En Costa Rica el 2,2% de las personas menores de 4 años asiste a educación preescolar, según datos compilados por el Programa Estado de la Nación (PEN), y el 99,8% de quienes asisten acceden a centros privados.
“La matrícula de estudiantes entre 0 y 3 años es baja y concentrada en opciones privadas. Para el 2021, la Enaho reporta 194.735 niños y niñas entre 0 y 3 años, de los cuales solo 4.296 se reportan matriculados en el ciclo Materno-Infantil y, de estos, solo un 0,2% se encontraba matriculado en un servicio público del MEP”
Los datos fueron publicados por el PEN con ocasión del día de la niñez, celebrado el día de hoy a nivel nacional, y con el objetivo de visibilizar que “si bien el país ha hecho grandes esfuerzos por aumentar la cobertura estatal en la educación de niños y niñas entre 4 y 6 años, continúa existiendo una deuda en la educación de las personas de 3 años o menos”.
En Costa Rica hay 961 mil niños y niñas de 0 a 12 años y cerca de 400 mil (40%) vive en pobreza. Esto se agrava en las regiones periféricas: en la región Huetar Caribe 1 de cada 2 vive en pobreza y son los que menos acceso a la tecnología en el país, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Estudios compilados por el Programa también señalan que las personas que crecen en ambientes poco estimulantes están en desventaja en comparación con los hogares que cuentan con personal especializado en centros educativos o de cuido o porque que tienen un clima educativo alto en su hogar que favorece mayor acceso a recursos y estimulación.
“Las personas menores de edad que provienen de hogares vulnerables enfrentan una doble desventaja: por falta de estimulación en el hogar y por la no asistencia a un centro educativo o de cuido” apunta la investigadora del PEN Jennifer León en su nota.
Actualmente la Red de Cuido alcanza a atender al 16% de los niños en pobreza y pobreza extrema (67 mil) y la Dirección Nacional de Centros de Educación y Nutrición y Centros Infantiles de Atención Integral (CEN-CINAI) podría enfrentar un recorte de ¢1.768,5 millones, según estipula el presupuesto ordinario y extraordinario de la República 2023 presentado por el Gobierno.
La falta de acceso a centros de cuido y educativos para niños y niñas ha sido una de las críticas al Gobierno, por parte de colectivos de mujeres, sindicatos y la iglesia, frente a la propuesta de jornadas comprimidas de 12 horas, por no considerar a las personas trabajadoras que atienden tareas de cuido de personas dependientes como las personas menores de edad y adultas mayores. Para enfrentar estas críticas el Gobierno propuso reducir el tiempo de almuerzo media hora para que las personas salgan más temprano del trabajo y atiendan las tareas de cuido.
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Centros que atienden a 13.000 menores vulnerables celebran rápida aprobación legislativa para ₡13.555 millones de este segundo semestre y ven riesgo de que la emergencia se repita en el próximo año, aunque presidenta del PANI garantiza presupuesto.
La educación temprana es clave en el desarrollo de las personas, indica el PEN, porque durante los primeros años de vida es cuando se tienen las mayor capacidad de desarrollar habilidades que mejores las oportunidades personales, económicas y sociales en la adultez.
Sin embargo, la oferta privada tiene como barreras de acceso los costos de matrícula y la ubicación de los centros educativos privados, concentrados en el Gran Área Metropolitana, principalmente para familias de bajos ingresos y que viven en las zonas rurales y costeras.
León apunta que es necesario aumentar la matrícula para los menores de cuatro años y potenciar la calidad de los servicios que los atienden a partir de los cuatro años, y que tienen mucha más amplia cobertura, con rutinas enriquecedoras, docentes altamente preparadas y jornadas extendidas que comprenden el tiempo que pasa el estudiantado fuera de las aulas.