Cuestionados por tráfico de influencias, compra de terrenos no aptos, fallos en su quehacer administrativo, anomalías en compra de medicamentos y por debilitar los controles financieros de la institución. Esas son las controverias que pesan sobre cuatro de los aspirantes a ocupar los cargos de Gerentes General, de Logística y Financiero de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
El pasado 20 de abril, la Caja dio a conocer los nombres de las 23 personas que fueron preseleccionadas por la Dirección de Administración y Gestión de Personal (DGAP) y la Presidencia Ejecutiva para tomar las riendas de cuatro de las seis gerencias con que cuenta la institución.
Entre los aspirantes al puesto de Gerente General aparece Douglas Montero, actual director del Hospital México, quien en varias ocasiones ha sido cuestionado por supuesto tráfico de influencias.
En el 2012, el entonces diputado del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Wálter Céspedes, arremetió contra Montero por el nombramiento de la Dra. Sofía Bogantes como coordinadora del Servicio de Cardiología.
De acuerdo con Céspedes, tras una incapacidad del jefe de Cardiología, Luis Alberto Romero Triana, Montero decidió nombrar a Bogantes. Tras el regreso del Dr. Romero –titular de la plaza– a su trabajo, Montero decidió mantener en la jefatura a la Dra. Bogantes.
En setiembre del 2014, Montero justificó los nombramientos de médicos en plazas interinas del Hospital México, alegando que estos no pasaron por los filtros de procesos de selección, porque esa era una práctica usual en la institución hasta el 2011.
Según Montero, fue hasta después del 2011 que la CCSS emitió una directriz para ordenar las designaciones interinas de profesionales y no profesionales en la institución, ya que antes de eso para los nombramientos de esta índole “no se documentaba el proceso”, como sí se hace en los puestos en propiedad.
Otra de las preseleccionadas para ocupar la Gerencia General es la actual gerenta de Infraestructura y Tecnología con recargo de la Gerencia de Logística, Gabriela Murillo Jenkins, quien también enfrenta varios cuestionamientos.
En el 2012, los diputados que conformaban la Comisión Investigadora Especial de la CCSS solicitaron en su informe la renuncia de Murillo Jenkins y recomendaron que la institución le realice una fuerte llamada de atención.
En el informe de la Comisión Legislativa, a la gerenta se le increpó por no ejecutar un préstamo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para construir un CAIS en Siquirres, por el vencimiento de la garantía de cumplimiento del Hospital de Alajuela y por no lograr la implementación de programas eficaces en áreas como mantenimiento, control de inventarios, recursos humanos y compras institucionales.
Además a Murillo Jenkins se le atribuye el vencimiento de la garantía de cumplimiento del Hospital de Alajuela, no utilizar $60 millones para la atención del cáncer, errores de diseño en puertas en la Torre de Emergencias del Hospital Calderón Guardia y los pocos avances en la implementación del expediente electrónico.
Asimismo, en el 2012, el expresidente de la Cámara de Comercio Costarricense-Norteamericana (Amcham), Humberto Pacheco, cuestionó a Murillo la multimillonaria compra que hizo la CCSS de un terreno para construir el Hospital de Cartago. De acuerdo con Pacheco, la compra se realizó sin evidencia de estudios geológicos específicos del suelo en el que se construirán los hospitales.
En esa ocasión, Murillo Jenkins respondió a ese cuestionamiento diciendo que la CCSS recurrió a la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) para evaluar las potenciales amenazas a todos los terrenos que se presentaron en la licitación y que la entidad indicó que todos los sitios ofertados eran aptos para el uso hospitalario, ya que también estaban sometidos a las mismas amenazas potenciales.
A la lista de aspirantes controversiales se suma el actual director de Prestaciones Sociales de la Gerencia de Pensiones de la CCSS, Eithel Corea Baltodano, quien concursa por la Gerencia de Logística.
En el 2011, Corea fue cuestionado por la Auditoría de la CCSS debido a anomalías en las compras de ácido acetilsalicílico (aspirinas). Tras las investigaciones, la Administración decidió trasladar a Corea –quien entonces fungía como director de Aprovisionamiento de Bienes y Servicios– a su plaza en propiedad en la Dirección de Prestaciones Sociales de la Gerencia de Pensiones.
El último de los cuestionados es el actual director de Cobros de la CCSS, Luis Diego Calderón, quien es uno de los preseleccionados para presidir la Gerencia Financiera.
A Calderón, cuando era Tesorero General de la Caja, la Comisión Investigadora del Fondo de Desarrollo y Asignaciones Familiares (Fodesaf) en el Congreso recomendó no contratarlo durante un período constitucional en funciones relacionadas con la administración financiero-contable y custodia de valores.
El caso se relacionó con la apertura de una cuenta corriente bancaria alterna a la cuenta oficial para las planillas de asignaciones familiares, esto habría debilitado los controles de la entidad sobre esos fondos.
En esa oportunidad, Calderón alegó que no cometió ningún delito y señaló que durante el procedimiento de investigación legislativa se violentaron sus derechos constitucionales ya que no se le habría informado el carácter en el que se le citaba ni cuáles hechos concretos se le atribuían.
Sin registros
El representante de los trabajadores en la Junta Directiva de la CCSS, Mario Devandas, aseguró a UNIVERSIDAD que la institución no cuenta con un registro de procesos administrativos en contra de funcionarios de la entidad.
“Entre los requisitos (para evaluar a los aspirantes), la Junta Directiva pidió que se pusieran los antecedentes –tanto de procesos administrativos como de procesos penales–, pero la Dirección de Recursos Humanos cuando presentó el informe nos dijo que no existe en la Caja un registro para determinar a quiénes se le llevan procesos administrativos”, aseguró Devandas.
El directivo de la CCSS indicó también que el Ministerio Público dijo a Recursos Humanos que “no tiene un registro con todas las denuncias penales que hay en el país”.
Finalmente, en el informe que usaron los directivos para su análisis no se detalla ningún proceso administrativo o penal sobre ninguno de los aspirantes a las gerencias.
Los cuatro gerentes que escogerá la directiva de la CCSS para liderar la Gerencia General, Médica, de Logística y Financiera tendrán un nombramineto en el cargo por seis años; es decir, que estarán en sus puestos al menos dos años más que Román Macaya, el Presidente Ejecutivo recién designado por el presidente electo Carlos Alvarado.
Los futuros gerentes ocuparán los puestos que dejaron Dinorah Garro, exgerente de Logística; Iván Guardia, exgerente financiero; y Zeirith Rojas, exgerente médico.
Renuncia de directivo frena concurso para gerencias
Monserrat Cordero Parra
El proceso de designación de las gerencias General, Médica, Financiera y de logística iba a paso lento; sin embargo, la renuncia sorpresiva del vicepresidente de la Junta Directiva, Dr. Oscar Fallas, el pasado 24 de abril, terminó por frenar completamente el concurso.
En medio de una sesión de la Junta Directiva donde discutían el nombramiento de las gerencias y el proceso de entrevista, el Dr. Fallas fue recusado por uno de los aspirantes a ocupar la Gerencia Financiera y decidió ponerle fin a su puesto como directivo. Así lo informó el presidente Ejecutivo de la CCSS, Fernando Llorca.
“Las razones que dio (Fallas) fueron totalmente inesperadas. Estábamos discutiendo precisamente el procedimiento de entrevista y deliberando sobre algunos recursos, denuncias y recusaciones que tenían que ser resueltas previamente, cuando salió a relucir una recusación que presentó Daniel Muñoz (aspirante a Gerente Financiero), donde alega que no es justo que algunos miembros de la Junta Directiva deliberen sobre su candidatura”, señaló Llorca.
En el año 2012, Muñoz, denunció ante el Ministerio Público el supuesto maquillaje de informes por parte de algunos Gerentes y miembros de la Junta Directiva de la CCSS; entre ellos el Dr. Fallas.
Por tal razón, en el 2016, Muñoz compareció ante la Comisión para el Control del Ingreso y el Gasto Público de la Asamblea Legislativa, donde denunció los nombres de los altos funcionarios de la CCSS que entre el 2010 y 2011 presuntamente manipularon estudios financieros.
“El Dr. Fallas de forma sorpresiva manifestó que no le interesaba seguir con el proceso y que, si se iban a hacer consultas sobre esos temas del pasado, él prefería renunciar a la Junta Directiva y no continuar con la representación del Estado ante la Junta Directiva”, explicó Llorca.
La Junta Directiva de la CCSS está integrada por nueve miembros; de ellos tres son representantes del Estado, tres de los trabajadores y otros tres de los patronos. El Dr. Fallas representaba al Estado.
Tras la renuncia del directivo, el nombramiento de las gerencias deberá esperar a que el recién designado ministro de la Presidencia, Rodolfo Piza, presente candidaturas al Consejo de Gobierno y que este elija a un nuevo representante.
“Con la renuncia perdimos lo que se llama quorum estructural y entonces la Junta Directiva no puede sesionar hasta que sea sustituido. El es un representante del Estado que fue nombrado en tiempos de Oscar Arias hace ocho años aproximadamente”, externó el presidente ejecutivo.
Ambiente tenso
El representante de los trabajadores, Mario Devandas, explicó a UNIVERSIDAD que el ambiente que se vive en la Junta Directiva en las vísperas del nombramiento de los gerentes es “absolutamente tenso”.
“El tema de la reestructuración y del nombramiento de las gerencias es un centro de diferencias muy importante… El modelo gerencial de la CCSS tiene un rezago impresionante. Eso es lo que ha tensado las cosas”, señaló Devandas.
El representante sindical indicó que la tensión aumentó tras la decisión de aumentar el porcentaje de aporte al IVM que realizan los trabajadores. Esta medida condujo también a que el presidente Solís pidiera la renuncia de Rocío Sáenz en la Presidencia Ejecutiva de la CCSS.
“Hay directores acostumbrados a lo que era la tradición en juntas directivas (que las cosas se hicieran discrecionalmente y nadie se enterara), pero yo soy de los que dice que hay que hablar y que las cosas se deben transparentar. La institucionalidad del país necesita que las cosas se ventilen”, explicó Devandas.
Fernando Llorca, Presidente Ejecutivo de la CCSS
“Las funciones (del Gerente General) no están definidas al 100%”
Con el fin de superar una crisis financiera y de servicios, y de reestructurar el nivel central de la CCSS, el Centro de Investigación y Capacitación en Administración Pública (Cicap) propuso que se reviviera nuevamente la figura de un Gerente General para la CCSS.
En 1971 se había creado la figura de un Gerente General y varios Subgerentes; sin embargo, tiempo después el cargo fue eliminado. El primero en ocupar esa posición fue el abogado y periodista Rodrigo Fournier Guevara, quien lideró la gerencia entre 1971 y 1973.
Actualmente la coordinación de las gerencias Administrativa, Financiera, Médica, Logística, Pensiones y de Infraestructura y Tecnología le compete al presidente ejecutivo de la CCSS, Fernando Llorca.
En su estudio para mitigar la crisis de la Caja, el Cicap recomendó también reducir el número de gerencias de seis a tres. Sin embargo, esta acción aún no ha sido aprobada por la Junta Directiva.
El actual presidente ejecutivo de la CCSS, Fernando Llorca –en funciones hasta agosto de este año, cuando será sustituido por Román Macaya–, señaló que las funciones específicas de la Gerencia General aún no están claras y que la Junta Directiva de la institución las está estudiando.
¿Qué diferencia las funciones del Presidente Ejecutivo de la CCSSS y las del Gerente General?
–Las funciones todavía no están definidas al 100%. Las del Presidente Ejecutivo salen en la ley. La diferencia es que el Presidente Ejecutivo esencialmente se asegura del cumplimiento de los acuerdos de junta mientras que el Gerente General coordina entre las gerencias.
Entonces no trabajan de manera paralela…
–Eso es una explicación muy difícil y todavía no está definida, la misma Junta no ha definido la relación entre ambos. El Gerente no tiene eso aprobado por la Junta y eso está en un gran debate.
El nombramiento del Presidente Ejecutivo tiene una duración de cuatro años mientras que el Gerente General se nombra por seis años ¿Pierde el Gobierno control político sobre las decisiones de la CCSS?
–No. La Gerencia General garantiza continuidad en los procesos y coordina entre las gerencias. El Presidente Ejecutivo no tiene garantizada esa continuidad, y la coordinación la ejerce pero siempre con dificultad.
