobierno marcado por el liderazgo centralizado de Rodrigo Chaves. El presidente tiene ahora pendiente el nombramiento de la persona que sustituya a Paula Bogantes, quien era viceministra de Comercio Exterior y asumió las riendas del Micitt, de donde salió el ingeniero Carlos Enrique Alvarado.
También está pendiente el nuevo presidente del Sinart, una pieza importante dentro de la estrategia de comunicación o propaganda del Gobierno. En el Ministerio de Trabajo, el nuevo jerarca es Andrés Romero, un psicólogo que fue pieza del gobierno del Partido Acción Ciudadana (PAC) y que Chaves ensalzó por su potencial en la generación de empleo en el país, estancado ahora en una tasa cercana aún superior a 11%.
Exviceministra de Transportes: “No me han notificado nada”
Laura Ulloa era abogada en el sector privado y fue invitada a ejercer de viceministra de Transportes cuando Luis Amador fue designado como ministro, pues lo conocía de los tiempos de universidad.
Ulloa fue parte del equipo cercano a Amador y lo acompañó en el estilo de denuncias sobre problemas del Ministerio, pero en la segunda semana ella notó un cambio de actitud, separándola de diversos temas y sin apenas comunicarse, dijo Ulloa este martes.
Sin embargo, llegaría el incidente que al parecer provocó la salida. “Empecé a recibir correos anónimos con insultos y amenazas veladas desde un servidor no rastreable. El 13 de enero le comuniqué al ministro que iba a pedir el bloqueo, a lo que por WhatsApp me dijo que estaba de acuerdo, aunque después borró esa respuesta”
“El lunes me dijo en una conversación informal que me abriría una investigación supuestamente por destrucción de evidencia, que debía renunciar (…) Debía renunciar a la junta directiva del CTP porque en un correo decía que me habían montado en la red de cuido. Y como no firmé la renuncia que incluso Presidencia me había redactado me destituyeron del cargo de Viceministra por pérdida de confianza”.
El 20 de enero Presidencia reportó la destitución de Ulloa, pero dos semanas después ella asegura no haber sido notificada de investigación alguna. “Toqué intereses grandes y siempre sentí la confianza del ministro, excepto en esa última semana, cuando me dijo que estaba haciendo mucho polvorín en el Ministerio”, dijo Ulloa sobre Amador.
* Este texto se modificó para la edición en digital al revelarse la salida de Joselyn Chacón como ministra de Salud.
