Carlos Ricardo Benavides, un liberacionista de vieja escuela, ocupará la Presidencia de la Asamblea Legislativa a partir de este 1° de mayo. Para ello, superó pugnas internas en la fracción de su propio Liberación Nacional (PLN) y concretó el apoyo de otros 39 diputados, incluidos los diez de la bancada oficialista del Partido Acción Ciudadana (PAC) y los seis del Partido Restauración Nacional (PRN).
Evitar “el lujo de la parsimonia o de la confrontación incesante” fue su primer llamado como presidente legislativo a sus compañeros diputados, en un discurso de pocos minutos en el que también pidió no retrasar las soluciones a problemas que “dañan seria y paulatinamente” al país.
Más tarde, subrayó la necesidad de restablecer conexiones con cada partido y aseguró que el primer año de esta nómina legislativa dejó resultados “halagüeños”, pero que ahora el trabajo deberá apuntar a “trascender” más allá del buen arranque.
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También pidió a sus compañeros diputados realizar un control político serio, pero siempre paralelo a las decisiones políticas y que nunca las dañe, pues “es a partir de aquí que se puede levantar un segundo año legislativo con la esperanza de encontrar el máximo provecho en favor de las y los costarricenses”.
Para Benavides, eso sí, los más importante fue destacar la necesidad de ir más allá de las divisiones y trabajar en conjunto, un reto que lleva 17 años de estar instalado como uno de los más importantes de todos, con la apertura del multipartidismo.
“Cumplimos 17 años de tener una conformación multipartidista en el Congreso y parte de nuestros retos es demostrar que alcanzamos la madurez ante este nuevo paradigma, y que es posible construir a pesar de tanta diversidad de opiniones y propósitos”, afirmó.
“El objetivo fundamental de procurar el bienestar de la mayoría se ubica muy por encima de tales diferencias y nuestras actuaciones tienen que estar fundadas en la buena fe, en el espíritu constructivo y en el ánimo de mejorar la calidad de la vida de los demás”, subrayó.
Benavides, de 49 años, es uno de los legisladores con mayor experiencia en el Congreso y también es uno de los seis que ya habían pisado el Plenario en el pasado (2002-2006). Además, cuenta con una larga trayectoria política, incluidas sus funciones como ministro de Turismo (2006-2011) y como ministro de la Presidencia (2011-2014), durante los dos últimos gobiernos verdiblancos.
Ahora, casi dos décadas después de haber iniciado su carrera política, el abogado tomará las riendas de la Asamblea con una promesa de trabajo conjunto. Eso prometía apenas este martes, cuando ya hablaba con este Semanario sobre cómo visualizaba una eventual presidencia suya desde Cuesta de Moras.
En esa línea, dijo que no se observa “planteando sus predilecciones aunque las tiene como diputado”, sino más bien convirtiéndose en un constructor de agendas “a partir de las voluntades de todos”.
Además, aseguró su deseo de “ayudar a las fracciones para encontrar sus acuerdos, no solo en las comisiones, sino también fuera de ellas”, pues, según Benavides, es todo parte de un proceso de “carpintería” necesario, tomando en cuenta que “se avecinan proyectos donde quizás valga la pena sentarnos a construir”.
Entre esos proyectos habló de temas económicos, sociales y de reestructuración del Estado, un camino inexorable para evitar una debacle.
Sobre el acuerdo que le permitió llegar a la Presidencia legislativa, de la mano del Partido Acción Ciudadana (PAC) y del Partido Restauración Nacional (PRN), señaló que fue un esfuerzo por buscar “coincidencias”: “Al fin y al cabo, nuestra bandera más importante es una que es blanco azul y rojo, y cuando uno tiene eso claro puede construir acuerdos como lo hemos hecho durante este primer año”, afirmó.
Esa visión, dijo horas más tarde, la buscará llevar al resto de fracciones legislativas.
Además de su extensa carrera política, el puntarenense de nacimiento y actual vecino de Tibás, asumirá la jefatura del Congreso después de liderar a su bancada, la más grande de Cuesta de Moras. Esa coordinación, vale destacar, ya la había ejercido entre 2005 y 2006.
Benavides será el presidente número 133 de la historia de la Asamblea Legislativa, espacio por el que han pasado exmandatarios de la República y personajes poco o nada memorables. Además, llega con el reto de coordinar grandes reformas (como las recientemente propuestas en materia de empleo público), en el que esta Asamblea ya trabajó, con un plan fiscal y una modificación estructural al reglamento legislativo.
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Cumplimos 17 años de tener una conformación multipartidista en el Congreso y parte de nuestros retos es demostrar que alcanzamos la madurez ante este nuevo paradigma y que es posible construir a pesar de tanta diversidad de opiniones y propósitos. El objetivo fundamental de procurar el bienestar de la mayoría se ubica muy por encima de tales diferencias. Nuestras actuaciones tienen que estar fundadas en la buena fe, en el espíritu constructivo y en el ánimo de mejorar la calidad de la vida de los demás”.
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