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Férrea oposición enfrenta el PH Diquís: “los pueblos indígenas lucharemos hasta la muerte porque un proyecto como este no se realice”

Pueblos originarios y organizaciones ecologistas rechazan con vehemencia el anuncio de Rodrigo Chaves de que pretende reactivar el polémico megaproyecto hidroeléctrico.

“Los pueblos indígenas lucharemos hasta la muerte porque un proyecto como este no se realice”, afirmó sin dejar lugar a dudas Pablo Sibar, dirigente del pueblo originario Brörán, de Térraba.

Entre otras cosas, afirmó que el estado del río Grande de Térraba, de importancia natural, histórica y cultural en la zona sur, es “lamentable”, pues “este año prácticamente ya parecía una quebrada, ya no se le veía agua, imagínense ese río con una represa”.

Tales aseveraciones fueron incluidas en un comunicado del Bloque Verde divulgado luego de que la semana pasada Rodrigo Chaves dijera que piensa “revisitar” el polémico Proyecto Hidroeléctrico (PH) Diquís, luego de que el ICE desistiera de él en 2018.

Ya desde diciembre UNIVERSIDAD alertó que el plan de expansión de generación eléctrica para el periodo 2022-2040, presentado en julio por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), incluyó como proyecto candidato al Proyecto Hidroeléctrico Diquís.

Sibar subrayó que, más bien, la prioridad de Chaves debería ser “devolvernos las tierras y que estas tierras vuelvan a regenerarse en bosque y vuelvan a tener una abundante agua para que el río no muera, para que el río siga viviendo. Y si el río se seca, ¿qué pasa? Si el río ya no existe, ¿cómo vamos a alimentar el humedal Térraba?”

“Pensemos en el futuro del país, pensemos en que el mundo tiene que regenerarse para poder seguir viviendo, para que las futuras generaciones tengan un poquito más de ambiente”, reflexionó el indígena.

Por otra parte Luisa Bejarano, dirigente del pueblo Ngäbe Buglé y del Frente Nacional de Pueblos Indígenas (Frenapi) recordó que el mismo proyecto “fue paralizado por los pueblos indígenas, que no estamos de acuerdo en que se hiciera ese proyecto, porque sinceramente viene a destruir más, a quitarle el derecho al pueblo indígena para beneficio de los grandes terratenientes y el gobierno”.

Recordó que en aquél entonces la lucha reunió a más de 500 personas indígenas en Térraba y que de ser necesario “habrá más de 500 personas, porque todos estamos dispuestos a defender nuestros derechos, tanto como el agua, la tierra y la naturaleza”.

Desde el propio Bloque Verde, el activista Fabián Pacheco apuntó que este tipo de megaproyectos destructivos son “parte del pasado” y recordó el lamentable estado al que la agroindustria ha conducido al río: “hecho leña y está lleno de sedimentos, entonces además de que el proyecto no les va a servir, va terminar causando un grave daño al humedal del Térraba – Sierpe un sitio RAMSAR, patrimonio de la humanidad”.

Pacheco señaló «que ecologistas y el movimiento indígena de Costa Rica, hemos sabido defender el río Térraba, por lo que represarlo y destruirlo es inaceptable». Además, sentenció que «no van a solucionar la crisis energética haciendo semejante destrucción porque esa represa va a tardar años de años en construirla. Ya es tiempo de buscar soluciones más de acuerdo a una nueva humanidad y a un proyecto que sea realmente sostenible y que aprendamos de la gente indígena que han sabido vivir en este país sin destruirlo».

Paulino Nájera, también del pueblo Brörán de Térraba, afirmó que “el río no es solo un poco de agua corriendo, sino es vida. Es vida para los pueblos que viven a las márgenes, que han vivido históricamente y para esos humedales como es el Térraba – Sierpe. El río Térraba que lleva nuestro nombre, es un hermano, es un amigo, es un aliado, es un ser vivo que ha dado de comer a nuestros pueblos por generaciones de generaciones”.

Danny Nájera Díaz, recuperadora de Crun Yaigó en el territorio indígena de Térraba, aseguro que “nos veremos obligados a migrar, dejar que nuestras tierras, nuestros territorios inunden, nuestros lugares ancestrales donde tenemos toda nuestra vida y vivencia, muchos mayores, jóvenes, niños que tendremos que abandonar a un lugar incierto y obligados a estas situaciones para que un estado diga que eso es un desarrollo, así llaman ellos, un desarrollo, mientras nos siguen viendo como objetos o alcancías a nosotros los pueblos originarios».

El comunicado destaca que desde 2022 la Sala Constitucional declaró inconstitucional el decreto que declaró la conveniencia nacional e interés público de ese proyecto hidroeléctrico “por violar el principio de irreductibilidad del bosque, el principio de reserva de ley y de inderogabilidad singular de la norma, al trasgredir las disposiciones de la Ley Indígena y además la falta de una consulta a los Pueblos Indígenas, según el Artículo 6, del Convenio 169 de la OIT”.

Entre los muchos impactos negativos de la iniciativa que ahora defiende Chaves, señalaron que implicará afectación a más de 365 especies de animales terrestres que habitan los bosques que se verían inundados, pero encima “propiciaría la desaparición de 13 especies de peces que no se encuentran en ninguna otra parte del mundo”.

Además, señalaron impactos negativos en le Humedal Nacional Térraba – Sierpe y sus bosques de mangle, la destrucción de más de cien sitios arqueológicos y sagrados. Todo lo cual implicaría la alteración de las formas de vida de los pueblos indígenas.

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