El presidente de la Comisión de Reforma del Estado, Eliécer Feinzaig, reaccionó con dureza a la intención “politiquera” de la administración Chaves en el trámite del proyecto de “Ley de Fortalecimiento de competencias del Ministerio de Ambiente y Energía”.
Se trata de una iniciativa presentada por la administración Chaves que busca alterar la estructura y funcionamiento del Ministerio de Ambiente y Energía para concentrar poder en la figura del Ministro.
Tattenbach busca mayor concentración de poder mediante una reforma al Minae
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El proyecto forma parte de una ofensiva de iniciativas que de manera similar buscan concentración de poder para los jerarcas de los ministerios de Cultura y Juventud (MCJ) y Agricultura y Ganadería (MAG).
Ya Feinzaig había adelantado su intención de emitir una resolución como presidente de la Comisión, con el propósito de agrupar las más de 400 mociones que se presentaron al cuestionado proyecto vía artículo 137 del Reglamento legislativo en aras de que el trámite sea más expedito.
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Esta mañana el legislador del Partido Liberal Progresista (PLP) presentó su resolución, que agrupó las 412 mociones en 38 grupos para su discusión, aunque de igual manera se deben votar individualmente, lo cual justificó en que son muy similares.
De acuerdo con el Reglamento, cada moción puede ser discutida por 15 minutos por el proponente, y otros quince por dos diputaciones a favor y lo mismo en contra.
La medida de inmediato fue apelada por la diputada del Frente Amplio Rocío Alfaro, quien argumentó entre otras cosas que sus derechos como legisladora se ven lesionados al no conocer de antemano al inicio de la discusión la agrupación de las mociones.
El funcionario de del Departamento de Servicios Técnicos y expresidente de la Asamblea Legislativa Víctor Emilio Granados fue consultado y defendió la agrupación de las mociones, pero dijo que no se podía limitar el tiempo de discusión de las diputaciones, aspecto que no gustó a Feinzaig pues dijo que con ello la discusión de este proyecto de ley podrá tomar 50 sesiones.
Quedó claro que el tema de la agrupación de mociones para hacer el trámite más expedito irá a dar a la Sala Constitucional, pero la frustración por el trámite lento llevó a Feinzaig a aseverar que “debe prevalecer un interés superior, el interés de que esta Asamblea no se quede entrabada por caprichos de ninguna parte, aquí hay dos partes en capricho que no quieren ceder de ninguna manera: el gobierno que se comprometió a sacar de la corriente legislativa este proyecto, pero ya entendieron que pueden instrumentalizar esta comisión para fines politiqueros y entonces no lo retiran para que la Comisión esté entrabada”.
Dijo que por otra parte, “los diputados que yo entiendo y respeto su derecho de enmienda, derecho a mocionar, nunca lo voy a cercenar, pero aquí hay mociones que lo que cambian son comas, una palabra, que son muy similares y por lo tanto vamos a tratar de agilizar la discusión en esta comisión”.
Alfaro reaccionó pues se sintió aludida y dijo que puede entender la necesidad de acelerar el debate, pero “de eso a partir de que la presentación de todas las mociones y que las personas que no las hemos retirado, ante una negociación que no existe, ni siquiera se ha planteado aquí ninguna razón por la cual se deban retirar, ni tampoco una justificación”.
La diputada no paró ahí y cuestionó “retirar las mociones ¿a cambio de qué? Si el señor Ministro no ha sido capaz de reunirse con nosotros, si aquí nadie ha propuesto un texto alternativo real y concreto construido como se había planteado”.
Feinzaig respondió que cuando habló de “fines politiqueros” que fue lo que reclamó la diputada frenteamplista, se refirió a que “el gobierno está instrumentalizado esta comisión con fines politiqueros, como ha quedado más que evidente en las palabras del propio Presidente de la República, al gobierno no le interesa la reforma del Estado, al gobierno le interesa más que esta Comisión no produzca nada, porque calza perfectamente en su narrativa de decir que la Asamblea Legislativa no hace nada, calza perfectamente en su elección de atacar a diputados específicos por tener criterio independiente”.
Posteriormente el propio Feinzaig y la liberacionista Andrea Álvarez anunciaron su intención de calzar su firma en la consulta que se espera Alfar presente a ante la Sala Constitucional sobre la resolución para agrupar las mociones.
El socialcristiano Carlos Felipe García aprovechó para reclamar que desde el 4 de abril al jerarca del Minae Franz Tattenbach, pero “ni el saludo a la bandera he recibido”.
Al final, el tiempo dio para votar dos mociones, presentadas por Alfaro, quien explicó sobre los riesgos de eliminar competencias de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) sobre todo en la coyuntura actual, donde se han denunciado incidentes de tala dentro de zonas protegidas en localidades como el Refugio Gandoca – Manzanillo, el territorio indígena Kéköldi o el Parque Nacional Manuel Antonio, casos en que “la administración ha sido negligente”.
Como era de esperar, sus mociones fueron rechazadas.



