País Medio ambiente

Fallece Xinia Briceño, gran luchadora y defensora incansable del agua en el Caribe costarricense

Xinia Briceño dedicó más de 20 años de su vida a denunciar la contaminación de las fuentes de agua de varias comunidades del Caribe por agroquímicos y a exigir al Gobierno que solucionara el problema del agua contaminada.

La defensora del derecho humano al agua Xinia Briceño, lideresa comunitaria del Caribe y una de las personas referentes por su trabajo de denuncia de la contaminación por residuos de plaguicidas en las fuentes de agua, causada por la expansión piñera, falleció el pasado 20 de marzo.

Briceño trabajaba actualmente como administradora de la Asociación Administradora de los Sistemas de Acueductos y Alcantarillados Comunales (Asada) de Milano y de Coco y Moravia de Siquirres. Antes de eso fue presidenta de la Asada de Milano aproximadamente desde 2009.

“Ella era muy activa, muy desprendida, también muy valiente para confrontar a las autoridades y sobre todo recuerdo esa alegría, esa espontaneidad que ella tenía”, dijo a UNIVERSIDAD Erlinda Quesada, quien ha participado en múltiples movimientos sociales en el Caribe, como el Foro Emaús, y el Frente Nacional de Sectores Afectados por la Producción Piñera (Frenasapp).

Quesada participó con Briceño durante varios años en acciones y foros con Frenasapp, denunciando la contaminación del acueducto de Milano con residuos de plaguicidas provenientes de la expansión piñera.

En 2003 el Instituto Regional de Sustancia Tóxicas (IRET) de la Universidad Nacional (UNA) concluyó que las aguas que abastecían a las comunidades de Milano, Cairo, Luisiana y La Francia no eran aptas para consumo humano por la presencia de agroquímicos utilizados en la producción y postcosecha de la piña para la agroexportación. Briceño dedicó más de 20 años a denunciar esta situación y a exigir al Gobierno que solucionara el problema del agua contaminada que abastecía a las poblaciones de esta zona.

Asimismo, con apoyo del Centro de Derecho Ambiental y de los Recursos Naturales (Cedarena) plantearon una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que se resolviera de una vez por todas el problema de la contaminación del acueducto. Quesada y Briceño fueron a la audiencia ante la Comisión en marzo de 2015, más de 12 años después de que se detectara la contaminación por bromacil en las fuentes de agua de Milano.

Fue hasta el 2018 que estas poblaciones pudieron tener agua potable gracias al impulso de Briceño, después de que se construyó un tanque nuevo, la captación de una nueva fuente de agua que no estuviera contaminada por bromacil y se hicieron las mejoras al acueducto -costeadas por la propia Asada -.

Gabriel Villa, secretario de la junta administradora de la asada de Milano e integrante de Frenasapp, dijo a UNIVERSIDAD: “Yo recordaré a doña Xinia como una mujer con un carácter bastante fuerte, una mujer que no se dejaba dominar por la adversidad, ni siquiera intimidar”.

“La recordaré con una risa que lo contagiaba bastante a uno, una mujer muy carismática, gran luchadora, que siempre se esforzó a pesar de ella ver que todo se le venía abajo; siempre vio las cosas de una manera positiva. Una buena madre, que se desvelaba por dar lo mejor a sus hijas, trabajadora, una muy buena amiga”, agregó Villa.

Compañeras de luchas durante años

“Yo la conocí porque empecé a mezclarme en el proceso que tenía el acueducto de Milano porque nosotros apoyábamos la lucha que ellos estaban haciendo; de eso hace más de 20 años”, recordó Erlinda Quesada.

Posteriormente, Quesada participó con Briceño durante varios años en acciones, bloqueos y foros contra la expansión piñera.

“Nos reuníamos en Cedarena para plantear una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que se resolviera de una vez por todas qué iba a pasar con el acueducto. Cuando entró Luis Guillermo Solís, en 2014 salió la audiencia, y tuvimos que ir a Washington a Estados Unidos a defender nuestra posición de que tenían que resolver la situación del acueducto de Milano. Yo fui con Xinia y dos compañeras más”, contó.

Erlinda Quesada destacó que a pesar de que existían esos estudios del IRET que comprobaban la contaminación pasaron muchos años para que el Gobierno reconociera que ésta existía.

“Era ministra de Salud doña María Luisa Ávila, que hizo una gira con nosotros, incluso ella decía que la contaminación era mínima, que estaba dentro de lo permitido. Esas situaciones fueron muy fuertes. Como Xinia había trabajado mucho con la comunidad, recuerdo que una niña se levantó, agarró un vaso de agua y le dijo ‘Señora ministra, tómese este vaso de agua’ y la ministra dijo ‘Yo no tengo que tomar nada’, y dijo que era una falta de respeto para ella. Esa niña ya estaba muy consciente de qué era lo que estaba pasando”, afirmó Quesada.

Erlinda Quesada, Xinia Briceño, Gabriel Villa y el diputado José María Villalta en un foro en la Asamblea Legislativa, poco antes de viajar a la audiencia a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en Washington, Estados Unidos, en marzo de 2015. (Foto: Erlinda Quesada)

“Nos decía que necesitábamos un relevo generacional”

Gabriel Villa, de 25 años, conoció a Xinia Briceño desde que estaba en la escuela. “Había una huelga enorme en la Ruta 32 por lo mismo de la contaminación del agua; había sido organizada por doña Xinia y las otras comunidades. Recuerdo que doña Xinia me llegó a buscar aquí al frente de mi casa para ir a la huelga, para ir a pararnos en medio de la calle y yo iba con el uniforme de la escuela”.

“Esa fue la primer vez que las comunidades se organizaron y cerraron la Ruta 32 por muchas horas; no había paso para ningún lado”, destacó.

“Muchos años después, cuando ya entré a la junta administradora del acueducto recuerdo que doña Xinia me contaba que ellos llegaron ahí a pararse para cerrar el carril; pero ningún carro hacía caso de parar porque como iban a bloquear todo. Y dijo que un trailero llegó y les dijo ‘¿pero por qué ustedes quieren bloquear la calle?’ y doña Xinia le dijo ‘es que tenemos años de estar consumiendo agua contaminada y queremos que el Gobierno nos dé una solución’. Y que el trailero les dijo ‘No, yo de una vez les ayudo a bloquear la calle’. Y llegó y paró el trailer en medio de los dos carriles”, relató Villa.

“Hace seis años empecé a meterme más en la lucha comunal, el ambiente, porque ella nos empezó a jalar. Nos decía que ocupábamos un relevo generacional, que ya ella estaba mayor, que ya doña Erlinda estaba mayor, que los miembros de la junta estaban mayores y que ella quería incorporar gente joven porque ellos ya iban saliendo y tenía que quedar alguien peleando por las comunidades”, dijo el joven.

“Doña Xinia empezó a meter esa llama en mí y a convencernos de luchar por un bien común y fue cuando yo empecé a meterme en la Asada, empezamos a hacer TCUs (Trabajo Comunal Universitario) con la universidad y yo empecé a andar con doña Xinia por todo lado, en giras, reuniones, charlas. Luego formé parte del grupo de coordinación de Frenasapp y todo eso fue por doña Xinia”, añadió.

“Fue una lucha de nunca acabar para ella y ahora nos toca a nosotros seguir con la lucha”, expresó Villa.

Xinia Briceño falleció el domingo 20 de marzo después de haber sufrido lesiones muy graves, como consecuencia de un accidente automovilístico en la Ruta 32 ocurrido el pasado 17 de marzo.

El Programa Voces y Política, producido por el Programa Kioscos Socioambientales y la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica (UCR) transmitirá un homenaje a Briceño el próximo miércoles 30 de marzo a las 5pm por Radio Universidad (96.7FM).

Asimismo, varias instancias de la UCR preparan una actividad en homenaje a la vida de Xinia Briceño y sobre su legado a las universidades públicas del país, que será anunciada en los próximos días.

Xinia Briceño era administradora de la Asada de Milano, y de Coco y Moravia de Siquirres (Foto: Archivo/SU)

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