País

Fodesaf se redujo de casi ₡700 mil millones a ₡471 mil millones este año

Los recursos del mayor fondo destinado a programas contra la pobreza se redujo en términos reales en una tercera parte desde 2018.

El presupuesto para la mayor herramienta en la lucha de Costa Rica contra la pobreza y la vulnerabilidad enfrenta una tendencia a la reducción, al punto de que, según el último dato de presupuesto, representaría una reducción en términos reales de una tercera parte desde el 2018.

El presupuesto para el 2023 del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf) sería de ₡471.561 millones, según la información de su sitio oficial. Esto representaría una reducción nominal de ₡138.635 millones con el presupuesto de ₡610.196 millones de 2018, un 22% en términos nominales (ver gráfico).

Sin embargo, en términos reales (al considerar el efecto de la inflación), el deterioro del presupuesto del Fodesaf fue de un 32%. Esto ocurrió mientras el Producto Interno Bruto (PIB) de Costa Rica aumentaba alrededor de un 13% en términos reales.

Estas cifras provocaron que el presupuesto de Fodesaf, que en el 2018 representaba alrededor de un 1,7% de la producción nacional, para el 2023 apenas alcanza un 1% del PIB, en medio de una tendencia a su reducción (ver gráfico).

Adicionalmente, debe anotarse que los niveles de presupuestos de Fodesaf por arriba de los ₡600.000 millones parecieran alejarse en un mapa en el cual la liquidación del 2021, ₡434.768 millones, se aproxima más al presupuesto de ₡471.561 millones del 2023.

Malas señales

UNIVERSIDAD solicitó una consulta con autoridades de Fodesaf o el Ministerio de Trabajo, rector del Fondo, para contextualizar esta situación. Sin embargo, al momento del cierre no fue posible obtener la reacción oficial.

Empero, para José Andrés Díaz, investigador del Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo) de la Universidad Nacional, puede existir una variación en la estrategia de los gobiernos con respecto a las políticas sociales, que afectaría los planes y fondos sociales de más largo plazo. “Se plantea que los recursos públicos para la acción social son limitados, y deben competir con otros objetivos como mejorar la competitividad”, expresó.

En esa dirección, Díaz destacó que de las dos fuentes para financiar Fodesaf, las autoridades no toman medidas vigorosas para combatir a los patronos morosos. La otra acción, el traslado de recursos de impuestos, se ha debilitado también en los últimos años (ver nota aparte).

“Con el agravante de que la ley establece la obligación de financiar y fortalecer estos programas sociales, pero no hay mecanismos efectivos para llamar la atención de las autoridades y lograr que se rectifiquen estas situaciones.

El investigador también resaltó que, durante años, entidades como la Contraloría han insistido a los diputados que no se deben crear instituciones, si no se señala su fuente de financiamiento. Sin embargo, en el caso de Fodesaf, se tiene un programa creado por ley, con fuentes de financiamiento claras, pero no se respetan ni refuerzan sus contenidos.

Y mientras se profundiza el hueco social en estos presupuestos, las poblaciones vulnerables son las víctimas silenciosas. “Es muy posible que estas acciones estén teniendo repercusiones negativas sobre grupos sociales vulnerables, pero hay un problema, porque no tenemos metas, datos o indicadores que nos digan claramente cómo se está afectando a los beneficiarios de estos programas. La reducción de fondos para comedores estudiantiles, para becas, para apoyos a población adulta mayor o con discapacidad genera consecuencias, pero, al ver las acciones de manera muy focalizada, puede debilitar el enfoque integral”, mencionó Díaz.

Y, entretanto, se tiene una cuantificación que ayuda a dimensionar la magnitud de esta contracción de Fodesaf, de los niveles entre ₡600.000 millones y ₡700.000 millones, se estaría reacomodando a niveles cercanos a los ₡450.000 millones. Una muy mala noticia para alrededor de una cuarta parte de la población nacional, que es la que se encuentra en condiciones de vulnerabilidad, según las estimaciones del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica.


Fodesaf, medio siglo en la balanza

A las puertas de su aniversario 50, Fodesaf se encuentra en un período de ajustes con sus fondos.

Luego de la creación del IMAS en 1971, el presidente José Figueres Ferrer intentó impulsar la creación del Fondo de Desarrollo Social, pero no logró doblegar la fuerte oposición del sector empresarial, que se opuso al proyecto.

Sin embargo, en el siguiente gobierno se concretó la idea. El presbítero Armando Alfaro relató en una entrevista que el presidente Daniel Oduber le consultó si el proyecto de Fodesaf podría contribuir a combatir la miseria.

Posteriormente, se logró también el apoyo del diputado presidente de la Comisión de Asuntos Sociales, Rafael Ángel Calderón Fournier, quien acordó con Oduber el avance de la iniciativa, a cambio de introducir en ella pensiones para personas que no tenían protección.

El proyecto se aprobó en diciembre de 1974, y se acordó financiarlo con un cargo de un 5% a las planillas, y un 20% de la recaudación del impuesto de ventas. A manera de ilustración, si en la actualidad se mantuviera esta proporción, en lugar de girar ₡212.556 millones, Hacienda habría tenido que transferir ₡438.629 millones. Más del doble de lo que se giró desde el Gobierno central.

En la actualidad, el Fodesaf es la principal herramienta para cerca de medio centenar de unidades ejecutoras que desarrollan las acciones prioritarias de la política social: desde la protección social, a programas de vivienda, empleo, salud, educación, asistencia a niños, adultos mayores, acueductos rurales, prevención de adicciones, asistencia a poblaciones costeada por el Estado… el Fondo sigue siendo la primera línea de combate a la pobreza y la vulnerabilidad social… todavía.


 

 

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