Fabio Ríos Garro fue condenado a 76 años de cárcel luego de que se le declarará autor responsable del asesinato premeditado de Fernanda Sánchez y Raisha Ríos.
Así lo decidió el Tribunal de Juicio de Cartago, sección Primera, este viernes 7 de febrero.
La resolución del primer juicio sobre el caso, que sucedió hace ya cuatro años y medio, fue que las personas juzgadoras encontraron a Ríos responsable de los delitos de homicidio, femicidio, incendio y denuncia calumniosa.
El tribunal resolvió que el femicida deberá descontar 35 años por la muerte de Fernanda y 35 por la de Raisha, ambas las penas máximas para esos delitos; y seis más por el incendio y la denuncia calumniosa.
Así, de acuerdo con las reglas concursales, Ríos Garro estará en total 50 años preso, tomando en cuenta el tiempo que ya ha estado en prisión preventiva.
La jueza Magaly Hernández dijo que el tribunal encontró certeza de que Ríos cometió el delito a través del análisis de la prueba y los testimonios provistos.
Según repasó, el femicida estableció una relación impropia con Fernanda cuando era ella menor de edad y él era 20 años mayor. De esa relación, que estuvo marcada por comportamientos machistas, nació Raisha.
El día de los hechos, concluyó el tribunal, luego de amenazarlas por largo tiempo, Ríos acechó a su expareja y a su hija, las atacó golpeándolas con un cepillo de madera y luego obligó con amenazas a un familiar -testigo clave en el juicio- a disponer de los cuerpos e iniciar un incendio.
Detalles como el conocimiento del objeto con el que se atacó a ambas víctimas, el lugar en que se dispusieron los cuerpos y las amenazas previas de Ríos contra ellas, hicieron que quedara claro que el hombre era el responsable del delito.
Además, dijo, durante el proceso se determinó que al momento del delito, Ríos sostenía una relación impropia con una joven de apenas 15 años, por lo que se asume que el móvil del crimen fue terminar su relación previa para formalizar la que tenía con la niña.
Durante la lectura del por tanto Ríos no manifestó emoción alguna y se mantuvo calmo al lado de su abogado. Esa misma frialdad, dijo la jueza, se había retratado en el testimonio de un familiar quien aseguró que esa era su actitud “cuando mataba perros, cuando destazaba reses” y fue la que manifestó luego del crimen cuando llamó al 911 y le dijo a la operadora: “mi amor, se me está quemando la casa”.
La jueza explicó, además, que si bien en el cuerpo de Raisha -hija del asesino- tenía evidencia clara que la niña fue víctima de abuso sexual días atrás o ese mismo día, se declaró al acusado libre de culpa con respeto a la violación pues no se pudo demostrar que él fuera el culpable.
Xavier Sánchez, hermano de Fernanda y quien impulsó una campaña para que el caso no fuera olvidado, dijo a la salida del juicio que si bien estaba invadido por una marejada de sentimientos, lo principal era que “aquí llegamos con la frente en alto y le podemos decir a mi hermana que cumplimos la promesa que le hicimos el día que retiramos el cuerpo en la morgue, de no dejarla nunca sola”.
Sánchez dijo que sabe que seguirán apelaciones y que esto es sólo un peldaño en el proceso, pero un “peldaño satisfactorio con respecto a honrar las memorias de Fernanda y Raisha”.
“Han sido años muy difíciles, fueron años sumamente complicados los que ellas vivieron en un proceso de violencia”, indicó, pero dijo que la familia está satisfecha.
“Hemos luchado muchísimo, 1653 días para poder avanzar y poder tener por fin un proceso más de justicia para Fernanda y Raisha”, concluyó.
Silvia Mesa, de la Red Feminista contra la Violencia hacia las Mujeres, dijo que no podía sentir alegría pues la embargaba la tristeza por la pérdida de las vidas “pero sí puedo decir con satisfacción que se hizo justicia, que demoró, no fue pronta, pero se hizo”.
Mesa dijo que le hubiera gustado que se le condenara a 88 años de cárcel como pidió la Fiscalía pero aseveró que 76 años es una condena importante.
