La Fiscalía Adjunta Agrario Ambiental inició un llamado público para identificar a personas afectadas por el consumo de agua contaminada con xileno en cinco cantones del Área Metropolitana: Goicoechea, Moravia, Tibás, Montes de Oca y San José. Los hechos ocurrieron entre el 22 y 24 de enero de 2024, cuando vecinos reportaron un fuerte olor a hidrocarburos al abrir sus tubos.
Según el comunicado, las posibles víctimas presentaron síntomas como «problemas gastrointestinales (diarrea, vómitos, dolor abdominal, ardor estomacal), erupciones cutáneas o irritaciones en la piel, fatiga, mareos, náuseas u otros malestares inusuales». La Fiscalía instó a los afectados a presentarse en sus oficinas, ubicadas en el sexto piso de los Tribunales de Justicia del Segundo Circuito Judicial de San José, en Goicoechea, o contactar al número 2247-9125 para orientación.
La investigación, bajo el expediente 24-003241-0042-PE, involucra a tres funcionarios del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA): Ramírez Sánchez, director de Plantas de la gran área metropolitana; Quesada Cubillo, jefe de la planta potabilizadora de Guadalupe; y Díaz Quesada, encargado de dicha planta. El 3 de septiembre de 2024, se realizaron allanamientos, detenciones y medidas cautelares ordenadas por el Juzgado Penal del Segundo Circuito Judicial de San José, que incluyeron la reubicación de los imputados y la prohibición de acercarse a testigos o afectados.
Pese a los esfuerzos, la Fiscalía destacó que «hasta este momento no se cuenta con afectados incorporados en el expediente». El caso sigue abierto para recopilar testimonios que fortalezcan la acción penal.
El comunicado de este martes reitera la importancia de que las víctimas participen en el proceso judicial para esclarecer responsabilidades.
La contaminación del agua con xileno, un derivado del petróleo utilizado como disolvente en industrias como la del caucho, cuero y pinturas, generó una crisis sanitaria que afectó a más de 100.000 personas. Inicialmente, los vecinos de los cantones involucrados denunciaron un olor similar a gasolina en el agua, lo que llevó al Ministerio de Salud a emitir una alerta sanitaria el 25 de enero de 2024. Las autoridades desconocían la causa exacta hasta que la Universidad de Costa Rica (UCR) identificó el xileno como el contaminante principal, tras análisis en laboratorios especializados.
El xileno, aunque no clasificado como cancerígeno, puede causar irritación en piel, vías respiratorias y problemas gastrointestinales si se ingiere. Su volatilidad permite que se evapore en uno a seis días, pero en sedimentos podría persistir semanas. La UCR señaló que las concentraciones detectadas inicialmente superaron levemente el límite seguro de 500 microgramos por litro, aunque en muestras posteriores ya no se registró su presencia. Pese a esto, el olor residual en tuberías mantuvo la preocupación ciudadana.
La crisis llevó a medidas drásticas: el AyA distribuyó agua mediante camiones cisterna, la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (ARESEP) suspendió el cobro de tarifas en zonas afectadas y el presidente ejecutivo, Luis Alejandro Guillén Guardia, del AyA fue destituido. Además, se ha vinculado el xileno con redes internacionales de narcotráfico, tras decomisos en Guatemala relacionados al Cártel de Sinaloa para la producción de fentanilo, aunque no se confirmó una conexión directa en este caso.
