El fiscal general de la República, Carlo Díaz, confirmó que ha recibido amenazas de muerte, este jueves, en la Comisión de Control de Ingreso y Gasto Público de la Asamblea Legislativa.
“A mí eso me tiene sin cuidado. Yo tengo 26 años de carrera. A eso estamos acostumbrados. Si tuviera miedo ni siquiera hubiera optado por ser fiscal y mucho menos fiscal general”, señaló tras la consulta de la diputada Kathia Cambronero, del Partido Liberal Progresista (PLP).
Cambronero preguntó también por la supuesta persecución en automóviles de la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DIS) hacia Díaz y al director del Organismo del Investigación Judicial (OIJ), Randall Zúñiga.
El fiscal señaló que, según la información con la que cuenta, aparentemente los vehículos no son de la DIS, sino que corresponderían a automóviles decomisados al narcotráfico, que luego entran al Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) y estos son los que, supuestamente, se usan para esos fines. Lo anterior, aclaró Díaz, según una denuncia que les llegó.
“Posterior a esos hechos, justo en la casa que está a la par de la mía, un día estuvo un tipo ahí, eso no es común, estaba ahí estacionado, parqueado así (gesto de brazos cruzados en forma amenazante), cuando yo estaba llegando. ¿Qué significa eso? No me importa. Si me tienen que matar me convertirán en un mártir” añadió el fiscal general.
En la audiencia, el fiscal se refirió también a los señalamientos que el Gobierno ha realizado en su contra e indicó que estos comenzaron tras los allanamientos al Ministerio de Salud (caso del Parque Viva) y tras la revelación del caso Barrenador, en el que se detuvo a ocho personas, entre ellas, la presidenta de la Caja Costarricense de Seguro Social, Marta Esquivel.
Este jueves se resolvió por parte del Juzgado Penal medidas cautelares contra Esquivel, Marielos Gutiérrez, gerenta general de la Caja y los directivos Zeirith Rojas, Johnny Gómez, del sector empresarial y la representante de gobierno, Isabel Cambronero.
