Las candidaturas presidenciales de José María Figueres, Lineth Saborío y Fabricio Alvarado encabezan las intenciones en la trabada competencia por el triunfo en elecciones del 6 de febrero o uno de los puestos para la segunda ronda en abril, algo casi seguro.
Con el 43% de indecisión entre las personas decididas a votar, que en términos absolutos rondan los 1,5 millones de electores, solo José María Villalta (Frente Amplio) y Rodrigo Chaves (Progreso Social Democrático) lograban acercarse a los tres primeros lugares al faltar solo tres semanas para los comicios.
Esta es la primera encuesta que realiza el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) después de la tregua electoral de diciembre y año nuevo, en mitad del mes que se supone más intenso de la campaña electoral.
Con 1.006 entrevistas aplicadas entre el miércoles 12 y viernes 14 de enero, los resultados del CIEP-UCR dejan claro que 20 de las 25 candidaturas no alcanzan ni siquiera un puntaje similar al margen de error de la encuesta, 3,1 puntos, incluidos Eliécer Feinzaig (Partido Liberal Progresista) con una fuerte inversión de dinero en campaña, y Welmer Ramos, del partido ganador en 2014 y 2018: Acción Ciudadana (PAC).
La indecisión actual supera en 16 puntos al 27% que querían votar, pero no sabían por quién en este mismo momento de la campaña hace cuatro años, en 2018. Esto incide en que ninguna de las candidaturas alcance el 20% de las preferencias, la mitad de lo necesario para la victoria en primera vuelta.
Figueres (Partido Liberación Nacional, PLN), aparece con 17% y Saborío (Partido Unidad Social Cristiana, PUSC) llega con 13%, lo que indica un empate técnico para efectos de la encuesta, por el margen de error. Esta misma candidata también podría estar colocada en segundo lugar, pero empatada con Fabricio Alvarado (Nueva República), quien recibe un 9%.
Con el 6% de Villalta y el 5% de Rodrigo Chaves se completa el quinteto de candidaturas que dominan la intención de voto, y se confirma la pequeñez de los movimientos ocurridos en un mes de la campaña, pues a mitad de diciembre el escenario era prácticamente el mismo.
El escenario persiste
Sobresale el dato de apoyo que recibe Figueres, quien se ha mantenido fijo desde agosto a la cabeza del respaldo popular, y desde ese mes registraba ya un 17%, lo mismo que tiene al faltar solo tres semanas para las elecciones.
La indecisión solo se ha reducido 10 puntos a pesar de que transcurrieron 100 días de campaña electoral; era un 53% en agosto, cuando no empezaba oficialmente la carrera entre la mayor cantidad de candidaturas presidenciales en la historia del país. Eso hace “posible estimar que entre 1.381.000 y 1.664.000 votantes no saben por quién votar a tres semanas de las elecciones”, dice el informe de CIEP-UCR.
El problema es que la multiplicidad de opciones, y probablemente la calidad de estas, ha resultado en una mayor dificultad para decidirse; un 74% dijo que en esta campaña le ha sido más difícil elegir por quién votará. Incluso, un 40% dijo que le genera estrés, aunque una cuota igual dijo que no se siente estresada por la elección.
Aunque este estudio de opinión utilizó una metodología diferente a la empleada por CIEP-UCR en diciembre (tipo panel), los resultados son comparables y permiten interpretar que hay un cierto adormecimiento de la campaña y que, a falta de un disparador como fue en 2018 el matrimonio igualitario, las cifras apenas cambian.
Esto explica por qué tres de cada cuatro encuestados dijeron que hablan “poco” o “nada” con sus familiares y amistades sobre las elecciones y sobre las candidaturas, mientras solo el 9% dijo que “mucho”. Esto se refiere al último mes de la campaña, incluida la veda navideña que rigió para propaganda entre el 16 de diciembre y 1 de enero.
Deseo a votar e indecisión, según quién
Un 68% de las personas entrevistadas señala que es posible que vaya a votar o que está totalmente decidido a hacerlo, una cifra similar al promedio de participación electoral en el país, recuerda el estudio.
De las personas que expresan una preferencia por alguna de las candidaturas, el 77% dice estar dispuesto a tratar de convencer a allegados para que se inclinen por esa misma opción y el 17% aceptó que antes tuvo otro nombre favorito y que se cambió de bando en semanas recientes.
Un hallazgo de este estudio de opinión de enero es la identificación de núcleos duros de disposición al sufragio en cuatro de las cinco candidaturas más aventajadas. Nueve de cada diez de los seguidores de Figueres, Saborío, Villalta y Chaves dijeron que están totalmente decididos a votar, mientras en el caso de Fabricio Alvarado es el 75% el que se declara seguro, lo que indica que el exdiputado capta una mayor posibilidad de adeptos con mayor probabilidad de que se ausente de las urnas.
Al desglosar las características de los simpatizantes de las distintas candidaturas, predominan los hombres de más de 55 años entre quienes siguen a Figueres, a Saborío y a Alvarado. Mientras que con Villalta son más los menores de 35 años y Chaves atrae con más fuerza a ciudadanos de edad media, entre 35 y 55 años.
Asimismo hay un mayor peso de personas con educación universitaria en los segmentos que respaldan a Figueres, Villalta y Chaves, mientras Saborío y Alvarado cuentan con mayor apoyo de electores que tienen solo educación primaria, según el estudio.
El sector más grande, el de indecisos, tiene el sello dominante de las mujeres, de los nacidos después de 1987, de quienes reportan nivel de estudios hasta secundaria y habitantes de las provincias Puntarenas, Limón y Cartago.
